Detenido el responsable de un club de alterne de Aduna por un delito de explotación sexual

La Ertzaintza tuvo conocimiento el sábado por la tarde de un supuesto caso de explotación sexual en un local de alterne ubicado en Aduna. Según pudo conocer por la denuncia de una trabajadora, en el local donde se ejerce la prostitución las condiciones laborales eran de explotación. El responsable del local exigía la realización de servicios durante horas seguidas sin descanso y obligándolas a realizar trabajos en contra de su voluntad. Asimismo, según la víctima, el trato en general hacia las personas trabajadoras era degradante y, en una ocasión, la intentó agredir sexualmente, pudiendo zafarse de él y escapando de la habitación. Incluso, según su versión, en el local se estarían facilitando sustancias estupefacientes tanto a los clientes como al personal que trabaja allí.

La situación de vulnerabilidad condujo a la víctima a soportar situaciones difíciles y denigrantes durante varios meses por miedo a represalias, hasta que se decidió a denunciar los hechos. Los agentes iniciaron las investigaciones para comprobar los hechos denunciados y procedieron a la detención del responsable del local el lunes por la mañana.

No es la primera vez que esta persona es detenida. Según ha podido saber DV, el ahora arrestado lo ha sido al menos «tres o cuatro veces» anteriormente por la Policía Nacional.

Hace poco más de un año, en julio de 2024, este cuerpo detuvo al propietario del club Txapela, un hombre que ahora tiene 66 años, acusado de explotar sexualmente a 18 mujeres y de delitos de contra los derechos de los trabajadores y otros de prostitución coactiva en el interior del local, donde también era habitual el consumo de estupefacientes y se traficaba con drogas. La Ertzaintza no ha confirmado que se trate de la misma persona.

En aquella ocasión la investigación concluyó que el club abría las 24 horas del día y que para poder trabajar allí debían contratar una 'plaza' en el local por un periodo mínimo de 21 días, tiempo durante el que debían abonar 20 euros por jornada. También certificaron que en el local era habitual el consumo de sustancias estupefacientes, como en el caso ocurrido estos pasados días.

El dueño del local fue acusado de ser el autor de delitos relativos a la prostitución, de agresión sexual, contra los derechos de los trabajadores y de tráfico de drogas.