Sagardui niega que el Hospital Donostia pierda relevancia y alega que tendrá nuevas terapias
La consejera de Salud y Urkullu rechazan que Osakidetza atraviese una «crisis grave» y tratan de minimizar el alcance de protestas como las de los jefes de servicio
«Nadie ha pretendido trasladar ningún servicio ni técnica desde el Hospital Donostia a otros lugares. Todo lo contrario. Todas las unidades de referencia se ... quedan ahí y aspiramos a más, por ejemplo a que sea el centro de referencia de enfermedades neuromusculares del Sistema Nacional de Salud. Donostia es el primer centro de Euskadi que aplica la terapia de células CAR-T en el tratamiento del cáncer, y va a acoger la primera unidad de protonterapia en la comunidad autónoma, una máquina que cuesta 30 millones de euros (donada por la Fundación Amancio Ortega) y para cuya instalación se destinarán otros 30 millones en inversiones anexas. Las obras comenzarán en año y medio».
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La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui (PNV), negó ayer la mayor en el Parlamento Vasco a una de las acusaciones de los jefes de servicio de la OSI Donostialdea tras los ceses y dimisiones de las últimas semanas que han desatado una crisis sin precedentes en la sanidad de Gipuzkoa. Durante sus intervenciones en un pleno de control al Ejecutivo marcado por una batería de preguntas e interpelaciones de la oposición sobre la situación de Osakidetza, la máxima responsable del servicio vasco de salud trató de redimensionar el alcance del conflicto. «No es de la OSI Donostialdea. Ni siquiera de todos los jefes del Hospital Donostia. Se trata de un grupo de profesionales (42 de 47) con unas reclamaciones que nada tienen que ver con los motivos que motivaron el cese de la dirección del hospital. Se trata de cuestiones relacionadas con las condiciones laborales, la planificación asistencial, la contratación, las Ofertas Públicas de Empleo (OPE), planes de euskera...». Sagardui negó que los planes de Salud vayan a tener afecciones negativas de cualquier tipo para los pacientes. «Ni se desmantela ni se lleva ninguna unidad de referencia a ningún sitio». También subrayó que las protestas de los jefes de servicio «no han afectado a la atención sanitaria a los ciudadanos».
«¿Tener el presupuesto más alto de la historia y el mejor ratio por habitante del Estado es desmantelar y privatizar Osakidetza?»
Iñigo Urkullu
Lehendakari
Nada más detalló la consejera, que volvió a evitar ofrecer más concreciones sobre el plan estratégico de Osakidetza y los presuntos planes de concentración de algunos servicios, ante el enojo de la oposición, que volvió a exigir a Sagardui y Urkullu «claridad» y «transparencia» para que ni los partidos ni la ciudadanía «tengan que enterarse de lo que pasa por la Prensa».
«Osakidetza trabaja en red»
Además de Sagardui, el lehendakari, Iñigo Urkullu, también fue inquirido. Sobre el caso en el Hospital Donostia y otras protestas de sanitarios, mostró su confianza en que «se encauzarán en el proceso de definición del plan estratégico» de Osakidetza. Como Sagardui, negó que haya ninguna «crisis grave» en Osakidetza, e insinuó la necesidad de huir de planteamientos localistas o territoriales al abordar la atención sanitaria, al reiterar que «Osakidetza trabaja en red, tiene una concepción de país. No es un servicio radial ni insular, sino integrado por las 13 OSIs, dos hospitales monográficos, tres redes de salud mental y un centro de transfusiones y tejidos humanos: 19 organizaciones que trabajan de forma combinada».
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«Donostia es el primer hospital con terapia CAR-T y que tendrá protonterapia, y aspiramos a que sea el referente para dolencias neuromusculares»
Gotzone Sagardui
Consejera de Salud
A partir de ahí, el debate elevó el foco a lo que la oposición califica de «deterioro general» de Osakidetza. El presidente vasco negó también la mayor en este caso, recurriendo a datos como el «presupuesto récord» de 4.600 millones de euros previsto para el año que viene en Osakidetza; el ratio que ello supone de 2.100 euros por habitante, el más alto de España; y la ampliación de plantilla en 919 plazas, que elevarán la plantilla estructural en más 31.000 personas. Además, recordó que se prevén nuevas inversiones que en Gipuzkoa, además de para la unidad de protonterapia, se producirán en los centros de salud de Alde Zaharra, Altza, Loiola, Tolosaldea, Ordizia, Bergara, Elgoibar y Aretxabaleta.
