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Los dos remedios de una doctora para paliar la resaca en Nochevieja: «Ibuprofeno y un zumo especial que aporta azúcar y vitamina C»

Pese a que la moderación es la primera advertencia, lo cierto es que en estas fechas el consumo de alcohol aumenta. La médico especialista en Endocrinología y Nutrición Myriam Belmar explica los mejores remedios para evitar el malestar

Laura Peraita

Lunes, 30 de diciembre 2024

Si hay algo por lo que se caractericen las fiestas navideñas es por los continuos brindis. Las bebidas alcohólicas son por excelencia un complemento importante en cualquier mesa navideña: para el aperitivo, para los primeros y segundos platos, para después del postre... Pero, cuidado, los excesos nunca fueron buenos. Lo malo es que muchas personas se dan cuenta tarde, al día siguiente, cuando un dolor de cabeza y un estómago revuelto lo recuerdan de forma incesante. Myriam Belmar, médico especializada en endocrinología y nutrición, explica que hay una serie de sencillos consejos que se pueden poner en práctica para aliviar esos molestos efectos de un elevado consumo de alcohol como el que ocurre en fechas como esta Nochevieja.

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Lógicamente, lo primero que aconseja siempre es la moderación, pero cuando se ha pasado el límite recomendable de graduación ingerida explica que lo más importante es empezar con la hidratación del organismo, puesto que el alcohol deshidrata el cuerpo.

Los remedios más saludables son:

  • Si uno sale de cena, y ya prevé que se va a consumir un exceso de alcohol, es muy conveniente dejar preparado en casa un zumo de naranja, echarle una cucharadita de miel y dejarlo bien tapado para que no se oxide. «Al tomarlo al llegar a casa tras la cena se consigue por un lado hidratar al organismo y aportar el azúcar que el exceso de alcohol ha disminuido. Además incorpora la vitamina C que ayuda a que el hígado metabolice mejor a ingesta», advierte Myriam Belmar.

  • Durante la comida o cena, es muy conveniente beber agua entre copa y copa de vino

  • Al llegar a casa por la noche, y si no se ha preparado el zumo con miel recomendado, se puede optar por beber un vaso de agua y, mientras uno se desviste para acostarse, tomarse otro vaso de una bebida isotónica, «que aporta al cuerpo los iones que se pieden con la deshidratación provocada por el alcohol», explica esta especialista

  • Al día siguiente, es necesario seguir tomando agua al levantarse o, mejor aun, una bebida isotónica

Una vez que llega el dolor de cabeza, la recomendación de la doctora Belmar es optar por un té verde, blanco o infusiones de tomillo. «Lo mejor es el pan tostado o pan o galletas de jengibre que ayudan a asentar el estómago y a eliminar la sensación de náuseas. Además, en vez de paracetamol, que va directo al hígado que ya está bastante castigado, es mucho mejor tomar ibuprofeno, y siempre habiendo comido algo antes».

En ese periodo tras una cena de excesos, a media mañana es muy buena opción tomar un plátano «que tiene azúcar y compensa el que se ha perdido por el alcohol, además de potasio», según recuerda esta médico especialista en endocrinología y nutrición. El zumo de manzana es otra muy buena decisión.

Reponer vitaminas y sales

Miryam Belmar asegura que no hay evidencia científica de que las pastillas de vitaminas B1, B6 y B12 eliminen los efectos de una resaca, aunque sí se puede percibir cierta mejoría. «Por ello, antes de comprar pastillas es mejor tomar alimentos que tengan estas vitaminas como la proteína animal, el huevo cocido o el atún al natural que, además, ayudan a limpiar el hígado».

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A la hora de la comida aconseja ingerir arroz o pasta, «que son muy digestivos para reponer sales y vitaminas. Un caldo de verduras también sienta muy bien al estómago», apunta.

El exceso de alcohol produce, por la bajada de azúcar en el organismo, una gran sensación de hambre, «por lo que hay que tener cuidado con la repentina y acelerada ingesta de grasas, hidratos de carbono... que pueden hacernos malas pasadas si, además, nos preocupa la dieta y el exceso de peso. «No hay que olvidar que un vaso de vino puede tener unas 78 calorías; es decir, que si en una comida se toman cuatro copas se alcanzan las 400 calorías y, si se trata de bebidas del alta graducación, una copa puede llegar a suponer 300 calorías».

Conviene, recuerda esta doctora, desterrar el mito de que si se toma una cañita, la resaca es más llevadera. Nada más lejos de la realidad. «Es añadir alcohol al organismo», advierte Belmar.

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