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«El tango evolucionó lentamente; hoy todo va a una velocidad... sensual»Kandela Escuela de Baile (y mucho, muchísimo más) lleva más de un cuarto de siglo siendo mítica, siendo icónica, siendo tan inmortal como las más ... grandes academias de danza de esta ciudad (Garmendia, Fagoaga...). Fundada por Jess y por Manuela Gutiérrez que además de diva era, es, buena gente , su primer local estuvo en el Antiguo y a sus fiestas acudían criaturas de poder y poderío. Junto con Altxerri fue el escenario donde actuaron grupos que luego romperían las costuras. ¿Un ejemplo? La Cabra Mecánica. Hoy, con mucho poso, tronío y más reposo, las clases de salsa, bachata sensual, kizomba, Lady Style, Lindy Hop, Solo Jazz, New Style y Danza Consciente se imparten en Amara. Y las fiestas suceden en la sidrería de Patxi, Luis y Juanjo, en Oianume.
– Esas mejores profesoras son...
– Jenny Castillo, que en 2024 se proclamó campeona, en la categoría de solista, en el concurso internacional World Bachata Fusión y fue finalista en La Negra Dance Festival. Karina Rojas, grande muy grande cuando se trata de enseñar salsa...Ladies Style. Y por supuesto, la máxima dama del lindy hop, a la que reclaman como pareja desde Madrid o Barcelona todos los maestros que vienen a dar cursos u ofrecer exhibiciones. Ella, que llegó a conocer a Frankie Manning, magnífico bailarín que trabajó con Count Basie, Duke Ellington, Ella Fitzgerald o Billie Holiday.
– Hablas de Ana Minguez...
– Sí. Una de las fundadoras de la Donosti Lindy Hop Dantza eta Kultur Elkartea donde se bailan, se enseñan y difunden todos los ritmos asociados al jazz clásico. No solo el lindy, también el Authentic Jazz, el Tap, el Balboa...
– Iniciaste tu formación con Carmen Garmendia pero creo que puestos a recordar maestros debemos citar a 'Souba' ¿no?
– Es que yo empecé a bailar en la cubierta de los bacaladeros con los que íbamos hasta Groenlandia, ese lugar que Trump aspira a poseer. Recuerdo los grandes hielos, los icebergs, las islas. Recuerdo haber sentido que sus habitantes eran libres y liberales. Recuerdo el trabajo durísimo en el barco. Pero también había horas de descanso. Que yo llenaba bailando. Bailaba las canciones de Madonna, bailaba música disco. Y sí, fue un marinero gallego apodado 'Souba' ('sardina') quien me enseñó los pasos de un baile que se estaba poniendo de moda...
– ¿Cuál?
– ¡La lambada! Recuerdo también el caos maravilloso que provocábamos en los puertos cuando bajábamos a tierra tras cuatro meses de navegación y pesca, aquellos días de libertad, cuando todo parecía, era, posible.
– Te conozco hace 25 años y no sabía que habías sido marinero.
– Como mi padre. Como mi abuelo. Y aunque ahora vivo en Martutene, en una vieja fábrica cerca de la de Roca, ser, soy de Trintxerpe. Cuando dejé de ir al bacalao me enrolé en un barco cuya tripulación era toda de Orio. Hacíamos la costa francesa: sardina, verdel. Yo trabajaba bien y aunque no era euskaldun llegamos al acuerdo de entendernos porque en un barco has de saber lo que hace el otro para que no te pille un anzuelo o no se te enrolle una red al pie. En esa época y por lo dicho, por trabajar bien, el patrón me dejaba marcharme a clases de baile cuando echábamos el ancla. No tenía que quedarme a reparar redes o aparejos en puerto. Al tiempo, hasta aparecí en ETB y entre el público tenía a todos mis compañeros de marea. No sabes otra cosa...
– Seguro.
– Conocí a un investigador de la naturaleza en Barcelona. Y yo, que me sentía extraño entre la gente de tierra adentro, acabé pasando cuatro meses en ¡el corazón de la Amazonía! En el árbol más cercano a mi chabola había una tarántula gigante y no muy lejos, una tremenda serpiente. Dije a los habitantes de la zona que tendríamos que matarlas y me miraron entre asombrados y enrabietados, 'si tu destino es morir por picadura o veneno, morirás. Aquí no matamos a las criaturas de la selva'. Allí experimenté la misma sensación que en el mar...
– Es decir.
– La de estar vivo. Tan consciente de que mañana te puede comer un guepardo como en el mar lo era de que podríamos naufragar, engullirnos el mar. O el fuego.
– Me alegro de que regresaras . ¿Bailamos un poco? ¿Kizomba o bachata... sensual?
– El kizomba es un baile angoleño de ritmo muy rápido que de alguna manera dulcificó el zouk (antillano, haitiano) llevado allá por los militares cubanos. Imagínate un tango pero no tan señorial sino con movimientos de cuerpo más fuertes, intensos. Lo mismo pasa con ese estilo de bachata. No se trata de dar pasos sino de bailar con todo el cuerpo, moviéndolo entero, acercándote al de tu pareja que también lo está moviendo todo. Es la última moda. El tango evolucionó lentamente. Hoy, raperos, DJs, productores musicales revolucionan la bachata. ¿Sabes? No hay nada desconocido. Ningún ritmo del mundo queda fuera de las redes, de tu móvil.
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