Juan Karlos Izagirre | Portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Donostia
«La renuncia de Goia es el reconocimiento del fracaso de un modelo de ciudad»El exalcalde considera «agotado» el gobierno PNV-PSE y aboga por un cambio en las formas de hacer política del Ayuntamiento
Juan Karlos Izagirre (Donostia, 1963) apuesta por capitalizar «la desafección y el enfado» de la ciudadanía tras una década de mandato de Eneko Goia y ... asegura que la llegada de EH Bildu al poder en el Ayuntamiento es «cuestión de tiempo».
– Fue el único portavoz municipal que no asistió al anuncio de la renuncia de Goia. ¿Era un gesto calculado o la noticia le pilló en fuera de juego?
– Estaba fuera del Ayuntamiento, sí. Fue una sorpresa y en cuanto pude acudí al despacho.
– El portavoz del PP, Borja Corominas, dedicó unas palabras de agradecimiento al compromiso y sacrificio del alcalde. La primera reacción de EH Bildu, en cambio, fue ya crítica.
– Si hay que evaluar la actuación del alcalde, hay que hacerlo en todos los conceptos y circunstancias, pero le contacté para desearle lo mejor a partir de ahora.
«Se ha gobernado con prepotencia y sin intentar consensuar los proyectos. No se ha pensado en el bien común»
«Dentro del PNV habrán visto la desafección y enfado de los donostiarras y han obligado al alcalde a marcharse ahora»
– ¿Le sorprende que deje el cargo a mitad de legislatura?
– Sí, aunque más que dejarlo, le obligan a dejarlo. Esta renuncia es el reconocimiento implícito del fracaso de una forma de hacer política y de un modelo de ciudad. Imagino que dentro del PNV han visto la desafección y el enfado que hay entre la ciudadanía y han valorado que el alcalde no puede seguir.
– Goia asegura que no mira las encuestas...
– Es una decisión que se toma en el partido y se le obliga a marcharse ahora, por un interés partidista, de cara a las elecciones del 2027. El problema es que tanto el alcalde como Jon Insausti han anunciado que no cambiarán ni el proyecto ni el modelo de ciudad ni las maneras de hacer política. Con lo cual, casi diría que el relevo en la Alcaldía es secundario, aunque es curioso porque se supone que cuando un alcalde asume responsabilidades es para toda la legislatura.
– ¿Cree que ha incumplido su compromiso con la ciudadanía o al menos con sus electores?
– Nosotros lo que vemos es que este gobierno, tanto PNV como PSE, han hecho una política totalmente ajena a las necesidades de la ciudadanía. Yo incluso diría que dándole la espalda. Se ha generado una distancia tremenda entre el relato que han hecho y las decisiones que han tomado y la percepción que existe entre los donostiarras. Y encima, cuando los ciudadanos muestran su malestar, el gobierno les riñe, algo que no se puede hacer nunca. A la ciudadanía hay que atenderle, hay que escucharle, hay que estar con ella, hay que compartir sus inquietudes y ver los problemas que tiene, pero no se le riñe.
– Desde algunos sectores se acusa al gobierno de 'vender' la ciudad a intereses privados.
– Si por algo se han caracterizado estos diez años de coalición PNV-PSE es por la dejación de funciones. Han dejado el desarrollo de esta ciudad en manos de fondos de inversión, empresas de la construcción, sector turístico y hostelero... Entiendo el enfado de la ciudadanía y su percepción de que se ha gobernado más mirando al exterior que respondiendo a las necesidades reales de los donostiarras. Esta forma de hacer política ha actuado como acelerante y la consecuencia es que poco a poco Donostia se ha ido desfigurando, homogeneizando con otras ciudades y perdiendo su propia identidad. Además, los ciudadanos ven que han perdido calidad de vida porque al dejar las decisiones en manos de unas élites se encarece la vida, se encarece la vivienda, se ocupa el espacio público y los vecinos se sienten incómodos en sus propios barrios, calles y plazas. Este sistema de gobernanza y este modelo de ciudad están agotados y ahí radica la clave de lo que ha sucedido con la salida de Goia.
– Hablando de modelos, el alcalde advierte de que el de EH Bildu, al menos lo que ha podido conocer, no le gusta nada.
– Yo le diría que lo que necesitamos no es un cambio de persona, lo que necesitamos es un cambio de gobierno, que es lo que va a traer de verdad un cambio en el modelo de ciudad, en la manera de hacer política. Y ese será un gobierno liderado por EH Bildu. Eso va a ser así, es cuestión de tiempo.
«Hay que abrir las puertas del consistorio, abrir los despachos, estar con los vecinos y escuchar qué problemas tienen»
«No es momento de decir quién liderará EH Bildu en 2027. Solo puedo decir que me siento arropado por los ciudadanos»
– ¿Y cuál es su modelo?
