El Ayuntamiento de San Sebastián defiende su plan para frenar hoteles ante la crítica de EH Bildu

El debate llegó a la comisión de Desarrollo y Planificación del territorio que se celebraba por la mañana. Y donde EH Bildu había planteado una pregunta sobre el número de establecimientos hoteleros que se han autorizado durante la legislatura o que están en tramitación. La concejala de Urbanismo Sostenible, Nekane Arzallus, explicó los datos que adelantó este periódico el domingo y anunció el nuevo criterio sobre el interés general que regirá sus decisiones a partir de ahora para evitar que edificios catalogados como residenciales o de equipamiento se conviertan en terciarios.

Arzallus aseveró que en este momento «ya no vemos interés público» en abrir nuevos alojamientos. Y defendió que en los últimos años, su gobierno ha aprobado una normativa para regular los pisos turísticos y modificó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para exigir a los promotores la elaboración de un plan especial, que incluye una declaración de interés público para conceder el cambio de uso del suelo y que es «prerrogativa» del Ayuntamiento. Arzallus aseguró que ambas iniciativas iban orientadas a gestionar un «modelo de turismo sostenible» en la ciudad, y que la actual va en el mismo sentido porque «el interés público ya no lo vemos». Además, «seguimos estudiando más posibilidades dentro de nuestras competencias».

La delegada del PNV desgranó los datos que sustentan este cambio, que se tendrá en cuenta a la hora de conceder las licencias de las diez solicitudes que están sobre la mesa. La iniciativa, no obstante, según remarcaron fuentes municipales no es aplicable a licencias para hoteles en edificios que ya están en suelos terciarios y que no precisan cambio de catalogación. En los últimos cinco años, San Sebastián ha aumentado sus plazas hoteleras en 3.600 tras la apertura de 45 nuevos alojamientos. La ciudad cuenta en este momento con 11.272 plazas, suficientes, consideran en el gobierno municipal, para atender la demanda de turistas que hay, que poco a poco ha ido recuperando cifras prepandemia.

La explicación de Arzallus no convenció a EH Bildu, cuyo edil Ricardo Burutaran le espetó: «Deje de engañarnos». El concejal de la coalición independentista criticó al gobierno municipal por haber rechazado hasta ahora las iniciativas con ese fin presentadas por su grupo, la última en el Pleno de Política General de octubre, en el que EH Bildu instaba «a cambiar la normativa de forma que, para la modificación del uso residencial de un edificio a un uso terciario, se exija la tramitación y aprobación de una modificación puntual del PGOU y no únicamente la tramitación de un plan especial». Esta petición, explicó Burutaran, se basa en el «argumento» que el ejecutivo de Eneko Goia ha utilizado «mil veces» en los plenos para justificar que «no podían hacer nada» para no conceder las licencias a los hoteles abiertos en los últimos años. «Siempre que les preguntamos por una nueva licencia, han asegurado que tenían la obligación de tramitarla», le reprochó Burutaran a la concejala, al entender que este nuevo criterio presupone que hasta ahora también podían haberlo aplicado.

Y es que el nuevo criterio para frenar la apertura de establecimientos hoteleros no requiere de un cambio en la normativa ni modificaciones de PGOU, ya que entre la documentación exigida en el plan especial está la justificación del interés público, y concederla es una «prerrogativa» del Ayuntamiento. En esa percha jurídica basará el gobierno municipal sus negativas a alguno de los proyectos que puedan presentarse.