La 'gaupasa' en el aeropuerto de El Prat de 180 viajeros que volaban a Loiu desde Ibiza
El retraso causado por dos percances técnicos obligó a desviar de madrugada a Barcelona el avión que tenía que haber aterrizado en Bilbao a las 22.50 horas | «Entre los que vivimos esta rocambolesca situación estaba Carlos Arguiñano, que acabó comiéndose un bocadillo de jamón», relata uno de los viajeros
josu garcía
Miércoles, 3 de julio 2019, 09:32
«Había una zona del aeropuerto con el suelo acolchado, como el que hay en los parques infantiles. El sitio allí estaba muy cotizado. Todos ... nos queríamos echar un rato a descansar sobre ese pavimento mullido para no tener que tumbarnos sobre los azulejos». 180 pasajeros pasaron la noche en vela en el aeródromo de Barcelona después de que el avión que les tenía que llevar el lunes a Bilbao desde Ibiza fuera desviado a la capital catalana por un cúmulo de circunstancias y fallos técnicos.
La odisea afectó a hombres, mujeres, niños de corta edad y una embarazada, que llegaron a Loiu finalmente este martes, con un retraso de casi medio día, y tras haber tomado dos aviones diferentes a horas intempestivas. Todo comenzó en el aeropuerto de la isla balear. Eran las nueve de la noche del lunes, cuando el pasaje del vuelo de Vueling VY3975 fue informado de que sufrirían un retraso por una serie de problemas técnicos.
A los pasajeros les fueron dando diferentes horas de salida hasta que varios de los presentes se percataron de que ya era demasiado tarde para volar a Bilbao. El aeropuerto vizcaíno cierra como muy tarde al filo de la una de la madrugada. Para ello hay que activar el conocido como PPR o periodo extendido de operación. Un protocolo que entra en funcionamiento para permitir a los aviones que vienen tarde aterrizar más allá de las 23.30 horas (el horario habitual de clausura de las instalaciones). Con el PPR, se puede tomar tierra sobre las 00.55 horas.
Aparece la Guardia Civil
«Era ya la medianoche y allí no aparecía nadie de la compañía. Y sabíamos que ya no podríamos entrar en Bilbao», cuenta uno de los afectados. «Hubo gente que se puso muy nerviosa y empezó a protestar y a exigir una solución al personal del aeropuerto». Tan acalorada fue la discusión que acabó apareciendo la Guardia Civil. Los agentes buscaron a la responsable de Vueling en Ibiza que, como se habían temido varios pasajeros, les informó de que no podrían volar al aeródromo vizcaíno al estar cerrado y que serían conducidos a Barcelona. Un portavoz de la aerolínea explicó este martes que el aparato que tenía que llevar a cabo el vuelo sufrió un percance en una rueda en una operación anterior y que, posteriormente, tuvo que pasar por mantenimiento. Todo ello hizo que acumulara un gran retraso.
La noticia cayó como un mazazo sobre el pasaje. A la una de la madrugada, un avión condujo a los desafortunados pasajeros hasta Barcelona, desde donde, al amanecer, abordarían otro vuelo en dirección a Bilbao. «Lo lamentable es que no nos ofrecieron hotel y estuvimos allí tirados. Nunca he visto tantos cuellos retorcidos. Todo el mundo intentaba dormir sin éxito. Ha sido agotador». Finalmente, a las seis de la mañana despegaron hacia Loiu, donde llegaron con «dolor de espalda» y «muy enfadados».
Carlos Arguiñano, entre los afectados
Los afectados por el desvío a Barcelona recibieron un bono de 15 euros para cenar. «Entre los que vivimos esta rocambolesca situación estaba Carlos Arguiñano, que acabó comiéndose un bocadillo de jamón», relata uno de los viajeros. El cocinero no quiso este martes comentar el percance vivido. «Está de vacaciones y quiere descansar», le excusó una persona de su entorno.
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