Las diez noticias clave de la jornada
Pedro Miguel Etxenike, sonriente en la sede del DIPC en vísperas de ejercer de anfitrión en el festival de la ciencia Passion for Knowledge. ARIZMENDI

Pedro Miguel Etxenike | Presidente del DIPC

«La ciencia es una vacuna contra la intolerancia, la ignorancia, el integrismo y el dogmatismo»

San Sebastián acogerá a partir de mañana el festival Passion for Knowledge organizado por el Donostia International Physics Center

Javier Guillenea

San Sebastián

Domingo, 1 de octubre 2023, 02:00

Pedro Miguel Etxenike no da abasto durante estos días, en los que se prepara para servir de anfitrión a los prestigiosos científicos, entre ellos ocho premios Nobel, que participarán a partir de mañana y durante toda la semana en el festival de la ciencia Passion for Knowledge. El presidente del Donostia International Physics Center y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica subraya el papel de la ciencia como «semilla transformadora». «La ciencia y las demás ramas del conocimiento son más necesarias que nunca», afirma.

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– En la presentación de Passion for Knowledge' usted dijo que la ciencia es hermosa y divertida. ¿Qué tiene de divertido un átomo?

– Muchas cosas. Por ejemplo, la estabilidad del átomo debida a la física cuántica se logra mediante un equilibrio entre la atracción del núcleo por parte de la fuerza electrostática, y el hecho de que si se acerca demasiado y colapsa aumente su energía debido al principio de indeterminación de Heisenberg, es como aquellas novias que te decían tú me atraes, pero necesito mi espacio.

– ¿Y esto es divertido?

– Ver que la belleza de la naturaleza se debe a los átomos es divertido, al menos para mí. Pero en cualquier caso, yo quería decir que la ciencia es más bella que divertida.

– ¿La ciencia es bella?

– Sobre todo es hermosa. Yo me refiero a la belleza interna de la ciencia. Definir en qué consiste la belleza en matemáticas o en física puede ser muy difícil, lo mismo que cualquier otro tipo de belleza. Puede que no sepamos definir en qué consiste la belleza de un poema o de una sinfonía, pero eso no impide reconocerla cuando leemos ese poema y oímos la sinfonía.

– También destacó la idea de la ciencia como valor cultural y semilla transformadora. ¿Tenemos asumida la idea de la ciencia como parte de nuestra cultura?

– Yo creo que estamos mejorando muchísimo y en Gipuzkoa más que en otros sitios. Esto es fruto de una labor constante de instituciones como el DIPC, Nanogune, el Centro de Física de Materiales y otras, que han tomado como misión no solo avanzar en el conocimiento sino generalizarlo y extenderlo a la sociedad haciéndolo comprensible. Una sociedad que se preocupe por lo que pasa en las fronteras del conocimiento, que se preocupe con pasión por el conocer, que se dé cuenta de que lo importante no solo es conocer lo útil sino ser conscientes de lo útil que es el conocer, crea al hacerlo un clima de excelencia en el tratamiento de los demás problemas que se transmite por ósmosis al resto de las actividades de la sociedad mejorándola. Solo por eso merece la pena Passion.

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Sobrecarga informativa

«En la actualidad el exceso de información es en gran parte ausencia de conocimientos»

– ¿Y la semilla transformadora? ¿Qué hay que transformar?

– Es una semilla para transformar la economía, la cultura, la estética. En el año 1800 el 90% de la sociedad estaba en pobreza extrema y en 1980 estaban en esa situación 19 millones de personas en el mundo. La ciencia ha ejercido una misión humanizadora de la sociedad, no hay más que ver la medicina moderna. Hobbes decía que la vida en el pasado era sórdida, cruel y corta excepto para una privilegiada minoría, pero es que Carlos V, con toda su gloria, se retiró a morir a Yuste como un anciano decrépito a los 54 años. Hoy la ciencia no solo ha añadido años a la vida, sino vida a los años.

– ¿Se ven los frutos de la semilla que ha plantado Passion en todas sus ediciones?

– Yo creo que sí. Hay gente con la que de vez en cuando me encuentro por el mundo que me dice que se decidió dedicarse a la ciencia en los encuentros en Passion. En junio estuve en Cambridge y me vinieron dos investigadores que me recordaron las charlas en las que estuvieron.

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– ¿Qué puede hacer el pensamiento científico en tiempos de sobrecarga informativa y de 'fake news'?

– La ausencia de información era en el pasado ausencia de conocimiento. Ahora, el exceso de información es en gran parte ausencia de conocimientos. Hace falta un pensamiento crítico para saber discernir, seleccionar y manejar con inteligencia la información para ser menos susceptibles de populismos demagógicos.

