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Imagen aérea de la primera fase de Txomin Enea junto a los terrenos de la cárcel, donde se desarrollará la segunda fase con 359 viviendas más.

Las 359 viviendas de la segunda fase de Txomin Enea empezarán a construirse a partir de 2024

Eneko Goia afirma que «en cuanto esté construido» el nuevo centro penitenciario de Zubieta el Ayuntamiento actuará en la parcela de la cárcel de Martutene

Aingeru Munguía

San Sebastián

Martes, 10 de marzo 2020, 16:10

Han sido muchos años de postergar decisiones en torno al nuevo centro penitenciario de Gipuzkoa como para que el Ayuntamiento se permita perder un minuto cuando la nueva prisión esté en funcionamiento en la parte alta de Zubieta. Así lo expresó ayer el alcalde, Eneko Goia, lo que permite concluir que la segunda fase del desarrollo urbanístico de Txomin Enea, que incluye 359 viviendas, se acometerá a partir de 2024.

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Casi nadie se atrevía a ponerle fecha hasta ahora a la segunda parte de construcción de este nuevo barrio, pero la reunión mantenida esta semana entre el nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, y el alcalde, Eneko Goia, ha permitido esbozar un cronograma. En esa cita, el representante del Gobierno central explicó al regidor el calendario que se prevé para la ejecución del Centro Penitenciario Norte III en la parte alta de Zubieta, clave de bóveda del asunto porque hasta que no se ponga en funcionamiento este centro no será posible derribar la cárcel de Martutene, en cuyos terrenos se materializará el resto del desarrollo de Txomin Enea.

El proyecto de construcción de la nueva prisión se entregará este verano y tras los tramites licitatorios correspondientes se espera que el centro empiece a construirse en el segundo trimestre de 2021. Este tercer proyecto de cárcel -se planificó un primer centro de 500 celdas con el Gobierno Zapatero y hubo un segundo de tamaño mediano reformulado por el PP- se trata de un proyecto de «carácter mixto», según explicó Goia, que incluye una prisión mediana -232 celdas dobles para unos 400 presos- y un Centro de Inserción Social (CIS) para acoger a internos en proceso avanzado de reinserción.

Las cifras

  • 359 Es el número de viviendas que se edificará en la segunda fase de la operación urbanística de Txomin Enea: 86 pisos libres, 182 VPO y 91 tasadas

  • 874 viviendas conforman la primera fase del proyecto. Se han finalizado 612 a cargo de la concesionaria (Amenabar) -solo faltan por entregar 162 VPO de alquiler por parte de Etxegintza- y quedan por construir 262 VPO del Gobierno Vasco

  • 28,4 hectáreas es la superficie de la parcela del Ministerio de Interior en Zubieta donde se ubicará la nueva cárcel, que tendrá 232 celdas dobles y un Centro de Inserción Social.

  • 2021 es la fecha de inicio de construcción de la nueva cárcel, que se prolongará entre 18 y 24 meses.

La construcción de la cárcel se alargará entre 18 y 24 meses con lo que no estará disponible hasta 2023. Será entonces el momento del traslado de los internos y los funcionarios y del derribo de la vieja cárcel. Por tanto, no es previsible que el Ayuntamiento pueda intervenir en esa parcela antes de finales de 2023 o 2024. «Nosotros vamos a intentar por nuestra parte que el día que salgan quienes ocupan la cárcel, el mismo día, estemos allí actuando. Vamos a ir a ese escenario, es nuestro interés y nuestra voluntad», señaló de forma rotunda Goia.

Proyecto, solar y presupuesto

El alcalde no tiene motivos para pensar que lo que le trasladó Denis Itxaso el lunes no se vaya a cumplir. Se redacta ya el proyecto definitivo, el Siepse -organismo del Ministerio del Interior encargado de construir los nuevos centros penitenciarios- ha pagado ya los 8 millones de euros que costaron los 284,255 m2 que tiene la parcela donde se ubicará la prisión, y hay partidas suficientes en los prorrogados Presupuestos Generales del Estado para acometer la obra.

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Con este escenario se reducen las incógnitas. ¿Pero estará listo el Ayuntamiento para actuar en la parcela de la cárcel de Martutene nada más salir el último interno? Así lo aseguró el alcalde, apoyado en que la segunda fase de Txomin Enea «es más sencilla» y no requiere del mismo procedimiento que la primera.

Para poder desarrollar las 874 viviendas de la primera fase (faltan por ejecutarse las 262 VPO del Gobierno Vasco) se necesitaron varios lustros de trabajo de planeamiento urbanístico y un complicado acuerdo con los propietarios del suelo, algo que no se necesitará para la segunda fase.

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Fuentes de Urbanismo indicaron que tanto el plan especial como el proyecto de urbanización están aprobados y redactados porque se hicieron para el conjunto de una operación que luego se desdobló en dos fases por el escollo de la cárcel. Por tanto, al Ayuntamiento solo le queda aprobar el Programa de Actuación Urbanizadora (PAU), que previsiblemente utilizará el mismo sistema de cooperación para desarrollar el proyecto, y después tendrá que sacar a concurso la concesión de la obra para saber qué empresas la ejecutarán y a qué precio. En la primera fase el Ayuntamiento pagó un contracanon de 10,1 millones de euros a Amenabar por los trabajos. Ahora se trata de desarrollar 359 viviendas (la mitad que en la primera fase): 86 libres, 182 VPO y 91 tasadas.

«Lo lógicosería trasladarlos cuarteles a Zubieta»

Al hilo de la construcción de la nueva prisión, los medios de comunicación preguntaron ayer a Eneko Goia si el alcalde sigue manteniendo que la mejor opción para el traslado de los cuarteles militares de Loiola es aprovechar la parcela de 28 hectáreas de Zubieta para ubicar allí tanto la nueva cárcel (y el CIS) como las instalaciones castrenses. «Sería lógico», opinó, pero «como no sé si en este asunto imperará la lógica», dejó caer con escepticismo.

Goia recordó que en 1948 cuando se demolió el penal de Ondarreta se barajó edificar la nueva cárcel en Loiola junto a los cuarteles militares. «El Ministerio de Defensa se negó y el Ayuntamiento tuvo de buscar y costear unos nuevos terrenos» en Martutene para levantar la prisión. La historia se repite, pero a la inversa: hoy la nueva cárcel tiene parcela y ahora se busca un solar para el traslado de los militares.

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