«La reproducción asistida debería tener como límite la edad de fertilidad de la mujer»

- Me parece totalmente banal. Habla usted de utilizar ingeniería genética, muy precisa y que no conocemos del todo, para algo como el color del iris. A lo mejor ese bebé nace con ojos azules y el pelo hirsuto.

- Aceptarlo me parece una irresponsabilidad por parte del sistema sanitario. No está prohibido. El asunto es en qué condiciones va a educar esa mujer a ese niño y si va a poder hacerlo, porque cuando tenga 15 ella cumplirá 75. En su día, la ministra Elena Salgado me llegó a pedir opinión sobre este tema.

- Para mí, el de la fisiología, por mucho que las técnicas superen a la naturaleza. La mujer pierde la fertilidad a partir de los 45 ó 50 años. A partir de esa edad, no tiene sentido. Ahora bien, usted puede decirme que hay hombres que son padres con 80 años...

- Bueno, ¡pero no vamos a obligarles a esterilizarse! Hay hombres que con 80 años dejan embarazadas a sus parejas. Si se ha quedado en estado es muy posible que sea más joven que él y que, por tanto, ella pueda hacerse cargo del bebé. No me parece adecuado entrar en la cama de las parejas. Cuanto menos nos metamos en la vida íntima y familiar de las personas, mejor.

- Aunque haya deducido usted esto de mis palabras, no es así. Hemos de garantizar sociedades plurales en las que estén presentes todas las ideas, incluida la de la vasija...

- Las feministas no se caracterizan por la ponderación. Me ofende muchísimo que a una mujer gestante, al hablar de maternidad subrogada, se le trate como una vasija. Lo que quiero decirle es que, como jurista, tenemos el Derecho, que nos sirve para regular la convivencia. Las leyes no pueden ir más allá. Por eso, la ética ciudadana ha de tener otras fuentes y, entre ellas, la religión, independientemente de las creencias de cada uno, desempeña un papel fundamental. Hay que saber escucharla.