EH Bildu y Elkarrkin Donostia enmiendan a la totalidad los Presupuestos municipales

EH Bildu propone una serie de cambios que alcanzan los 18 millones de euros. Las partidas más importantes están planteadas para «hacer frente a la emergencia habitacional» y contemplan 8 millones de euros para crear 64 viviendas públicas municipales de alquiler en el nuevo desarrollo de Ciudad Jardín. También proponen otros 2,4 millones para el programa de compra, rehabilitación y alquiler de viviendas vacías y en mal estado y 1,5 millones para la compra de terrenos para VPO.

La coalición abertzale apuesta por introducir 1,2 millones para crear un «escudo social con el que hacer frente a las consecuencias de la pandemia», en el que destacan 760.000 euros «para igualar el peso que las partidas sociales tuvieron el año pasado». Por contra, plantea la retirada de 870.000 euros presupuestadas para campañas de promoción turística.

El Partido Popular presentó enmiendas parciales a unas Cuentas que considera «continuistas» y que «no ofrecen el impulso que necesita la ciudad». Su portavoz, Borja Corominas, lamentó ayer en rueda de prensa que el gobierno municipal siga apostando por «aumentar impuestos» sin buscar una «fiscalidad justa y eficiente» y que «el margen para modificar los Presupuestos por parte de la oposición es limitada». Aún así, el PP propone enmiendas por valor de 2,42 millones de euros, entre los que reserva un millón destinado a la mejora de la movilidad y la accesibilidad que incluye la construcción de un ascensor desde la calle Olarain hasta Arriola, llevar el servicio de Dbus hasta Atotxa Erreka o colocar una rampa eléctrica en San Roque. La seguridad ciudadana, con refuerzo de la Guardia Municipal y la rehabilitación de la plaza Blas de Otero, se lleva 450.000 euros junto a otras enmiendas de apoyo a agentes sociales como Aspace, Bizibide o Pausoka y renovación de maquinas en los polideportivos.

Elkarrekin Donostia, por su parte, presentó enmiendas por valor de 9,26 millones con propuestas centradas en ejes como la «vivienda, la precariedad, la imposibilidad de emancipación de los jóvenes, el cambio climático y sus consecuencias, los modelos de convivencia entre donostiarras y visitantes, entre hombres y mujeres y de comunidades LGTBI o de personas con distintos orígenes, la cohesión social o las desigualdades entre barrios». Su portavoz, Aitzole Araneta, señaló ayer que «si algo ha demostrado esta crisis es la necesidad de defender los servicios públicos como elemento imprescindible de garantizar el acceso a los derechos más básicos a todas las personas».