La Diputación acuerda con la Mancomunidad el cierre inmediato del vertedero de San Marcos
El convenio pactado será ratificado en los próximos días. La institución foral quiere poner el candado antes de un mes
IÑIGO URRUTIA
Martes, 23 de septiembre 2008, 17:58
DV. Fumata blanca entre las instituciones concernidas por el cierre del vertedero de San Marcos. La Diputación ha cerrado un acuerdo técnico y económico con la Mancomunidad de San Marcos para que el basurero abierto desde hace casi cuatro décadas sea cerrado con carácter inmediato. ¿Una fecha? Según consta en el convenio consensuado, a más tardar, a los 30 días de que el acuerdo sea ratificado por la asamblea de la mancomunidad. Puede ser en el plazo de dos-tres semanas. ¿La ratificación está asegurada? El presidente de la Mancomunidad, Ricardo Ortega, de Ezker Batua, responde con un sí categórico.
Carlos Ormazabal, diputado foral para el Desarrollo Sostenible y presidente del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, y Ricardo Ortega ya han escrito el epílogo de la historia interminable del cierre de San Marcos.
Un documento de cinco folios recoge las cuatro estipulaciones técnicas y económicas que harán realidad el vertido cero en San Marcos, donde dejará de depositarse un volumen de residuos que al cabo de un año suponen 25.000 toneladas -otras 105.000 toneladas anuales de basuras ya se están llevando a otros vertederos comarcales-.
El acuerdo se basa sustancialmente en la oferta que la Diputación hizo a la mancomunidad a finales de julio para poner los medios materiales necesarios para el traslado de los residuos de San Marcos a los vertederos de Lapatx, Sasieta y Urteta. Estas tres instalaciones decidieron en julio prolongar tres años su vida útil para facilitar el depósito de los residuos de Donostialdea, pues su clausura estaba prevista oficialmente para 2009.
Tarifa única
Poner el candado a la entrada de San Marcos requiere ampliar la actual estación de transferencia con una explanada de 300 metros cuadrados y contratar más camiones, semirremolques y contenedores.
Carlos Ormazabal explicó que el acuerdo establece que a partir del 17 de julio de 2009 el Consorcio asumirá la competencia en el traslado de todos los residuos. Hasta entonces, será la Mancomunidad de San Marcos la que asuma el traslado de las basuras a los vertederos de Lapatx, Sasieta y Urteta. Además, desde el próximo mes de enero, los residuos de la Mancomunidad de Txingudi no pasarán por la estación de transferencia de San Marcos, sino que los trasladará directamente a los citados vertederos.
En la cuestión económica, el acuerdo estipula que el coste del transporte de residuos a los vertederos y el de utilización de la estación de transferencia de San Marcos serán cobrados por el Consorcio «a través de la tarifa única» que se va a establecer para todo el territorio foral.
La última cláusula especifica que el Consorcio se compromete a disponer de los medios materiales para el transporte adicional que supondrá dejar de verter residuos en San Marcos. Esta cláusula se ejecutará a los 30 días de que el convenio sea refrendado por la asamblea de la Mancomunidad. También se compromete a que antes de fin de año se convoque el concurso para el proyecto del sellado del vertedero.
El consejo de administración del Consorcio aprobará esta misma semana el convenio, mientras que la Mancomunidad convocará su junta para la próxima semana. Será a partir de esa reunión cuando empiece a correr el plazo de 30 días, aunque el Consorcio guipuzcoano ya ha negociado con la empresa que efectúa la gestión y traslado de los residuos que el cierre se pueda ejecutar de forma inmediata.
Ricardo Ortega se congratuló del acuerdo, que a su juicio demuestra que «los anteriores gestores de la mancomunidades pusieron en marcha un contrato de transporte de los residuos y una planta de transferencia con unas dimensiones que eran insuficientes. La planificación respondió a unas hipótesis que luego no se dieron en la realidad».
38 años de actividad
Ormazabal quiso trasmitir un mensaje inequívoco a los vecinos afectados por el vertedero de San Marcos: «En cuanto se ratifique el convenio, y no va a haber ningún problema para ello, haremos un acto de justicia social con los vecinos que han estado sufriendo durante 38 años la actividad en el vertedero».
Ortega apostilló que «la existencia del vertedero responde a otra época, cuando la gestión de las basuras se hacía de la forma más simple, hoy inaceptable. Hay que poner fin a esa etapa. Será un alivio para los vecinos, pero también un avance en el modelo de gestión de las basuras, aunque los retos no se han terminado en la mejora de la gestión de los residuos».
Tanto Ormazabal como Ortega, que se reunieron ayer por la tarde en el palacio foral, reconocieron que se han dejado pelos en la gatera de la negociación, pero el diputado subrayó que «ya comenzamos a ver el final del túnel» del modelo concreto para gestionar los residuos en Gipuzkoa, aunque se mantenga la discrepancia sobre la incineración como cierre del sistema.