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Ni es la primera vez ni han sido una o dos pintadas. La escultura de Oteiza 'Construcción Vacía', ubicada en el Paseo Nuevo, ha ... sido objeto de una nueva agresión vandálica, como ya ocurriera en 2021. El concejal de Mantenimiento Urbano, Carlos García (PSE), mostró ayer su «indignación» y explicó que el Ayuntamiento procederá a restaurar esta obra como ya hizo entonces tras contactar con la familia del difunto artista.
Adquirida por el Ayuntamiento en el año 2001 y colocada en el Paseo Nuevo en 2002, 'Construcción Vacía' es una obra de una serie de las presentadas por Jorge Oteiza para la Bienal de Sao Paulo de 1957 en la que el autor recibió el Premio Internacional de Escultura. Mide 6 metros de altura, 6,60 largo y 6,70 de ancho, y pesa 23 toneladas. La obra está protegida con el grado 'F' en el Plan Especial de Protección del Patrimonio Urbanístico Construido (Peppuc) de la ciudad.
Las pintadas aparecieron la semana pasada. Prácticamente todas las caras accesibles de esta escultura de acero corten presentan algún garabato, que están realizados en diferentes colores, lo que hace pensar que tras el primer grafiti o 'tag' se han ido efectuando otros.
Carlos García
Concejal de Mantenimiento (PSE)
«No es la primera agresión vandálica con pintura que sufre esta escultura, que también han sufrido otras, como el Peine del Viento. Es bastante lamentable el tener que padecer a diario pintadas que ensucian diferentes espacios de la ciudad, con todo el esfuerzo de limpieza que supone para el Ayuntamiento, pero si ya hablamos de una obra de arte colocada en la vía publica, que es patrimonio de todos y que es un orgullo para todos los donostiarra, la indignación crece».
El concejal de Mantenimiento explicó que solo para eliminar las pintadas de lugares y edificios públicos el Ayuntamiento se gasta 164.000 euros al año. Para casos como el de esta escultura hay que establecer un procedimiento distinto. «No se puede actuar con los métodos habituales que se emplean en los edificios, donde se actúa mediante agua a presión, porque entonces se dañaría la escultura». Esta intervención exigirá «una restauración minuciosa, con materiales y procedimientos adecuados y a cargo de profesionales».
El consistorio «está en contacto con la familia del escultor» para obtener el permiso correspondiente para poner en marcha la recuperación de la obra.
El procedimiento habitual es contactar con el Museo San Telmo para encargar este trabajo a especialistas en la materia, como se hizo en 2021. Entonces se encargaron de la tarea Regina Gómez-Cruzado y Cristina Fernández Palomo quienes explicaron a DV que «de lo que se trata no es de eliminar una pintura sino de recuperar a su estado original una escultura». Así, en vez de utilizar chorros de arena o de agua a presión, que degradarían las paredes de la obra, se trata de actuar a base de un 'fino pincel', aplicando la solución disolvente «más inocua o menos agresiva para afectar lo menos posible al metal, que tiene una oxidación natural que es difícil de mantener cuando se elimina un grafiti».
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