«El reparto de alumnos vulnerables blinda de forma artificial centros concertados»

– ¿Qué valoración hacen desde Ehige de los nuevos índices de vulnerabilidad publicados esta semana?

– Esos datos se calculan teniendo en cuenta al alumnado de 2 y 3 años que vive en una zona de influencia concreta, ya que no tiene por qué estar matriculado en centros educativos de esa zona. La verdad es que nos han sorprendido los cambios que se han dado en algunas áreas, donde ha bajado o ha subido el porcentaje de forma sustancial. Para determinar si un alumno es vulnerable o no se valen de una encuesta idéntica a la que se realizó el curso pasado y que ya calificamos como poco objetiva.

– ¿Por qué?

– Porque, ¿cómo van a controlar que no haya un uso fraudulento del cuestionario? ¿Es válido utilizar un cuestionario para determinar el índice de vulnerabilidad de una zona? La encuesta que se ha realizado este año es idéntica a la del año pasado y entonces ya manifestamos que nos parecía opaca y que echábamos en falta la inclusión de datos económicos. Teniendo en cuenta que es un documento que condiciona absolutamente el proceso de admisión, debería ser mucho más objetiva. A esto, además, hay que añadir que existe una clara falta de transparencia por parte del Departamento de Educación. Aunque la normativa establece que corresponde a las Comisiones de Garantías de Admisión supervisar el proceso de admisión del alumnado, en las que participamos las familias, a día de hoy carecemos de la información necesaria para realizar dicha labor.

– En el informe del Isei-Ivei se especifica que el concepto de vulnerabilidad que se utiliza en la matriculación en los centros se basa en la vulnerabilidad socioeconómica.

– Para decidir si un estudiante es vulnerable o no se tiene en cuenta una encuesta rellenada por las familias en la que se les pregunta sobre la titulación académica de los progenitores, de cuántos libros o dispositivos electrónicos disponen o cuántos dormitorios tienen, cuartos, etc. Con las respuestas Educación decide si ese alumnado es vulnerable o no ponderando distintas variables. Por las informaciones que nos llegan de los centros el perfil de este alumnado es diverso, no se puede hablar de una tipología concreta.

– ¿Están de acuerdo con la forma de distribuir al alumnado del Gobierno Vasco?

– Nosotras apostamos por priorizar la escuela pública y garantizar una plaza pública a todo el que la solicite, cosa que no está ocurriendo en este momento. A la escuela pública no le sobra nadie, lo que necesita es contar con los recursos necesarios y adecuados para atender a todo tipo de alumnado.

– Continúe.

– Todo indica que las medidas contra la segregación escolar y, más concretamente, el reparto del alumnado vulnerable se han convertido en la herramienta para blindar el sistema educativo público-privado y para mantener de forma artificial a algunos centros concertados. No puede ser que estas medidas sean perjudiciales para nosotros y que nos quiten alumnos. Si hay suficientes plazas públicas no es necesario seguir concertando como hasta ahora. Es más, en el contexto actual de bajada de natalidad se siguen concertando nuevas plazas de 2 años en localidades que cuentan con plazas públicas suficientes, lo que demuestra un uso ineficaz de los recursos públicos.

– ¿Hay algo más que les preocupe en Ehige sobre este tema?

– Sí, la estigmatización de ese alumnado calificado como 'vulnerable' cuando es trasladado de centro cual mercancía. No solo eso, ¿qué pasa con las familias que han sido derivadas a un centro concertado y no pueden hacerse cargo de las cuotas?

– ¿Qué papel tiene la escuela pública vasca en la integración en nuestra sociedad de la población extranjera?

– Esta red educativa es la que ha demostrado su capacidad para atender a todo tipo de alumnado, independientemente de sus circunstancias personales. Pero es verdad que necesita de los recursos necesarios y adecuados para hacerlo de forma correcta.

– ¿La llegada de esta población puede repercutir en el nivel de euskera del alumnado?

– Puede ser, pero lo que está claro es que es un reto para nosotros. Casi el 100% del alumnado está en el modelo D y hay mucha diversidad en ese grupo. Ya no es como hace años, donde la gran mayoría de las familias eran euskaldunes. La situación sociológica ha cambiado y, por supuesto, lo primero debe ser reforzar el euskera de ese alumnado que no lo tiene como lengua materna. Pero también la parte cultural, que es lo que va a garantizar que luego lleven un proceso educativo adecuado junto a nosotros.

– ¿Necesitan refuerzos?

– Sí. No es suficiente con lo que nos están dando hasta ahora desde el Departamento de Educación, porque el reto cada vez es mayor. Cuando miras los datos ves que el nivel de euskera es bajo, incluso en el modelo D. Hay que analizar qué está pasando y poner refuerzos para que esos niños tengan los mismos derechos que el resto. El euskera es para todo el mundo.

– ¿Qué valoración hacen de los primeros meses de la nueva ley de Educación?

– El objetivo de la misma ha sido el de poner al mismo nivel a la pública y a la concertada, para dar más financiación a estos últimos, que es lo que siempre habían pedido. Nosotros, desde la pública, lo que planteamos era transformar el sistema educativo para que se fundamentara en la escuela pública, pero...

– ¿Qué?

– Han hecho justo lo contrario. Una sociedad avanzada y moderna como la nuestra necesita una escuela pública de calidad, que se aleje del sistema educativo actual.

– Entonces, ¿qué esperaban del Gobierno Vasco?

– Hicimos aportaciones a esa ley, pero no nos tuvieron en cuenta. Cosa que, insisto, sí han hecho con la concertada. Era una gran oportunidad para crear una escuela pública fuerte y atractiva, que responda a las necesidades que hay hoy en día en las familias vascas, pero no lo hicieron.

– ¿Qué necesidades tiene la escuela pública?

– Financiación, recursos... Al ponernos al mismo nivel que la concertada es no dar respuesta a nuestras necesidades. Nuestros recursos son limitados. Nos duele que no se haya tomado ninguna medida para crear plazas públicas.

– El 2 de junio celebrarán la 31ª fiesta de la escuela pública vasca. ¿Por qué han elegido hacerla en Ordizia?

– Porque su escuela pública es un buen ejemplo de comunidad educativa cohesionada, participativa e innovadora. Queremos mostrarla al exterior. El valor de lo público, el euskera y la cohesión y la diversidad son los ejes de la comunidad de la escuela pública de Ordizia y también de la escuela pública vasca. Estamos organizando todas las actividades en base a estos tres ejes.

– ¿Qué esperan de esta jornada?

– A lo largo del curso hemos realizado un montón de actividades que culminarán ese 2 de junio en Ordizia, donde confiamos en que se junten miles de personas que estén a favor de esta red educativa. Queremos reivindicar nuestro deseo de ser el eje del sistema educativo en Euskadi y esperamos que sea una jornada de alegría y disfrute para todos.