Donostia se da una semana de plazo para decidir sobre la feria de Santo Tomás

Aún hay unos días de margen, pero no muchos. A tres semanas de la feria de Santo Tomás, fiesta popular y concurrida por excelencia, el Ayuntamiento donostiarra contiene el aliento ante el aumento de la incidencia covid, la ocupación de camas UCI y las reiteradas advertencias del Gobierno Vasco de que algo tendrá que hacer para frenar el incremento incesante de casos.

Hace solo 10 días, cuando se celebró el sorteo de los puestos de Santo Tomás, nadie se planteaba en el Ayuntamiento ni en la entidad organizadora Donostiako Festak que la feria no se fuese a celebrar. Y eso que para entonces ya se había suspendido la feria de la babarruna en Tolosa. Pero en esta semana y media la capital guipuzcoana ha pasado de una tasa incidencia covid de 65 a 570. Las últimas localidades en tirar la toalla con sus eventos festivos, sin esperar a nuevas medidas del Gobierno Vasco, han sido Zumarraga y Urretxu, que ha decidido este martes suspender la feria de Santa Lucía. Eibar también hizo lo propio con las fiestas de San Andrés «por el deseo de no contribuir a la propagación del virus y las dificultades de control que tendrían las aglomeraciones previstas».

San Sebastián se ha quedado sin margen de maniobra en estos últimos días ante la virulencia de la pandemia y con la nueva variante llamando a la puerta de todos los países europeos. Festak y el Ayuntamiento siempre condicionaron la celebración de los diferentes eventos festivos del invierno a la situación sanitaria, pero nadie imaginó una evolución tan mala.

Los organizadores han ido manejando diferentes escenarios por si las fiestas se podían salvar con la adopción de algunas medidas que aliviaran la presión de las inevitables aglomeraciones en los espacios clave de la feria. Así, según ha podido saber DV, se ha llegado a barajar, por ejemplo, sacar la cerda de Santo Tomás de la plaza de la Constitución para ubicarla en otro lugar más abierto y menos concurrido como la plaza Oquendo. También se ha barajado algún movimiento para eventos como la Tamborrada, pero por ahora esta fiesta aún se ve lejana y lo que está en cuestión es la celebración misma de la feria de Santo Tomás.

Fuentes municipales señalaron que todo dependerá de las medidas que anuncie el Gobierno Vasco, cada vez con menor margen de maniobra ante la imparable tendencia al alza de la incidencia covid. El Ayuntamiento se ha dado de plazo la semana que viene para tomar una decisión sobre la fiesta de la txistorra. «Más no podemos esperar. La feria de Santo Tomás conlleva compras, suministro, organización... en la que está implicada mucha gente y como mínimo hay que tomar decisiones dos semanas antes».

En este sentido se ha pronunciado también el alcalde Eneko Goia en rueda de prensa. «Estamos a la expectativa de otras decisiones que se puedan adoptar. No tenemos la necesidad de tomar la decisión esta semana. Tenemos de plazo la semana que viene, no más, por cuestiones de logística», ha asegurado. Lo que sí ha adelantado el primer edil donostiarra es que la decisión que se adopte se hará en consenso con la capital vizcaína. «Hablaremos con Bilbao. Son realidades distintas, pero hablaremos con Bilbao. Es lógico. A poder ser deberíamos tratar de ser coherentes. En todos los planos, no solo en términos municipales, también con distintas actividades que no es solo la feria de Santo Tomás», ha explicado Goia.

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