La Escuela Municipal de Música y Danza con más alumnos del Estado

Reconoce, eso sí, que tras los años más duros de la pandemia temieron que los alumnos no volviesen a la escuela de forma presencial. Durante esos dos años sus clases se realizaron de forma on-line «y nos daba miedo que los estudiantes perdieran la costumbre de venir aquí de forma presencial». Nada más lejos de la realidad.

La ciudadanía que quiere aprender música y danza no deja de crecer en Donostia y este curso el centro donostiarra ha logrado convertirse en la Escuela Municipal de Música y Danza con más alumnos del Estado. «Barcelona, por ejemplo, tiene cuatro escuelas municipales y en total no llegan a los 2.000 alumnos. Y en la escuela de Bilbao, que en proporción también deberían tener más alumnos, tampoco superan nuestros 2.600 estudiantes y 80 profesores. Son datos que hablan bien a las claras del potencial musical que tiene esta ciudad».

Porque «no es solo esta escuela», añade Mate. «En San Sebastián tenemos el Conservatorio profesional de música Francisco Escudero de la calle Easo en el que estudian 400 alumnos y Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco. Tener estas instalaciones y estas posibilidades culturales en una ciudad de 187.000 habitantes es increíble».

En opinión del responsable de esta escuela, «todo esto está relacionado directamente con la tradición musical que tiene esta ciudad, con sus coros, orfeones... existe mucha dinámica musical y popular».

El gran éxito de esta escuela amateur, dirigida para aficionados a la música y la danza, es que incluye a alumnos desde los 0 hasta los 80 años. «Ofrecemos clases desde los 0 años, así es. Hasta los 2 años tenemos aulas de educación musical temprana donde vienen los recién nacidos con sus aitas. Enseñamos relajación, aprenden nanas... estas clases están a tope, tienen mucho éxito. De los 3 a los 5 años se enseña música en movimiento y de los 6 a los 7 años, taller musical o danza creativa», enumera Mate.

Es a partir de los 8 cuando ya empiezan a aprender el instrumento que hayan elegido «y en cuanto podemos, les ponemos en un grupo». Los instrumentos más elegidos por los jóvenes estudiantes son «los que se ven más en la televisión, es decir, piano, violín, guitarra y batería. Nosotros, al alumnado de entre 3 y 7 años le enseñamos otro tipo de instrumentos para abrir el abanico y también hacemos guiños para romper estereotipos porque todas las personas valemos para todo. Siempre insistimos en que todo el mundo puede tocar cualquier instrumento. Y eso mismo sirve para los alumnos que tenemos con movilidad reducida y con problemas de visión».

De cara al curso que viene, la escuela tendrá abierto su plazo de inscripción del 9 al 31 de mayo en www.donostiaeskola.eus.