El gobierno municipal admite que el turismo «encarece» la vivienda y «reduce» la población

«La presión turística tiene preocupantes afecciones cuantitativas y cualitativas», señala el dictamen aprobado por la Junta de Gobierno Local. «Hay afecciones singulares y perjudiciales en el parque residencial del conjunto de la ciudad y, en particular, de los barrios con mayor presencia del turismo. Eso implica una reducción de las viviendas destinadas a domicilio habitual (...) y la consiguiente reducción de la población residente en esos barrios. Conlleva, además, el encarecimiento del precio de la vivienda (tanto en compra como en alquiler), al ser su destino a usos de hospedaje un objetivo económicamente más rentable», continúa.

El dictamen recoge que «constituye un hecho cierto también la existencia de tensiones y disfuncionalidades derivadas de la compleja convivencia en una misma edificación residencial de las personas residentes y los turistas que ocupan las viviendas de uso turístico o las habitaciones de alquiler turístico situadas en esa misma edificación».

El documento aprobado por el gobierno municipal refleja que «otra posible afección la constituye el riesgo de que las parcelas de actividades económicas de la ciudad se destinen de manera prioritaria a usos de hospedaje, con los perjudiciales efectos que eso conlleva o puede conllevar, tales como la excesiva especialización o monocultivo del parque de actividades económicas de la ciudad, el encarecimiento del precio de venta o alquiler de las parcelas, edificaciones y locales destinados a actividades económicas o la expulsión de la ciudad de otro tipo de actividades económicas terciarias o industriales».

Durante el debate, la delegada de Urbanismo se defendió de las acusaciones de actuar por interés electoral y recordó que «llevamos años trabajando en la regulación del sector, con la ordenanza de pisos turísticos, el cambio de las normas urbanísticas del Plan General y la limitación para convertir edificios de viviendas en hoteles. En el último y medio no se ha tramitado ni una sola licencia para implantar nuevos establecimientos hoteleros». Arzallus subrayó que el turismo supone «un importante porcentaje del PIB de la ciudad» y que «los pisos de estudiantes también generan quejas y restan oferta de alquiler».

El concejal de EH Bildu Ricardo Burutaran acusó al gobierno municipal de «hacer una desregulación y no una regulación» con la ordenanza de pisos turísticos y dijo que «estos son los efectos perversos que provocaron ustedes al permitir que creciera el número de viviendas para turistas en zonas en las que ya había tensiones». «Cada vez que hemos pedido que se estudiase el impacto del turismo en el mercado de la vivienda, el gobierno municipal nos ha respondido que no. Y ahora lo dan por hecho sin mediar estudio alguno. ¿Es porque las elecciones están cerca?», concluyó el edil abertzale.

El portavoz del PP, Borja Corominas, señaló que «es evidente que se necesita ordenar el sector turístico y debe hacerse con el máximo rigor y responsabilidad. Estamos enviando mensajes que no son positivos porque generan una enorme inseguridad jurídica. Tenemos que regular y legislar sin romper los equilibrios de la ciudad». Los populares se abstuvieron en la votación.

Por parte de Elkarrekin Podemos, Bixen Sacristán afirmó que «los argumentos del gobierno municipal nos parecen perfectos, pero son los que llevamos diciendo durante años y nos acusaban de catastrofistas. Esto lo veíamos venir, no es nada nuevo».