El vizcaíno desaparecido en Zaragoza tras una cita sexual trampa murió a golpes al resistirse al robo de su coche

Delgado, informático de profesión, separado y con un hijo, fue visto por última vez el pasado 6 de septiembre cuando salió de la casa de sus padres en Algorta donde vivía para pasar un fin de semana con una mujer a la que había conocido en una red social tres años antes. El hombre no volvió el lunes a trabajar, lo que desató las alarmas en su entorno. La Ertzaintza abrió una investigación por desaparición «de alto riesgo».

Los investigadores sospechaban que Delgado había sufrido el robo de su 'Mercedes 220' coupé rojo nada más llegar a la ciudad por parte de una banda de delincuentes. Los delincuentes pusieron el vehículo a la venta en internet con el DNI de la víctima y se lo vendieron por 11.000 euros a un tercero, que no llegó a acceder al coche. Precisamente, el padre del comprador se presentó hace unos días en la casa de los padres de la víctima reclamando el dinero que había ingresado en un número de cuenta facilitado por los ladrones y, al sentirse estafado, llamó desde allí a la Policía.

Según señala en su web 'El Heraldo de Aragón', la pareja vendió el Mercedes del fallecido a través de 'Milanuncios.com' tras usarlo, al parecer, para llevar el cadáver oculto en el maletero.

Siguiendo el rastro de rodadas del 'Mercedes' y su sistema de localización GPS, la Guardia Civil localizó el cadáver de José Antonio el pasado domingo en un campo de cultivo entre las localidades de Luceni y Boquñeni, en la Ribera Alta del Ebro. El cuerpo fue descubierto semienterrado por un vecino que paseaba por la zona.

El caso se encuentra bajo secreto de sumario y se han hecho cargo de la investigación agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), que buscaba a la mujer con la que la víctima iba a pasar el fin de semana. Al parecer, ésta pidió a José Antonio que le llevara a un sitio apartado para mantener el encuentro sexual y en el que se vio sorprendido por tres hombres que le asaltaron a golpes con el objetivo de robarle el vehículo.

Fuentes jurídicas ya habían informado de que los investigadores habían conseguido estrechar el cerco sobre los sospechosos y a su posible integración en una red criminal dedicada al robo que captaba a sus víctimas a través de una aplicación de contactos y de una mujer utilizada como cebo.

Una posibilidad que se deriva de la existencia de dos denuncias previas de hombres que aseguraron haber sido víctimas del mismo engaño mediante el mismo método en la provincia de Zaragoza pero que, sin embargo, salvaron sus vidas tras ser golpeados y amordazados apunta al mismo grupo criminal.