Más allá de los datos, Urkullu defendió sin fisuras la gestión de Sagardui, así como las de sus predecesores Nekane Murga y Jon Darpón, recordando que se ha enfrentado a una pandemia «que aún no ha terminado» y que Euskadi presenta resultados por encima de la media estatal en los principales indicadores.
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El lehendakari admitió que en materia sanitaria Euskadi, «como el resto de Europa», afronta retos que exigen actuar. Entre ellos apuntó el envejecimiento de la población, el aumento de enfermedades crónicas o las dificultades para encontrar determinados profesionales, como sucede en Atención Primaria con médicos de familia o pediatras. «Por eso hemos puesto en marcha una reflexión abierta para consensuar y orientar la estrategia de futuro junto a los profesionales», admitiendo que hay que «prestigiar» estas especialidades «a través de la formación y las condiciones de trabajo».
Críticas de la oposición
Ni Sagardui ni Urkullu han convencido a los partidos de la oposición. EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PP+Cs y Vox han cargado contra la gestión de Osakidetza, su «progresivo deterioro» y han ironizado sobre la «crisis positiva de crecimiento» con que definió Urkullu hace unos días la situación actual del sistema vasco de salud.
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La portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha rebatido estas palabras señalando que el crecimiento que hay en Osakidetza «es de problemas y de privatización». Ha calificado de «descontrol» la gestión del Departamento de Salud, recordando que las críticas «no vienen solo desde EH Bildu o el resto de fuerzas políticas, también de los sindicatos y los propios trabajadores».
«El crecimiento que hay en Osakidetza es de problemas y de privatización»
Maddalen Iriarte
EH Bildu
Su homóloga en Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, ha afeado al Gobierno Vasco que «ni este Parlamento ni los ciudadanos tenemos ni idea de los planes de Osakidetza ni de cómo pueden afectar los cambios a la atención a los pacientes». «Necesitamos claridad, contar con la opinión de los profesionales de Osakidetza y abandonar la imposición de medidas autoritarias», porque «Osakidetza está peor y parece avanzar hacia una progresiva privatización».
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«Osakidetza está peor y parece avanzar hacia una progresiva privatización; necesitamos claridad y no medidas autoritarias»
Miren Gorrotxategi
Elkarrekin Podemos
Desde PP-Cs, Carlos Iturgaiz ha censurado que Urkullu «eche balones fuera y parezca que todo va bien», cuando «ha metido a Osakidetza en la UCI y está convirtiendo la joya de la corona en bisutería por un modelo de gestión basado en criterios de obediencia política en lugar de sanitarios».
«No eche balones fuera; han metido a Osakidetza en la UCI y están convirtiendo la joya de la corona en bisutería»
Carlos Iturgaiz
PP+Cs
La parlamentaria de Vox, Amaya Fernández, ha considerado que «la gestión de Osakidetza no pasa la prueba del algodón», enumerando los problemas e «irregularidades como la vacunación de mandos» habidas durante la pandemia y las protestas de trabajadores que vienen sucediéndose en los últimos años.
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«Irregularidades en la pandemia, imposiciones, protestas... La gestión de Osakidetza no pasa la prueba del algodón»
Amaya Fernández
Vox
El único balón de oxígeno a Sagardui y Urkullu ha llegado de su compañero de patido (PNV) Luis Javier Tellería, quien ha considerado que la crisis del Hospital Donostia está «sobredimensionada» y ha apuntado las «contradicciones» a las que debe hacer frente el Gobierno Vasco. «Se pide que Onkologikoa siga siendo un centro monográfico y los jefes de servicio piden la plena integración en la red de Osakidetza; o se pide plena transparencia, criterios objetivos y claridad en la política de contrataciones y estos piden ahora poder ser ellos los que decidan a quién se contrata», ha subrayado.
Entretanto, la crisis de Donostialdea ha entrado esta semana en fase de distensión a la espera de las conversaciones abiertas entre los jefes de servicio y la nueva dirección del hospital y Osakidetza, cuya directora, Rosa Pérez, acudirá el lunes a la capital de Gipuzkoa para tratar de encauzar el conflicto. Mientras Sagardui y el lehendakari, Iñigo Urkullu, comparecían en el Parlamento, los jefes de servicio de Donostialdea se felicitaban del nuevo escenario, que creen devuelve el conflicto al «punto cero».
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