La oposición apuesta por reducir impuestos y tasas en Donostia para paliar las consecuencias del Covid

Los grupos van a presentar en los próximos días sus enmiendas a la propuesta fiscal del ejecutivo de Eneko Goia para el año que viene. El gobierno local defenderá una subida media del 1,18% de la presión fiscal, que incluye un incremento del IBI del 1%, un recargo a la vivienda vacía que pasará del 100 al 150%, un aumento de la tasa de basura y del saneamiento del 3%, con una congelación de la mayor parte de los demás tributos. Con este planteamiento, la administración municipal ingresaría el año que viene 1,8 millones de euros más que este año. El planteamiento del ejecutivo tiene en cuenta que este año la pandemia va a provocar un agujero presupuestario de unos 80 millones de euros y que se avecinan momentos complicados para la hacienda municipal.

Los tres grupos de la oposición creen que es momento de mirar más a la situación económica de la ciudadanía que a la salud financiera del Ayuntamiento y, sin tener una estimación concreta de lo que supondrían sus enmiendas en las ordenanzas fiscales, plantean reducciones de tasas e impuestos que implicarían una reducción de los ingresos propios de la administración.

EH Bildu va a presentar 17 proposiciones normativas y 5 enmiendas al proyecto de ordenanzas fiscales 2021. Su propuesta más novedosa es una reducción de un 25% de todas las tasas para aquellas familias cuya situación económica haya empeorado durante la pandemia y hayan tenido unos ingresos en 2019 inferiores a 30.097 euros, «renta media del barrio con menos renta de la ciudad», precisó el concejal Zigor Etxeburua. Esta menor recaudación se compensaría en parte con un incremento de las tasas de un 5% «a las grandes cadenas comerciales» que hayan tenido aumentos del 10% de sus beneficios durante el confinamiento. Respecto a las terrazas hosteleras, la coalición plantea una bonificación del 100% pero solo a las 10 primeras mesas de los establecimientos «frente a un 66% para todas las terrazas que plantea el gobierno municipal».

Respecto al IBI, EH Bildu apoyará el recargo del 100% del recibo para la vivienda vacía y planteará bonificaciones del 100% para quienes residan en alquileres sociales y del 90% para quienes tengan rentas antiguas y estén percibiendo AES. Aboga por reducir hasta el 1,2% la subida del 3% en la tasa de basura y saneamiento que defiende el ejecutivo y apuesta por aumentar un 4,2% la bonificación del reciclaje orgánico y el compostaje. En la OTA hace un planteamiento opuesto al del gobierno. Frente a una congelación de las tarifas del estacionamiento en rotación y una subida del 10% de la viñeta de residentes, pedirá que suba un 10% el primer concepto y se aplique un incremento del 1,2% para el segundo.

El PP sí tiene estimado lo que supondría la aprobación de sus enmiendas fiscales: un millón de euros menos de recaudación. Su portavoz, Borja Corominas, apuesta por «una revolución verde en la fiscalidad» que se concreta en bonificar «los usos y comportamientos que beneficien al medio ambiente». Plantea que los descuentos en el impuesto de vehículos pasen del 75 al 90% para los coches eléctricos y que se reduzca un 50% este tributo a los abonados de Dbizi. Los populares proponen que no paguen OTA los vehículos cero emisiones.

El PP propugna bonificar la tasa de terrazas de hostelería entre el 50 y el 100% para aquellos establecimientos que hayan tenido este año reducciones de la facturación de entre el 10 y el 50% por la pandemia. También defiende que las bonificaciones en el IBI por instalación de sistemas fotovoltaicos pase del 10 al 15% para viviendas de menos de 250.000 euros de valor catastral, y apoyará mayores bonificaciones en este impuesto en todos los tramos de familias numerosas y monoparentales.

La portavoz de Elkarrekin Podemos, Aitzole Araneta, señaló que son tiempos de «cuidar a los donostiarras» con una carga impositiva «más justa y equilibrada socialmente». Este grupo plantea congelar la tasa de basura y de saneamiento (820.000 euros menos para el Ayuntamiento), subir un 3% el IAE, e incrementar el recargo en el IBI a la vivienda vacía que pasaría del 50% actual al máximo legal de 150%. Elkarrekin cree que se podría recaudar entre 240.000 y 1.000.000 euros más por este concepto, pero no aclaró cómo dado que la lista de exenciones es muy amplia y no especificó cómo se agrandaría el número de viviendas objeto del gravamen.