Los chóferes de Dbus piden cerrar el Centro a los vehículos en verano para poder cumplir horarios
Emplazan a la nueva delegada de Movilidad al diálogo y señalan que están «inquietos y nerviosos ante otro posible verano de caos circulatorio»
Los conductores de Dbus están «nerviosos, estresados y enfadados». Y lo están porque temen que este verano los problemas circulatorios en varios puntos de la ... ciudad puedan ser «superiores a los del año pasado». Teniendo en cuenta que definieron los meses de verano de 2022 como «los peores de la historia de la compañía», sospechan que las retenciones, los incumplimientos horarios, los accidentes y, en definitiva, el servicio que se ofrezca a los ciudadanos «va a ser todavía peor» este año.
Tras conocer el martes que Olatz Yarza es la nueva responsable política del área de Movilidad y Transporte Sostenible, los conductores de Dbus ya tienen una primera petición para ella: «Que nos escuche y se siente a hablar con nosotros. Los conductores estamos dispuestos y lo estamos deseando. Le tendemos la mano para solucionar el problema al que nos enfrentamos en la ciudad». Los dos primeros temas que pondrá sobre la mesa el comité de empresa de Dbus para debatir con la nueva edil serán sus planteamientos de «prohibir la entrada de vehículos al Centro durante el verano y revertir los cambios de tráfico en las calles San Martín y Zubieta».
Otra de las peticiones de los conductores es que Movilidad revierta los cambios de dirección en las calles San Martín y Zubieta
Tienen claro que prohibiendo la entrada a los vehículos al Centro de la ciudad durante todo el verano o en periodos determinados de julio y agosto, la movilidad «no supondría el obstáculo que es a día de hoy y podríamos cumplir con los horarios establecidos por la compañía. De otra manera nos resulta muy complicado lograrlo».
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Reconocen que ya están viviendo estas dos primeras semanas estivales con «una inquietud aún mayor que la del año pasado, diríamos que es exagerada». Conductores veteranos de la Compañía del Tranvía llegan a señalar incluso que «jamás habíamos visto así de intranquilos a los compañeros».
Además de prohibir el tráfico de los vehículos privados durante los meses de verano en el Centro de San Sebastián, para los conductores de Dbus es clave revertir los cambios de tráfico que se pusieron en marcha en esa zona centro de la ciudad hace justamente un año.
«Tienen que revertir las actuales direcciones de circulación de las calles Zubieta y San Martín. Tenemos claro que la entrada a la ciudad debe hacerse por San Martín y la salida por Zubieta. Al revés de como está ahora. Nosotros lo hemos pedido y muchos políticos que optaban a la alcaldía también lo hicieron. Para el transporte público todo sería mucho más sencillo», dejan claro.
«El problema de esta situación es que repercute en el servicio, que ahora no es bueno. Y nosotros queremos trabajar bien»
Sencillo, insisten, para evitar las retenciones que ya han empezado a producirse durante esta semana en la conexión entre las calles Urbieta y San Martín y que se extienden a otras vías y arterías de la ciudad. Retenciones que se ven agravadas por el cierre de uno de los carriles de San Martín por la prolongación y soterramiento de la línea de Euskotren y que prohíbe a los coches girar de Urbieta a San Martín, «algo que muchos no cumplen hasta la fecha y que nos complica aún más la circulación en esa zona».
No obstante, cuentan que esa parte del Centro de la ciudad no es la única que les genera quebraderos de cabeza a los conductores de la Compañía del Tranvía. Y ponen como ejemplo lo que sucede entre el puente de Zurriola y el paseo Salamanca. «Es otro punto crítico de la ciudad. Hay golpes muy a menudo. Los vehículos pasan el puente y se te meten a la derecha, habiendo como hay una señal de prohibido girar. Pero no hay nada que hacer. Y tenemos que andar con mil ojos. Y todo eso que sucede en Urbieta con San Martín y el paseo Salamanca pasa en otras zonas de la ciudad. Y nos genera mucha tensión y agobio».
«El gran problema de esta situación», finalizan diciendo, «es que repercute en el servicio que está ofreciendo Dbus, que ahora no es bueno. Y nosotros queremos trabajar bien y dar un buen servicio al donostiarra y visitantes y vemos que no podemos».
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