Inteligencia Artificial

«La inteligencia artificial va a aportar grandes cosas para el futuro, pero hay que regularla cuanto antes»

– ¿La ciencia es una vacuna?

– Es una vacuna contra la intolerancia, contra el fundamentalismo, el integrismo, la ignorancia y el dogmatismo.

– ¿Es más necesaria que nunca en estos momentos?

– La ciencia y las demás ramas del conocimiento son más necesarias que nunca. El espíritu crítico y la duda metódica son necesarios para navegar en esta confusión actual. Los problemas de la humanidad no tendrán solución con menos ciencia, sino con más ciencia, aunque tampoco tendrán solución solo con conocimiento sino con comportamiento y con otros valores.

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– En cambio, a los gobiernos están llegando gobernantes que dan la espalda a la ciencia.

– Sorprendentemente hemos asistido a manifestaciones de Bolsonaro y de Trump, por ejemplo, que rozan lo criminal.

– ¿Ha visto la película 'Oppenheimer'?

– Me gustó, aunque es demasiado larga.

– En la película se muestra el mal uso que se le puede dar a la ciencia.

– Las armas nucleares son la peor contribución que ha traído la ciencia pero, ¿dónde está el origen de estas armas? ¿En el cálculo infinitesimal? Este es el gran debate de la ética en ciencia. Oppenheimer se muestra al final contrario a las bombas atómicas. Cuando salió la posibilidad de crear una bomba de hidrógeno estaba en contra y además creía que era imposible, pero cuando vio la solución que Stanislaw Ulam dio al problema técnico que suponía empezar la implosión, quedó tan deslumbrado por su belleza que dijo que era 'technically sweet', que significa algo así como técnicamente hermoso. La ciencia es la gran aventura de la humanidad, yo soy entusiasta de ella, pero eso no significa que esté al margen de la crítica en función de sus grandes logros.

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– La belleza también puede ser letal.

– La dualidad de la ciencia siempre existe. Todo avance hacia lo desconocido a veces encierra en sí una amenaza, por eso cada vez más los avances científicos nos meten en una ética de la incertidumbre.

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– ¿La inteligencia artificial es un ejemplo de lo que puede ocurrir si estos avances caen en malas manos?

– Así como las armas nucleares llegaron y fue muy difícil su regulación, en biología molecular se ha llegado a tiempo para regularla y en inteligencia artificial estamos a tiempo de hacerlo. La inteligencia artificial nos va a aportar grandes cosas para el futuro, para la propia ciencia. Hay muchísimos aspectos buenos y debemos mirarla como una oportunidad, lo que exige una regulación inteligente que debe hacerse cuando antes, aunque va a ser difícil.

- ¿A qué se debe esa imagen de la ciencia como algo árido?

- Es algo que siempre me ha sorprendido. Yo creo que un profesor de literatura puede transmitir desde el primer momento la belleza de un texto, pero un profesor de física teórica no puede hacerlo. Se necesita un alto entrenamiento en las matemáticas y en unos conceptos, lo mismo que uno no puede disfrutar de Shakespeare sin haber sufrido durante algún tiempo con la gramática inglesa. Esa imagen árida se debe a la dificultad de llegar a un umbral donde ese disfrute sea posible y también seguramente a la incapacidad que tengamos muchos de transmitir esa belleza.

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- ¿Los profesores deben transmitir pasión por lo que hacen?

- Mi experiencia es que quien tiene pasión por algo, lo transmite. La mejor aportación de un profesor es despertar en el alumno el afecto por la materia.

- Otra imagen de la ciencia es que es cosa de cuatro raros.

- Por eso son importantes festivales como Passion for Knowledge, en los que además de la belleza de la ciencia se transmite su importancia económica y también su aspecto cultural, que nos enseñe a pensar críticamente. No es una cuestión de cuatro raros. A mí me gusta mucho la serie 'The Big Bang Theory', en la que hay cuatro genios que son unos frikis. A la gente le gusta y se ríe, pero nadie quiere ser Sheldon Cooper. ¿Quién quiere ser como él? La ciencia no es cosa de cuatro raros. La de vanguardia pertenece a una elite igual que el fútbol o la literatura. Los que están en las cimas siempre parecen raros, pero las cimas solo surgen en grandes cordilleras y la ciencia es una obra colectiva que se debe a los anteriores y a miles de personas.

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- ¿Passion for Knowledge contribuye a mostrar la verdadera imagen de estas personas en la cima?

- Son como los demás. Casi todos los que he conocido son normales, lo que no quiere decir que no tengan sus peculiaridades.'

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