– Lo primero es que hay que actuar con la ciudadanía, o sea, hay que abrir las puertas del Ayuntamiento, abrir los despachos, estar con los ciudadanos y escucharles. Entender por qué se están quejando, qué problemas tienen. Así se resolvió, cuando gobernamos la ciudad, el tema de las inundaciones. Los vecinos estuvieron en los lugares en los que se decidía cuál era el nuevo plan de emergencia, qué tipo de actuaciones había que hacer en la vega del Urumea, qué expropiaciones y qué terrenos había que comprar para poder ejecutar todas esas planificaciones. Estaban en los despachos donde se decidía y el gobierno estaba en la calle con ellos. Y si había que ponerse las katiuskas, nos las poníamos e íbamos allí. Ahora, en cambio, el gobierno se enfada con los que hacen auzolan (en la parcela con amianto de Altza) y les dice que está mal hecho. El modelo actual es tomar las decisiones al margen de lo que piensa la ciudadanía, dándole la espalda, no compartiendo sus inquietudes e incluso riñéndole si protesta. El nuestro es un modelo en el que no podemos aceptar una Donostia tan desequilibrada, en la que hay una zona en la que se vuelcan muchas de las políticas que se hacen y otras en la que se decide que tiene que ser donde vaya la vivienda protegida, donde vive la clase más modesta. Así se estratifica la ciudad y creemos que tiene que ser mucho más equilibrada, tender a que haya gente de todos los segmentos en todos los barrios, a que haya actividades económicas mezcladas con las residenciales y con las de ocio en todas las zonas. Con toda la razón del mundo, hoy los barrios se quejan porque se sienten desatendidos.
– ¿Ese cambio de modelo lo encabezará Juan Karlos Izagirre?
– No es tiempo de decir quién va a liderar el proyecto de EH Bildu en las próximas elecciones. Hay que recordar que, por mucho que se haya ido el alcalde, nos queda casi la mitad de la legislatura y tenemos mucho trabajo por delante. Lo único que puedo decir es que en este momento estoy muy cómodo trabajando con los ciudadanos, afrontando los compromisos que hemos adquirido y me siento arropado por ellos. Hay una reciprocidad entre la ciudadanía, las inquietudes que expresa y la labor que intentamos llevar adelante desde EH Bildu.
– ¿La experiencia como regidor puede jugar a su favor?
– La juventud, como decía Pepe Mujica, se corrige con los años. La edad de los candidatos es algo a lo que no le doy mayor importancia porque según vas haciéndote mayor adquieres más experiencia. Pero yo no lo veo de mayor importancia. Lo importante es el modelo que defiende quien está ejerciendo la política. Y el de Insausti es un modelo caduco.
– ¿Qué ha sido lo peor de la etapa de Goia?
– Que se ha gobernado con prepotencia y sin escuchar ni intentar consensuar los proyectos con la ciudadanía y los agentes y partidos políticos. En consecuencia, muchas decisiones que se toman generan rechazo. Un claro ejemplo es el metro, que el propio PNV calificó en 2013 como obra faraónica e innecesaria en Donostia. O la estación de autobuses, que se hizo en el Centro, en contra del interés general, cuando todo el mundo sabía por los datos que iba a generar problemas de tráfico y se iba a quedar pequeña. En definitiva, no se ha pensado en el bien común sino que han prevalecido otros intereses.
– ¿Le molesta que Goia le incluya en el 'club del no'?
– El 'club del no' son PNV y PSE porque han dicho que no a cientos de propuestas de EH Bildu durante estas dos legislaturas y media, algunas en temas fundamentales como la vivienda, que es uno de los principales problemas de la ciudad, si no el principal. El gobierno municipal se sigue empeñando en hacer lo mismo que se ha hecho en las últimas décadas y los resultados no han sido buenos. En el Pleno monográfico sobre vivienda presentamos 21 propuestas realizables que se hacen en otras ciudades y tienen buenos resultados, pero el PNV votó que no a todas. ¿Quién es entonces el 'club del no'?
– Para justificar algunas votaciones, el gobierno municipal suele recordar lo que EH Bildu hizo o dejó de hacer entre 2011 y 2015.
– También dicen que en 2015 se encontraron una ciudad parada, pero luego cuando sacan pecho de todo lo que se hecho desde entonces olvidan que muchos de esos proyectos se trabajaron y encauzaron durante nuestro mandato: Tabakalera, estación de autobuses –aunque no fuera el sitio idóneo–, el plan contra inundaciones del Urumea, el puente de Astiñene, Ciudad Jardín, Carlos I, proyectos urbanísticos, reglamentos diversos... No es verdad que no se hicieran cosas, bien y mal, como todo el mundo, y la afirmación de que en 2015 estaba todo parado es directamente falsa. Y además, en plena crisis económica, se dejó un Ayuntamiento saneado como muy pocos en aquella época.
– ¿La Donostia que hereda Insausti es objetivamente peor que la que dejó Izagirre en 2015 o solo diferente?
– Yo creo que en 2011-2015 se encauzó una ciudad que iba a tener unos cambios importantes y la pena es que algunos de esos proyectos se quedaron en un cajón, como Sagüés, otros se retrasaron y otros, como Pescadería, directamente se cambiaron.
– ¿Qué objetivos mínimos consideraría aceptables en este año y medio que falta hasta que concluya la legislatura?
– Nosotros damos por terminado el modelo PNV-PSE. Esto se acabó. La ciudad empezará a cambiar cuando se cambie de gobierno y en ese gobierno el liderazgo lo va a tener EH Bildu. Partiendo de esa premisa, lo que esperamos para lo que queda de legislatura es que no se acometan actuaciones que enfaden todavía más a la ciudadanía y que lo que estaba bien encaminado no se estropee. Nosotros creemos en una Donostia de futuro que pivote sobre tres ejes: la costa, el Urumea y la variante, cuya integración en la trama urbana nos permitirá reequilibrar la ciudad y traerá un montón de oportunidades para barrios que están necesitados de nuevos servicios y equipamientos. Va a suponer una revolución en la movilidad. Todo eso hay que hacerlo con el modelo de política que ponemos nosotros encima de la mesa y no con el actual.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión