La demanda de las ayudas a la conciliación se recupera en Euskadi tras el fin de los ERTEs
La subvención más solicitada es la dirigida a las personas en excedencia para cuidar de sus hijos menores de tres años
La demanda de las ayudas a la conciliación se recupera en Euskadi tras el fin de los ERTEs y la reincorporación al trabajo presencial de ... los miles de vascos que ante la imposibilidad de acudir a la empresa han creado su oficina en casa. Así lo demuestran los datos con los que trabaja el departamento vasco de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, que desde comienzos de año registra un «aumento» de solicitantes en la mayoría de prestaciones destinadas a la conciliación de la vida familiar y laborar.
La ayuda a la conciliación más requerida en el primer semestre de este año ha sido la dirigida a la excedencia para el cuidado de personas menores de hasta 3 años y la de reducción de jornada para aquellos con hijos de hasta 12 años. 9.130 personas (2.908 en Gipuzkoa) han pedido esta prestación en los primeros seis meses de 2021, frente a las 7.571 de 2020. No obstante, solo se han aprobado 6.531 expedientes, cerca de un millar menos que en el mismo periodo del año anterior, cuando fueron 7.159.
Las ayudas para la contratación de cuidadores para los hijos también son de las más reclamadas últimamente. En lo que va de año, 247 familias vascas con niños menores de 3 años han querido acceder a esta prestación, de las que 71 eran guipuzcoanas. Pero sobre todo destaca la necesidad de cuidadores para los menores de 14 años puestas en marcha excepcionalmente por la crisis sanitaria del coronavirus.
9.130 personas han solicitado la ayuda de excedencia para el cuidado de menores de hasta 3 años y la de reducción de jornada hasta los 12 años en lo que va de año. El primer semestre de 2020 fueron 7.571.
El primer semestre de 2020 un total de 77 familias pidieron al Gobierno Vasco esta ayuda, frente a las 211 de este año. Es decir, se ha registrado un aumento del 174%. «En plena pandemia, con el confinamiento domiciliario, los pequeños estaban en casa, pero también sus padres, por lo que no necesitaban a nadie que les ayudara con los niños. Ahora, poco a poco, la situación empieza a volver a la normalidad», explica Irune Muguruza, directora de Familia e Infancia del departamento de Políticas Sociales del Gobierno Vasco, que aprecia una «tendencia al alza» en la demanda de todas estas ayudas a la conciliación, «cada vez más presentes en nuestra sociedad».
Ayudas Covid
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Personas trabajadoras para el cuidado de menores de 14. 211 solicitantes el primer semestre de año, frente a los 77 del mismo periodo de 2020.
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Cuidadora de dependientes Solo 2 solicitudes en Euskadi.
La primavera del año pasado fue atípica en todos los sentidos. A los ERTEs y el teletrabajo hay que sumarle el parón de las administraciones. «Pese a que existía la posibilidad de hace solicitudes vía web, no estábamos acostumbrados a ello». Ahora el contacto a través de este tipo de plataformas online es cada vez más común. Es más, muchos de los formularios se han enviado mediante internet también este 2021.
Permiso de paternidad
Una de las ayudas estrella ha sido la del permiso de paternidad igualitario, que desde enero ya cubre la Seguridad Social pero que Euskadi adelantó en forma de subvención para los padres que se acogieran a una excedencia de hasta 16 semanas, y así compartir la crianza del hijo. En el inicio, 28 personas solicitaron esta prestación en Gipuzkoa -64 en Euskadi-, frente a las 236 de este año -hay que pedirla una vez termina la excedencia-. Ahora ya son cerca de un millar (954) los vascos que dieron ese paso. El Gobierno central ha confirmado recientemente que los permisos de paternidad y maternidad serán de seis meses desde el próximo año 2022 en el Estado.
Con motivo de la crisis del SARS-CoV-2, el departamento que dirige Beatriz Artolabazal sacó ayudas de conciliación exclusivas para el momento. Sorprende, en cualquier caso, la poca demanda que registró la dirigida a contratar personas para el cudiado de familiares en situación de dependencia o extrema gravedad. Solo dos familias solicitaron este programa de apoyo en todo Euskadi -una en Gipuzkoa y otra en Araba- y a la guipuzcoana no se le concedió. «Esto vuelve a entenderse por el confinamiento domiciliario y la obligación de estar en casa, junto a esas personas que más nos necesitaban», aclara Muguruza.
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