Con la mascarilla al revés, en una campaña de prevención contra el coronavirus del Gobierno Vasco

Basta echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar que, tras casi dos años de pandemia, aún hay quién no sabe cómo debe colocarse la mascarilla. Los hay quienes siguen dejando su nariz al aire, otros se la cuelgan de las orejas y no se tapan ni la boca, y también hay quienes por error se la colocan del revés. Es decir, con el pequeño hierro de sujeción pensado para la nariz en la barbilla. Esta última imagen quedaría en simple anécdota si no fuera porque ilustra la última campaña de prevención contra el coronavirus del Gobierno Vasco.

«Yo sigo vacunándome para no volver atrás esta Navidad. Estoy vacunado. Utilizo mascarilla. Evito aglomeraciones», dice el texto del cartel que se acompaña con una imagen de un hombre con mascarilla. Puede que en un primer momento nada llame nuestro atención, pero si nos fijamos bien nos daremos cuenta de que el protector de color azul está del revés.

En el caso concreto de este tipo de mascarillas quirúrgicas una franja blanca indica que esa es la zona que debe colocarse en la nariz por ser donde está la sujeción y por tanto, donde se ajusta para que no entre ni salga el aire. Pero el hombre de la imagen, como le ocurre a más de uno, se la ha puesto del revés.

Sorprende que ningún responsable de la campaña se haya dado cuenta del error y los carteles estén ya por ejemplo en las marquesinas de San Sebastián. Los tiempos de espera a un autobús dan para mucho y ahí está siempre algún tuitero en busca de material.

«Igual es para que parezca un abuelo más auténtico. Pero entonces deberían haberle puesto la nariz por fuera y lo clavaban», respondía un usuario en Twitter, en tono jocoso.

La campaña incluye un segundo cartel con el mismo lema, pero con un protagonista más joven. Lleva la misma mascarilla, pero esta vez, sí está correctamente colocada. Para que luego digan de la juventud...

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