Con la vista puesta en el futuro desarrollo normativo de la Ley
Educación espera tener en otoño el texto cuyo contenido se atisba en los últimos decretos no bien recibidos por parte del sector público
La comunidad educativa tiene todos los sentidos puestos en el avance de la tramitación de la que será la nueva Ley que sustituirá a la actual que data de 1993. El departamento vasco de Educación está redactando el proyecto de ley que regirá la vida escolar una vez se apruebe en el Parlamento, que espera se produzca en la primavera del próximo años. Antes de que todo eso suceda los decretos de renovación de los conciertos educativos y el borrador del decreto de planificación avanzan lo que será parte de la organización en la educación vasca.
La dicotomía entre la red pública y concertada quedará teóricamente superada con la creación del sistema vasco de educación por el que la gratuidad de la enseñanza quedará garantizada siempre y cuando los colegios concertados que quieran acogerse a las subvenciones cumplan con unos requisitos impuestos desde la administración y por el que deberán rendir cuentas a través de auditorías. Esto levanta ciertos recelos entre agentes del sector público que ya han alzado la voz como Ehige, la federación de AMPAS, por más que se insista desde la administración que la enseñanza pública será el eje. Argumentan que en un ejercicio comparativo, si todos los centros van a estar al mismo nivel, los colegios públicos podrían salir muy perjudicados ante la elección de colegio de los padres en un momento en el que los escolares de nueva matriculación son cada vez más escasos .
Entre los requerimientos, la red concertada está obligada a reservar plazas para alumnos vulnerables. Queda por concretar en qué número y de qué tipo será esa vulnerabilidad porque la situación geográfica de los centros determina el tipo de alumnado que puede tener a su alrededor.
En cuanto a la planificación escolar la red concertada ya establecidos a través del decreto de concertación cómo se organizará en los próximos seis años para lo que contará con 679 millones de euros. Estos centros pueden desde este curso desdoblar aulas con 28 estudiantes en lugar de los 34 del curso anterior y establece un mínimo de 13 alumnos en Infantil para fomar una gela. La aprobación en junio de este decreto impidió a la mayoría de los colegios concertados replantear para este 2022-23 su organización.