El hombre fallecido el lunes en aguas de la Zurriola es un jubilado donostiarra de 62 años

Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la investigación, parece descartada la hipótesis de una muerte violenta, dado que el cadáver no presentaba signos de lesiones compatibles con un hecho así. Con motivo de la falta de personal forense en el Instituto Vasco de Medicina Legal de Gipuzkoa, el cuerpo fue trasladado a las dependencias de este centro en Bilbao para practicarle la autopsia, que será la que determine si el fallecimiento se debió a una muerte natural antes de precipitarse al mar o a una caída accidental previa al ahogamiento. En cualquier caso, el cuerpo no permaneció mucho tiempo en el agua, según las mismas fuentes consultadas. Nada apunta a que se tratara de un suicidio.

El fallecido, de 62 años, se había jubilado recientemente en una empresa de ascensores y era aficionado a la pesca y a la naturaleza. De hecho, era socio de un club de pesca en la zona de la Zurriola, donde ayer desconocían si el hombre había ido esa tarde a pescar. En el momento en el que fue divisado flotando por personal del catamarán 'Ciudad San Sebastián', vestía pantalón corto, camiseta y calzado propio para el senderismo. No portaba documentación, pero la Ertzaintza pudo conocer su identidad cuando la familia denunció su desaparición y los detalles que aportó sobre su vestimenta y algún objeto personal coincidían con los del fallecido. Sin embargo, la certificación de la defunción requiere la confirmación a través de la huella dactilar un test de ADN.

El cuerpo fue localizado sobre las 18.30 horas a unos 500 metros del espigón de la Zurriola, de donde fue trasladado a la orilla, donde servicios de emergencia trataron de reanimarlo pero solo pudieron certificar su muerte.