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El psicólogo e investigador David Pineda ha establecido una relación entre los métodos de disciplina parental y el desarrollo de ciertos rasgos en la personalidad.
David Pineda, psicólogo infantil: «El trato a los niños les va a marcar la personalidad de adultos»

David Pineda, psicólogo infantil: «El trato a los niños les va a marcar la personalidad de adultos»

Una reciente investigación ha establecido relación entre los métodos de disciplina parental y el desarrollo de ciertos rasgos en la personalidad adulta

J.M.

Viernes, 28 de febrero 2025, 08:44

Un reciente estudio publicado en la revista Personality and Individual Differences y dirigido por investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche ha establecido una relación entre los métodos de disciplina parental durante la infancia y el desarrollo de rasgos de personalidad indeseables en la vida adulta. Los hallazgos sugieren que el abuso infantil, especialmente el abuso psicológico y físico severo, aumenta la probabilidad de que los individuos exhiban rasgos vinculados a lo que se conoce como la tétrada oscura. Este concepto engloba cuatro características interrelacionadas: narcisismo, maquiavelismo, psicopatía y sadismo, todas asociadas a comportamientos interpersonales negativos.

La investigación pone de relieve cómo las experiencias adversas en la niñez, particularmente aquellas originadas en el hogar, influyen en el desarrollo de estos rasgos. Aunque algunas teorías indican que un entorno familiar inestable puede llevar a una persona a desarrollar estrategias de afrontamiento que, aunque útiles en su infancia, resultan en características problemáticas en la adultez, aún se desconocen los mecanismos exactos que vinculan las experiencias tempranas con la personalidad posterior.

El estudio fue llevado a cabo con 370 adultos españoles, cuya edad variaba entre 18 y 80 años. Los participantes, en su mayoría mujeres y con estudios universitarios, completaron una encuesta en línea que incluía cuestionarios sobre sus rasgos de personalidad y experiencias de disciplina durante su niñez. Para medir la presencia de los rasgos de la tétrada oscura, se utilizó una versión abreviada de la escala de la Tríada Oscura, que incluyó afirmaciones como «La gente me ve como un líder natural» (narcisismo), «La mayoría de las personas puede ser manipulada» (maquiavelismo) y «La gente suele decir que estoy fuera de control» (psicopatía). El sadismo se evaluó con preguntas como «Pienso en lastimar a las personas que me irritan». Además, los participantes fueron cuestionados sobre las tácticas disciplinarias de sus padres a través de una escala que abarcaba desde la disciplina no violenta hasta la agresión física grave.

«Nuestro interés en este tema surge de la amplia literatura que relaciona la adversidad infantil con la conducta antisocial en la edad adulta», afirmó David Pineda, profesor adjunto y director de la Unidad de Psicología Forense de la Universidad Miguel Hernández de Elche que ha llevado a cabo la mencionada investigación junto a otros investigadores.

Los resultados mostraron que las formas más severas de disciplina, como la agresión psicológica y física grave, estaban significativamente relacionadas con mayores puntuaciones en los rasgos de la tétrada oscura. En particular, la agresión psicológica se vinculó a la psicopatía y el sadismo, mientras que la violencia física grave estuvo asociada con el maquiavelismo, el narcisismo y, en menor medida, con la psicopatía. A pesar de que la disciplina no violenta o los castigos físicos leves no mostraron una relación tan fuerte con estos rasgos, las tácticas más extremas tuvieron un impacto notable en la personalidad adulta.

David Pineda, profesor de Psicología Forense de la Universidad Miguel Hernández de Elche y director del estudio, señaló que los resultados subrayan la importancia de crear entornos de crianza no violentos. Los hallazgos sugieren que las prácticas parentales extremas pueden influir de manera distinta en el desarrollo de la personalidad, lo que resalta la necesidad de investigar más a fondo cómo los diversos tipos de disciplina impactan en aspectos específicos de la tétrada oscura.

Este estudio, aunque valioso, tiene ciertas limitaciones, como su naturaleza transversal, que impide establecer causalidades definitivas. Además, la muestra fue predominantemente femenina y con un nivel educativo alto, lo que podría afectar la generalización de los resultados. A pesar de ello, los investigadores subrayan la relevancia de sus conclusiones para promover intervenciones tempranas en familias con prácticas disciplinarias dañinas.

Pineda también destacó la necesidad de explorar cómo otros factores, como la predisposición genética o el apoyo social, pueden interactuar con las experiencias de disciplina para dar forma al desarrollo de la personalidad. En este sentido, investigaciones futuras podrían enfocarse en el papel de los factores protectores, como la resiliencia o las intervenciones terapéuticas, para mitigar los efectos de las adversidades infantiles.

«Nuestro estudio muestra que las experiencias de la infancia, incluida la exposición a una disciplina parental severa, pueden desempeñar un papel en la formación de rasgos oscuros de la personalidad. La agresión psicológica está particularmente vinculada a la psicopatía y al sadismo, mientras que la agresión física grave está asociada con el maquiavelismo, el narcisismo y la psicopatía. Estos hallazgos resaltan la importancia de fomentar entornos de crianza solidarios y no violentos, ya que las adversidades en la primera infancia pueden dejar huellas duraderas en el desarrollo de la personalidad y el comportamiento social», señaló el investigador.

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