Cómo limpiar el fondo de las sartenes antiadherentes sin perder sus propiedades y evitar riesgos para la salud
Un estudio de la EHU ha detectado la presencia de compuestos químicos contaminantes comunes en sartenes antiadherentes en el plasma sanguíneo de menores guipuzcoanos
J.M.
Martes, 23 de septiembre 2025, 11:33
Las sartenes antiadherentes se han convertido en uno de los utensilios más preciados de muchos hogares por los excelentes resultados que se logran con ellas a la hora de cocinar. No obstante, mantener sus propiedades no siempre es tarea sencilla y su durabilidad requiere de ciertos cuidados que permitan conservar sus propiedades antiadherentes y evitar que componentes como los PFAS puedan transmitirse a los alimentos y terminar en el plasma sanguíneo, circunstancia registrada en Gipuzkoa tal y como ha informado la EHU, que en colaboración con Biogipuzkoa y el Departamento de Salud Pública ha detectado la presencia de estas sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas en menores de las comarcas de Urola y Goierri.
Unos compuestos químicos que conllevan efectos perjudiciales en el organismo humano, al que pueden acceder durante el embarazo, a través de la placenta, y seguir acumulándose mediante la lactancia, la alimentación, el agua potable, el aire contaminado o el contacto con productos que los contienen.
Es por ello que mantener el fondo de las sartenes antiadherentes limpio no solo alarga la vida útil de estos utensilios sino que se torna clave para evitar el trasvase de PFAS contaminantes. Así, los especialistas recomiendan evitar errores habituales en la limpieza como el uso de esponjas metálicas o abrasivas que pueden rayar la superficie y reducir la eficacia del revestimiento. En su lugar, aconsejan recurrir a esponjas suaves y detergentes no agresivos. Agua caliente y un poco de jabón lavavajillas suelen ser suficientes para desincrustar la grasa acumulada tras cada uso.
Entre los remedios caseros más eficaces para su limpieza también se se encuentran dos ingredientes comunes en cualquier cocina como el bicarbonato de sodio y el vinagre blanco. El primero, aplicado como pasta y dejado reposar unos minutos, ayuda a suavizar manchas persistentes sin dañar el material. El segundo, con propiedades desinfectantes, resulta útil para disolver grasa y olores. Tras emplearlos, es fundamental enjuagar bien la sartén con agua caliente.
El mantenimiento a largo plazo también juega un papel decisivo. Evitar calentar la sartén vacía y utilizar utensilios de silicona o madera en lugar de metal son prácticas que contribuyen a conservar el antiadherente en mejores condiciones. Cuando la base muestra deterioro evidente, sin embargo, lo más recomendable es plantearse su sustitución.
Algunos expertos sugieren realizar limpiezas más profundas de manera periódica. Hervir agua con unas gotas de jabón lavavajillas en la propia sartén permite ablandar residuos resistentes, que luego se retiran con facilidad. Para el secado, lo idóneo es un paño de microfibra que no raye la superficie.