
«Estamos solos, aquí apenas ha llegado la ayuda oficial»
San Sebastián | Enviados especiales a Valencia
Miércoles, 6 de noviembre 2024, 06:27
Eduardo Pomer tenía, como otros muchos vecinos, un coche ajeno incrustado en la entrada de su casa. Le preguntamos si es el suyo, pero no. «Uno de mis coches está a 500 metros o no sé dónde y el de mi mujer está en un garaje inundado. El que está aquí es el de mi vecino. Cuando vino el agua tiró el muro que separa nuestras parcelas y cayó por la fuerza del agua, que fue muy violenta y tremenda». Señala que «llegó a una altura de aproximadamente un metro y ochenta centímetros», lo que significa que entró en tromba a su hogar arransando con todo a su paso y anegando el sótano, un espacio que quizás en Gipuzkoa no es tan habitual pero ayer en nuestro recorrido por varias localidades valencianas observamos que la mayoría de edificios unifamiliares contaba con un sótano.
Eduardo Pomer lamenta que «es todo un desastre, hemos perdido todo. Vivienda, coches y gracias a Dios que yo, mi mujer y mis hijas estamos bien, que es lo importante realmente», aunque no deja de indicar que «no deja de ser un gran fastidio –palabra literal aunque le apeteció decir otra– el perder todo porlo que has trabajado toda la vida, pero bueno», resopla, «saldremos adelante como se pueda».
Noticias relacionadas
«Es duro cuando lo pierdes todo, suerte que estamos vivos»
«El coche del vecino sigue empotrado en mi casa»
«Queremos quitar el lodo. Estamos enfermando»
Ese «como se puede» es en gran parte a la ayuda de los vecinos y de los voluntarios. «Vamos avanzando poco a poco, nos ayudamos entre los vecinos y gracias al gran voluntariado la gente se está volcando con nosotros, tenemos una ayuda tremenda de vecinos y de gente de fuera de Valencia, de otras comunidades e incluso de un chico de Alemania, que ha venido a ayudar y está ahí dentro como uno más», señala al interior de su hogar, aunque tal es el trasiego de gente colaborando que ya no estaba cuándo lo reclamó para que nos pudiera dar su impresión.
El lado negativo para Eduardo Pomer son «las administraciones, podéis comprobarlo vosotros», indica. Las vistas desde su casa son insólitas e inimaginables. Un terreno repleto de coches abandonados de cualquier forma. «Estamos solos. Estamos haciendo todo lo que podemos nosotros solos. Nos traen generadores electrónicos, bombas de achique... Nos traen de todo, pero el problema es que las administraciones no están haciendo nada. Quizás en otros barrios sí estarán, no lo dudo, pero aquí desde que ocurrió la tragedia no hemos visto a nadie. Pasan alguna vez los militares o los bomberos, pero van a otras cosas».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.