Ciudadanos | Manu Aguilar Arrazola
«De joven oía a Luis Mariano y a Elvis. Hoy, el buen rap de mi sobrino»Tiene disco este cantante melódico, disco con 'Delillah' y 'Sapore di sale'...
Realmente es un buen tipo. Un ser humano bueno. Moralmente elegante. Sabio, vivido, viajado. Jugó al fútbol. Como un hermano suyo que lo fue todo ... en el Girondés de Burdeos. De maneras y palabras suaves, se emociona al recordar a la madre y a ese hermano que murieron pero a los que cuidó amorosamente. Es una buena persona. Y un buen cantante melódico. Un 'crooner', si quieren llamarle ustedes así. Hace versiones. Tiene voz de barítono pero a veces la coloca muy cerca de la tesitura de tenor. Toca en residencias, en bares que miran al mar, en las ventas de la muga. Tiene un disco con 12 temas. Grabados en Madrid. Tiene un amigo que hace como de representante; un histórico de la guitarra y la radio, Pedro Ortega. Nos conocimos en el bus que lleva a Irun.
– ¿Nacido en Andujar? ¿Con ese Arrazola de segundo apellido!!
– Mi madre (Dolores) tenía sus orígenes familiares en Oñati. Yo he vivido en Portugalete. En Italia y mucho en Francia. Hace años y durante mucho tiempo en Mérignac, allá por la Gironde. Ahora me he afincado en Hendaya. No muy lejos de mis sobrinos. Uno de ellos estudia leyes. El otro oye y hace rap. ¿Sabes? No pensaba yo que el rap llegara a gustarme. No me agrada oír palabras malsonantes en una canción pero estoy empezando a escuchar buena música urbana con letras muy trabajadas. Y me gusta.
«Dicen que 'El Rey' tenía mil canciones y en sus shows jugaba con 35. Yo tengo 800 y en mis conciertos llego a usar 50 porque mis recitales en el faro de Higuer o en la venta Peio tienen una hora de comienzo pero nadie sabe cuándo terminan»
– Es de gente sabia evolucionar. Se empieza de joven oyendo a Luis Mariano y se hace uno mayor escuchando Snoop a Dogg.
– De chico Luis Mariano me maravillaba, ¡qué potencia de voz, qué chorro! Y al mismo tiempo, cuánto lirismo. Luis Mariano, sí, pero no te puedes imaginar lo que sentí cuando oí a Presley cantar 'Can´t help falling in love'. Me fascinó. Tanto que hoy es el día en que resulta ser uno de los temas más recurrentes en mis recitales. Y lo he incluido en el disco.
– Donde también se oye el 'Delillah' de Tom Jones, el 'Sapore di sale' de Gino Paoli, ese 'Is now or never' y 'Por el amor de una mujer'. De Julio, Iglesias.
– Me parece otro de los grandes. De los grandísimos. De acuerdo, no tiene mucha voz pero ¡cómo sabe usarla, cómo la controla!
– A aquel chaval que fuiste no le bastaba con maravillarse con Luis Mariano y 'El Rey'. Quería ser como ellos, quería cantar.
– Entre los 16 y los 20 años formé grupos y más grupos de música. Y participé en decenas de concursos de canto. Aquí y en Francia. Recuerdo uno muy especial. Fue en la década de los 90.
– Sé a cuál te refieres, 'Izar bila'. Se celebraba en Bilbao. Te presentaste y dejaste turulato a José Linaje, un artista de mil registros (profesor de canto a director de casting, estuvo con Mocedades y con Trigo Limpio...)
– Ha participado en musicales de la fuerza de 'Mamma Mia!' o 'El fantasma de la Ópera'. Insistió en que participase, no me aceptaba un no por respuesta. Fui muy feliz en aquel concurso en el que participaron Raúl de Vitoria y la tremenda Marifé Nogales. Conocí a La Oreja de Van Gogh. Estaban empezando. Eso significa que estaríamos en 1996. ¿Sabes algo de Amaia? Nos hicimos, creo, amigos. Sé que lo ha pasado mal, que cayó en la oscuridad. Me gustaría mandarle mi cariño. Yo aún lloro pensando en mi madre y mi hermano. Los cuidé. Recuerdo que no pude presentarme a 'Got Talent' porque ya estaban mal. Recuerdo también que mi hermano me hizo jurarle que nunca dejaría de cantar. Pero dolía tanto...
–Lo habías hecho en salas de Bélgica. Pasaste años en Gran Bretaña. Llenabas bares en Glasgow... Como ahora llenas las ventas de la frontera. O la terraza del bar del Faro.
– Pero estaba sin ánimos, sin fuerzas. Hasta que un día en un bar de Irun conocí a Pedro Ortega, que ha estado en un puñado de radios guipuzcoanas, todavía toca temas de Santana con su guitarra y hasta tiene banda, Black Moon. Se empeñó en que tenía que volver. Como se había empeñado también, antes, Juan Carlos Irizar (¡qué bueno era!). Antes de morir quiso que le acompañara a hacer música por los hospitales. En el fondo, yo canto para hacer feliz a la gente. Y por eso he vuelto. Porque me gusta que mi público se ponga a bailar. Y que parezca que mis conciertos no tienen fin. Algunos los alargamos dos horas más... después de haberlos acabado.
–¿En serio?
– Es que no puedes terminar. Ves que bailan señoras de 80 años y que acaban uniéndoseles en el baile sus nietos adolescentes. Es que tu espectáculo continúa con la puesta de sol sobre el mar. Tu música llega hasta el bosque. Es que estás ahí en Venta Peio, en Behobia, y alguien te pide otra más, 'Aline'. ¿La conoces?
– Claro, temazo de Christophe. Muy sesentero, 'Et j'ai crié, crié ¡Aline! pour qu'elle revienne'.
– ...'Dibujé su rostro en la arena pero la tormenta lo borró(...)'. Estoy incluyendo nuevas canciones en mi repertorio. Nino Bravo, por ejemplo. Era genial. Debo estar a su altura. El día que cante 'Al partir un beso y una flor' la gente no querrá que llegue la noche.
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