Satisfacción antes del adiós

Los propietarios de las atracciones también se muestran satisfechos con lo que ha supuesto para ellos la vuelta a la actividad tras un año y medio de parón por la pandemia. Para Fernando, dueño de un puesto de tiro con escopeta, esta ha sido la primera feria a la que ha acudido desde la irrupción de la pandemia, y cuenta que le da mucha tranquilidad «recuperar el pan de cada día».

Francisco Martínez, de la atracción 'Speed', asegura que «el público de Donostia siempre responde muy bien, aunque todavía no se ha recuperado la afluencia previa a la pandemia». De hecho, este año se ha estipulado un aforo máximo de 1.700 personas que pueden estar a la vez dentro del recinto, con el objetivo de evitar aglomeraciones. Para las 17.30 de ayer ese cupo estaba ya cubierto y se empezaron a generar colas.

En el ya tradicional barco vikingo, que decora con su imponente presencia cada verano la bahía donostiarra, se encuentra María, que destaca «el cumplimiento generalizado de las medidas de seguridad, salvo contadas excepciones». Y José Manuel, del Dragón Infantil, corrobora esta percepción y desea «que más ayuntamientos, como el de San Sebastián, se animen a organizar ferias, que nosotros comemos de esto y ya se ha demostrado que son seguras».

Hoy es el último día de atracciones en el Paseo Nuevo donostiarra, con precios rebajados.