Los rastreadores no dan abasto para localizar a los contactos y atajar la escalada de contagios

Son datos que evidencian las dificultades que están teniendo los rastreadores para llegar a tiempo a cortar las crecientes cadenas de transmisión del virus en un contexto de escalada de contagios acelerada. En esta última ola es habitual que tarden cinco, seis o más días en localizar y telefonear a todos los contactos de cada nuevo positivo.

La red, para la que llegaron a trabajar cerca de 700 profesionales, fue prácticamente desarmada a finales de septiembre tras la quinta ola al no renovarse los contratos de muchos de estos trabajadores. Se mantuvo a las enfermeras gestoras de casos y poco más. En las últimas semanas Osakidetza ha tenido que volver a incorporan a nuevo personal a estos equipos para intentar frenar la explosión de positivos.

Muchos de los nuevos contagios se están produciendo en estudiantes. En especial en los niños, el colectivo con mayor incidencia acumulada. En los de 6 a 12 años llega a los 2.080 puntos, casi el triple de la media de Euskadi.

Según ha podido saber este diario este retraso en la notificación de los contactos está provocando que en este puente se estén dando situaciones llamativas. Los rastreadores están llamando este fin de semana a clases enteras para poner a los alumnos en aislamiento cuando una parte ya se había marchado el viernes de puente con sus familias a otras localidades o provincias.

Episodios de este tipo auguran que, como ha ocurrido en varias ocasiones durante esta pandemia, tras estas jornadas festivas en las que se están sucediendo los encuentros entre familiares y amigos, los contagios experimentarán un nuevo aumento.

Pero volvamos al rastreo. Según los datos publicados en el último boletín de Osakidetza, prácticamente la mitad de los nuevos positivos – el 45,7%- se detectan en personas que han comenzado a presentar síntomas y se han puesto en contacto con los servicios sanitarios. Al acudir a su centro de salud se le ha realizado un test que ha revelado una infección por coronavirus. Según figura en la información publicada por el Ministerio, los síntomas suelen aparecer, de media, unos cinco días después de que se haya producido el contagio. Y cuando comienza a mostrar indicios de la enfermedad lleva ya algunas jornadas con carga viral suficiente para transmitir el patógeno.

El otro 27,3% de los positivos que ha detectado Osakidetza en la última semana los ha detectado en lo que en el informe de Salud se clasifica como «otros motivos». Aquí se incluyen los casos que han aparecido en cribados o los que han aflorado en personas asintomáticas que se han realizado a un test previo antes de viajar a otros países o de acudir a un hospital para someterse a algún tipo de prueba diagnóstica, intervención o ingreso por una patología distinta al coronavirus.