Javier Hurtado: «Es difícil de entender los 187 millones que la hostelería pide de rescate»

- ¿Por qué se ha optado por establecer un baremo por trabajadores y no otro, como facturación o beneficios, para el reparto de las ayudas a la hostelería?

- Para facilitar que estas lleguen a todos los autónomos y pequeños empresarios y que lo hagan lo más rápidamente posible. La hostelería atraviesa una situación de urgencia, necesita una medida de choque, y es la fórmula que hemos considerado más ágil. Exigir balances o cuentas de resultados podría retraer a los negocios más pequeños de presentar la solicitud por su componente burocrático, y los análisis de estos demorarían la llegada del dinero. Los establecimientos necesitan la ayuda ya y la recibirán antes de fin de año de una forma sencilla, sin complicaciones, mediante una simple declaración responsable.

- ¿Es el mantenimiento de la actividad durante cuatro meses el único requisito? ¿No va a haber condiciones sorpresa?

- No. No se exige que el dinero se destine a un fin determinado ni condicionantes de mantenimiento de plantilla. El objetivo del plan es llegar a todos los establecimientos que cumplan los requisitos para ayudar a mantener la mayor actividad posible y el mayor número posible de empleos.

- En la presentación se habló de un primer tramo para negocios «de menos de tres trabajadores», lo que significa uno o dos, pero en realidad en ese primer grupo entran los de tres empleados...

- Así es. Las ayudas son de 3.000 euros para los establecimientos de hasta 3 empleados, de 3.500 euros para los que tienen entre 4 y 10; y de 4.000 euros para los de más de 10 hasta 50. Quedan excluidas las empresas por encima de esa cifra y los negocios cuya fuente de ingresos principal antes de la pandemia era el reparto a domicilio, ya que su actividad no se ha visto interrumpida.

- Habida cuenta de que el tamaño de muchas plantillas se ha reducido con la crisis, ¿qué fecha se toma como referencia?

- El 31 de diciembre de 2019.

- El sector valora el esfuerzo pero sigue insistiendo en que es «insuficiente». Ha presentado un plan de rescate por 187 millones.

- Siendo sincero, cuesta entender esa cifra. Primero, porque hacen un cálculo de facturación en el que no está solo la hostelería, entendida como restauración, que es la que tiene la actividad suspendida, sino que incluye la de los hoteles, otros alojamientos y otros servicios como el catering. Segundo, porque establecen que se deberían abonar unos gastos de explotación basados en los de 2017, actualizados a 2020 mediante una fórmula, que bien podría ser otra, y que nos acerca a una hipótesis que nada tiene que ver con la situación actual. Entre otras cosas porque algunas instituciones ya han tomado medidas como reducción de impuestos, ERTE, complementos a las rentas más bajas, u otras bonificaciones. Y tercero, con un cálculo de crecimiento anual desde 2017 que no se corresponde con la inflación real.

- ¿Entonces?

- Somos los primeros que hemos constatado que la hostelería atraviesa una situación muy difícil y hemos actuado en consecuencia. Este año ya hemos puesto en marcha en este departamento un plan de rescate de 70 millones de euros, de los que 45 son para ese sector. El esfuerzo es evidente y la respuesta, rápida. El jueves pasado se anunciaron unas restricciones que entraron en vigor el sábado, y ya el martes aprobamos en el Consejo de Gobierno una orden de ayudas que entrará en vigor la semana que viene, con un plazo de admisión de solicitudes de 15 días. Pero hay que ser consciente de que este Gobierno no tiene la capacidad económica para asumir las pérdidas totales de todos los sectores. Hay otras actividades que también necesitan ayuda. Y ninguna administración por sí sola puede enfrentar eso ni con el mayor endeudamiento.

- Se ha creado una mesa interinstitucional para coordinar las políticas públicas con diputaciones y ayuntamientos que el miércoles tuvo su segunda reunión. ¿No se trabajaba ya de forma coordinada?

- Entiendo que puede haber una mayor coordinación y agilidad en las actuaciones que cada uno lleva a cabo para llegar de forma más eficaz a los ciudadanos.

- ¿Por ejemplo?

- El tema de los alquileres. Hay una propuesta de crear una mesa técnica específica sobre este tema. En el primer encuentro pedí a las instituciones corresponsabilidad y también celeridad en aportar los nombres de las mesas técnicas. Con el objetivo de compartir datos para hacer un mapa real de la situación, en este caso de los alquileres comerciales, y con ese mapa poder coordinar medidas. En este caso, por ejemplo, el Gobierno Vasco tiene la información de los depósitos de las fianzas; las diputaciones tienen los datos fiscales, que permiten saber, por ejemplo, qué locales han negociado una rebaja de precio; y los ayuntamientos gestionan el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

- ¿Se han negado?

- Las diputaciones me transmitieron que creen que ese cruce de datos debe tratarse en el Órgano de Coordinación Tributaria, por lo que no coincidían en aportar esa parte a esta mesa. Espero que en el OCT puedan compartirlos.

- ¿No se va a constituir entonces la mesa de alquileres?

- Yo tengo ideas y propuestas sobre esta cuestión, basadas en la corresponsabilidad del arrendador, pero también de la administración. Pero no tiene sentido constituir una mesa sin los representantes ni los datos de Hacienda de las diputaciones. Eso no quiere decir que desde este departamento no sigamos trabajando en alguna propuesta, pero deberá ser con otros enfoques y otras vías. Para que las medidas sean efectivas deben ser coordinadas y transversales. Por ahora nos centraremos en comenzar cuanto antes con la mesa de medidas económicas.

- ¿Qué opina de la polémica sobre los bares que venden café para llevar contraviniendo la norma mientras sí pueden hacerlo las panaderías-cafeterías?

- Es una cuestión que se tratará en la próxima reunión del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI). Mi opinión es que se debe dar una respuesta igualitaria para todos.