La ampliación a tres carriles de la A-63 entre Biriatou y Biarritz se abre con un año de retraso
La demora en las obras y en la llegada de la autorización del Estado ha provocado que no se permitiera la circulación hasta ahora
Cuando se habla de obras, parece que en todos los sitios cuecen habas. Los retrasos en la ejecución de carreteras, vías de tren o cualquier otra obra civil no son solo patrimonio de este lado de la frontera. Pasando la muga, en Francia, ocurre tres cuartos de lo mismo. Para muestra un botón. La apertura de la ampliación a tres carriles de la autopista francesa A-63, entre Biriatou y Biarritz, ha llegado un año después de lo previsto, pero ya está abierta a la circulación para todos aquellos vehículos que crucen la frontera por la vía de peaje. El retraso se debe, por un lado, a complicaciones en los trabajos, y por otro, a la demora en la obtención de un permiso estatal preceptivo para poder abrir la carretera. Así pues, en lugar de estrenarse en junio del año pasado, se ha abierto ahora.
Y han sido casi cuatro años de obras y balizamientos para sufrimiento de los camiones y coches que a diario pasan por la A-63 entre Biarritz y Biriatou. Por no decir nada de la limitación de velocidad y los radares que, según confiesan muchos conductores, han «asado» a multas a más de un guipuzcoano.
La obra comenzó en septiembre de 2014 y, durante casi cuatro años, en ese punto, la carretera ha estado estrechada entre pantallas de hormigón. En un primer momento se dijo que los trabajos, en los que se han invertido 240 millones de euros, finalizarían en junio de 2017. En este plazo, se contaba con los parones técnicos de los trabajos, de junio y hasta septiembre, para no entorpecer más el denso tráfico vacacional que acostumbra a tener la carretera de peaje gala.
Pero los plazos no se han cumplido. Según señalan a este periódico fuentes de Vinci Autoroutes, gestora de la A-63, por un lado ha habido un retraso en la finalización de las obras, cuyo grueso se finiquitó a finales de 2017, si bien hasta marzo de 2018 no se terminaron de rematar todos los trabajos. ¿Y qué ha ocurrido desde marzo hasta aquí? Pues que la carretera ya estaba ampliada a tres carriles, pero se ha mantenido casi tres meses con la vía nueva balizada con pivotes y con limitación de velocidad a 90 km/hora, a la espera de «la validación de los trabajos» por parte de la Administración del estado francés. Ese permiso llegó la semana pasada y la carretera ya está abierta «salvo en algunos puntos concretos en los que sigue el balizamiento a la espera de los últimos detalles».
22 kilómetros
Los trabajos de ampliación en esta parte de la autopista son la continuación de los que se realizaron hace pocos años entre Biarritz y Ondres (al norte de Bayona), 18 kilómetros de autopista que cuentan ya con tres carriles de circulación en cada sentido.
Ahora, los que se han abierto, son los 22 kilómetros más cercanos a la frontera, entre Biriatou y Biarritz. La obra se dividió en tres zonas: Biriatou-San Juan de Luz Sur (que incluye un nuevo puente sobre el río Nivelle), San Juan de Luz Norte y San Juan de Luz Norte-Biarritz. En total, la actuación en estos 22 kilómetros de la A-63 abarca siete localidades y consta de dos viaductos. Durante la intervención se han instalado 18 kilómetros de pantallas acústicas.
Además del tramo entre Biarritz y Biriatou, está en marcha el proyecto de ampliación de la A-63 entre Ondres y Saint-Geours de Maremnes. Son en este caso 27 kilómetros en los que se invertirán 300 millones de euros. Los trabajos de este último tramo durarán tres años así que, a partir de comienzos de 2020, la A-63 dispondrá de tres carriles de circulación en cada sentido en 67 kilómetros entre Biriatou y Saint-Geours de Maremnes.