Gente de la ciudad

Reunión de la familia Soroeta

La fiesta se celebró en el pub Mambo en la calle San Martín, y fue Alvaro Cibrián, dj Alvaro Corz, que además trabaja en Seguros Cibrian, quien dirigió y puso el ambiente.

Los siete hermanos vivieron también en Haro y algunos de ellos en Caracas, pero todos acabaron sus días en su querida San Sebastián, donde eran conocidos por sus ganas de diversión y de cantar a la menor ocasión.

Los treinta y un primos Soroeta, con sus parejas e hijos, fueron convocados al evento en que todos recordaron historietas, cantaron el repertorio familiar y, como no podía ser de otra forma, degustaron las viandas dulces y saladas, pero sobre todo dulces, que cada cuál aportó: Merche Marcelino Soroeta, con su hija Mercedes, llegó con dos brazos de gitano; las hermanas Susana, que fue desde Madrid, e Inés Soroeta Parés compitieron por el triunfo al mejor brownie, siendo su hermano Chemi el jurado imparcial; Freddy Soroeta Bartl trajo un rico pannetone; Alvaro Ortiz de Zarate Soroeta les deleitó con una panchineta de Otaegui; Ana Isabel Soroeta Echart, que fue con su hija Inés, llevó ricos bombones.

Los hermanos Ortiz de Zárate Soroeta, Juan, Alvaro, Cristina, que vino desde Bilbao con su marido Javier, Piluca, Virginia y Txus, y Blanca, que acudió tras cerrar su tienda Maison & Deco, hicieron pleno para arropar a su sobrino, asistiendo varios hijos de la tercera generación, Alejandra, Gonzalo, Josema y Naiara, María y Adrián, Pablo; especial mención a Marta Cibrián Ortiz de Zárate, llegó desde Inglaterra donde trabaja como ingeniera en el Laboratorio Nacional de Física de Inglaterra y cómo no, al pequeño mago Mateo con sus sorprendentes trucos de magia.

Javier Marcelino, Eva Soroeta Bartl y su hija Marta Legarra Soroeta cantante –de ópera que entonó La Traviata–, Marta Soroeta, que hizo cantar a todos canciones de Atahualpa Yupanqui, Jorge Cafrune y Marito. Pedro Soroeta Liceras llegó con su hija Paula y su esposa Juncal. También asistió Carlos Soroeta Echart con su hijo Eduardo.

El mayor reconocimiento lo tuvieron la tía María, viuda de Luisón, y latía Rita, viuda de Josemi. Ellas disfrutaron del encuentro familiar que calificaron de mágico y que se repetirá.