«Con las comunidades energéticas hemos llevado las renovables a 5.000 Familias con ahorros del 30 %»

Gipuzkoa lidera la puesta en marcha de comunidades energéticas ciudadanas. En 2023 estarán presentes en 38 municipios y 5.500 hogares y pequeños comercios. Esta fórmula, que ya funciona en Zumarraga, Lasarte-Oria, Andoain, Larraul y Orexa, permitirá que el autoconsumo de renovables llegue a los 88 municipios del territorio en 2030.

Gipuzkoa tiene una dependencia energética del 90 % y solo el 18 % de la energía que consume es de origen renovable. Si queremos un sistema con precios estables, respetuoso con el medioambiente y que proporcione acceso a un bien de primera necesidad, como la energía, en condiciones socialmente justas, la fórmula es potenciar el autoconsumo renovable. Las comunidades energéticas ofrecen una alternativa sencilla y económica, el ahorro en la factura de familias, comercios y PYMES es inmediato y contribuimos a la descarbonización de nuestro modelo energético actual, que genera el 70 % de nuestras emisiones.

El modelo TEK de comunidades energéticas surge a iniciativa del Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, en colaboración con los ayuntamientos. Los municipios ceden los tejados de edificios públicos para la instalación de placas fotovoltaicas y cuentan con el apoyo foral para el desarrollo del proyecto y la financiación, que puede llegar a cubrir el 100 % de la inversión. La ciudadanía se beneficia cubriendo una parte de sus necesidades con la energía solar producida y obteniendo ahorros gracias a las compras mancomunadas de energía. Todo bajo supervisión pública.

Con las comunidades energéticas, hemos llevado las renovables a más de 5.000 familias con ahorros del 30 %. La mejora en la factura se obtiene por dos vías: la energía producida por las placas fotovoltaicas cubre entre el 20 y el 25 % del consumo y es gratuita para los usuarios; además, la comunidad permite negociar tarifas más ventajosas con las compañías para el suministro de la energía restante.

Los ahorros, por termino medio, representan aproximadamente un 30 %, superando los 500 € anuales en los hogares, y llegando a los 2.500 € anuales en el caso de los comercios. Para acceder al servicio, se hace un pago inicial de entre 50 y 150 €, más una pequeña cuota (7/8 € mensuales). No hay costosas inversiones iniciales, todo se hace con supervisión pública y es energía km 0, renovable y con un importante componente social.

Este año tendremos operativas un total de 38. En este momento, hay tres que están ofreciendo servicio a las personas usuarias: Zumarraga, Larraul y Orexa. Otras 35 están ya en fase de constitución, tanto en municipios urbanos de tamaño medio, como en otros menores de 5.000 habitantes y de carácter rural. Entre los primeros, además de Zumarraga, destacan Lasarte-Oria y Andoain.

Es especialmente significativo el caso de Lasarte-Oria que, gracias a la ubicación estratégica de los edificios en los que se instalarán las placas, será el primer municipio en ofrecer esta opción a todos los barrios.

El requisito es residir en un municipio que vaya a constituir una comunidad energética y que la vivienda o el comercio que lo soliciten estén situados en un radio de 2.000 m de los edificios en los que se instalen las placas fotovoltaicas, que es lo que prevé la actual legislación.

Tanto el acceso a la energía, un derecho esencial básico para las familias, como la reducción de las emisiones son de interés general y estamos abiertos a la colaboración público-privada. En esta modalidad, tenemos en marcha dos comunidades en Berio, con la cesión de la cubierta de las instalaciones de Gureak, y en la zona de Altza–Intxaurrondo, con la colaboración de Garbera.

Esta colaboración supone un avance importante para facilitar el acceso a 300 familias a energía limpia en condiciones económicas muy ventajosas. Por otra parte, también existe la posibilidad de que una comunidad de propietarios se constituya en comunidad energética, pudiendo optar a ayudas fiscales para realizar la inversión.

En colaboración con el EVE y Debegesa, hemos constituido la primera comunidad energética industrial en Eibar, en el polígono de Azitain, con ocho empresas que van a beneficiarse de un ahorro del 25 % en su factura. El proyecto nace con vocación de ampliar tanto la autonomía energética como el número de empresas participantes. En el ámbito industrial tenemos previsto desarrollar en breve cuatro proyectos más.

Un modelo de construcción sostenible en Gipuzkoa y un lugar para que los alumnos y alumnas puedan intensificar su formación en arquitectura, equipamiento y diseño sostenible son dos de las apuestas del Departamento de Medio Ambiente que se han plasmado esta misma semana con la firma de dos convenios.

El primero de estos acuerdos es un convenio de colaboración suscrito entre Naturklima y ASCONGI para llevar a cabo acciones de apoyo a las empresas guipuzcoanas de la construcción, promoción y rehabilitación, en su transición hacia un modelo de construcción sostenible.

El acuerdo fue firmado por José Ignacio Asensio como presidente de la Fundación Guipuzcoana de lucha Contra el Cambio Climático, y por el presidente de ASCONGI, Txema Muñoz. Esta asociación reúne y representa a las empresas dedicadas a la construcción, promoción y rehabilitación del territorio de Gipuzkoa, una asociación que forma parte de un sector que a través de sus 7.237 empresas da empleo a 16.500 personas y que representa el 6,2 % del PIB.

La construcción sostenible se basa en un nuevo modelo de edificación en el que se consideran los impactos ambientales relacionados con todo el proceso de construcción del edificio. A este respecto, el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, señaló que «hemos sido pioneros en la construcción pública sostenible a través de la nueva sede de Naturklima, y es por ello que creemos que puede servir como modelo de referencia».

Por otro lado, el Departamento de Medio Ambiente y la Universidad del País Vasco han suscrito un convenio de colaboración para la dinamización del Aula Empresa UPV/EHU-HABIC situada en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura en San Sebastián, un fin al que el Departamento destinará 6.000 euros.

El objetivo es llevar a cabo actuaciones orientadas a intensificar la relación entre el mundo académico, la práctica arquitectónica y el desarrollo empresarial, apoyando el funcionamiento de un espacio para la formación y posterior transición al mercado laboral del alumnado como lo es el Aula Empresa HABIC. Creada en 2021, tiene como finalidad intensificar la relación entre el mundo académico y el empresarial, ofreciendo al alumnado de arquitectura un espacio para intensificar su formación en arquitectura, equipamiento y diseño sostenible. Este espacio educativo acoge, además, jornadas técnicas formativas relacionadas con el equipamiento innovador de espacios que sean de interés académico.

Asimismo, en el Aula podemos encontrar mobiliario y materiales de equipamiento y fachadas, y también revestimientos de paredes y suelos, todos pertenecientes a las empresas del clúster HABIC, Asociación Clúster del Sector del Hábitat, Madera, Oficina y Contract del País Vasco. La mayoría de los productos tiene un componente sostenible y existe un compromiso de las empresas en avanzar en esta dirección. Los productos de fachadas, revestimientos y mobiliario son sostenibles, y paralelamente, la iluminación, domótica y controles de acceso del Aula están enfocados en la mejora de la eficiencia energética.

A este respecto, el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, destacó que «esta Aula es un hito importante en el camino hacia la transición ecológica. Una herramienta que nos permite que los futuros diseñadores de nuestras ciudades se formen y salgan al mundo laboral con el criterio de sostenibilidad completamente integrado».

En la firma estuvieron presentes el diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio; el director de la Escuela de Arquitectura de la UPV/EHU, Jon Begiristain; la directora de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Mónica Pedreira; y el presidente de HABIC, Mikel Martínez.