Jon Insausti, Concejal de Cultura, Euskera y Turismo de San Sebastián
«El 100% de los ingresos del impuesto turístico tiene que recaer en el Ayuntamiento»Defiende que «debería servir para financiar mejoras en el transporte público, salvaguardar el idioma o reforzar la seguridad en la ciudad»
A la espera de la concreción del impuesto turístico, que el Gobierno Vasco prevé presentar en seis meses, Donostia aboga por que «el 100% de ... los ingresos tiene que recaer en el Ayuntamiento». Así lo defiende el consejero de Cultura, Euskera y Turismo de San Sebastián, Jon Insausti, que apuesta por destinar lo recaudado a «mejorar el transporte público, salvaguardar el idioma y reforzar la seguridad en la ciudad», entre otras cosas.
– Esta semana se ha conocido una sentencia del Tribunal Supremo que dice que no es necesaria la unanimidad de la comunidad de vecinos para prohibir un piso turístico en un edificio. ¿A efectos prácticos, esto supone alguna novedad para San Sebastián?
– No, para Donostia ninguna. Aquí ya se decidió que no iba a haber más alojamientos turísticos en edificios residenciales. Lo hicimos cambiando las normas urbanísticas. Por ese motivo no se abren ni se abrirán más hoteles ni pisos turísticos en edificios residenciales. De hecho, con la moratoria actual, no se pueden abrir desde hace más de año y medio.
– ¿Significa eso entonces que no habrá nuevas viviendas turísticas en Donostia tal y como las conocemos en la actualidad?
– Eso es. Desde que se comenzó a ordenar el fenómeno de los apartamentos turísticos hemos pasado de 1.200 en 2018 a 1.300, lo que supone el 1,3% de toda la vivienda de Donostia.
«Nuestro problema no son tanto las viviendas turísticas, que son el 1,3%, sino las vacías y las segundas residencias»
– ¿Son los pisos turísticos un problema en San Sebastián?
– En la ciudad hay 95.000 viviendas. Nuestro problema no son tanto las viviendas turísticas, son las vacías y las segundas residencias, que llegan hasta el 6%. Ahí es donde tenemos que llegar mediante herramientas fiscales, que ya se aplican.
– Aun y todo, la capital guipuzcoana es la ciudad vasca con más viviendas turísticas legalizadas.
– El fenómeno está limitado. Si echamos la vista atrás, el dato ha ido decreciendo. Yde aquí en adelante seguirá bajando, puesto que ya no se dan nuevas licencias. Ahora nos toca garantizar que se cumple la ordenanza y esta misma semana se han clausurado cuatro pisos ilegales.
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– Nadie quiere un piso turístico en su bloque, pero para muchas familias, como las numerosas o las que viajan con mascotas, son la primera opción cuando salen a otra ciudad. ¿Cómo lo explica?
– Todos somos turistas, esa es una de las grandes contradicciones. Tenemos nuestras costumbres y hábitos al viajar y todos hacemos uso de aquello que nos viene mejor. Tenemos que ser turistas responsables. Si aquí exigimos que el turista sea respetuoso con nosotros, tenemos que dar el mismo ejemplo. De hecho, los donostiarras viajamos más de lo que recibimos. Nuestro saldo turístico es positivo.
– En una reciente entrevista en este periódico, el consejero Javier Hurtado habló del impuesto turístico desde un planteamiento autonómico, destinado no solo a los ayuntamientos sino también a las políticas turísticas del Gobierno Vasco. ¿Está a favor de distribuir de este modo lo recaudado?
– No. Si en algo estamos de acuerdo todos los donostiarras es que aquella persona que pernocta en la ciudad tiene que pagar el impuesto. Y ese beneficio tiene que revertir al completo, al 100%, en el Ayuntamiento, en la ciudad. Para mí defender el interés de Donostia es entender que la tasa turística debe ser municipal y, por lo tanto, pelearemos para que el 100% de lo ingresado recaiga sobre Donostia. Es el Ayuntamiento quien tiene un conocimiento directo de la realidad turística y quien tiene que gestionar el turismo en la ciudad.
– ¿Y cómo repartirían esos beneficios?
– Debemos destinar el impuesto a mejorar la calidad de vida del residente y a mejorar también la ciudad.
– ¿Puede concretar más?
– Habrá que acordarlo entre los partidos políticos y también con la industria turística. Pero una primera misión podría ser la mejora del transporte público; también se podría destinar una parte a salvaguardar nuestra identidad y nuestro idioma, puesto que eso mantiene una autenticidad; a la seguridad y la limpieza en la ciudad; al desarrollo del tejido local o a la mejora de la gestión del turismo, entre otras.
– ¿Cómo están las conversaciones con el departamento vasco de Turismo?
– Siempre hemos mostrado una actitud proactiva. Desde hace años Donostia ha mostrado la necesidad de tener una tasa turística activa. Ahora la respuesta nos la tiene que dar el Gobierno Vasco.
– ¿Es optimista?
– Siempre, pero el optimismo también se construye, y hay que favorecerlo.
«Si no se soluciona con la zona común Donostialdea, no descarto que se ponga sobre la mesa la apertura a otros operadores»
– Desde mayo está vigente una normativa que obliga a limitar los tours turísticos por Donostia a grupos de 25 personas. ¿Se cumple?
– Sí, se cumple. Hemos puesto mucho el foco en comunicar a los guías locales y a las empresas la necesidad de cumplir ciertos criterios. Lo hemos hecho con comunicaciones potentes y también con una persona exclusivamente presente en la estación de autobuses, que es el punto desde donde muchos grupos salen. Este ha sido el primer verano y la valoración es positiva.
– ¿Cuántas sanciones han interpuesto por incumplir la norma?
– Hasta ahora se ha impuesto una sanción y de cara a un futuro nos planteamos si tenemos que ser más estrictos con los requisitos implantados. Pero primero necesitamos recoger bien todos los datos y analizarlos.
– Uno de los objetivos principales que persigue esta medida es evitar la saturación de las áreas más visitadas. ¿Ha surtido efecto estos primeros meses?
– Sobre todo quiere garantizar la convivencia en la vía pública. Si el donostiarra es el eje de la actividad turística, su calidad de vida tiene que protegerse. Es una medida más de regulación en cuanto a la gestión del turismo e iremos viendo el éxito.
– ¿Ya terminado, qué valoración hace de este verano?
– Han aumentado las pernoctaciones y eso es positivo. Significa que tenemos menos gente pero se queda más tiempo con nosotros. Es un turista mucho más tranquilo, que hace un uso y disfrute de la ciudad más respetuoso.Además, podemos llevarle al resto de Gipuzkoa. Que aumente la pernoctación es un buen dato, pero queremos ver cómo termina el año para ver si estamos cumpliendo con el objetivo y la gente se queda más.
– Ahora, además, da la sensación de que hay turistas en cualquier época del año.
– Sí. Es una tendencia mundial. El propio fenómeno del turismo está cambiando. Y eso también lo vivimos en San Sebastián. Ante eso, nos queda la gestión del turismo y preparar la ciudad para ello. Y esa me gustaría que fuera mi aportación en este mandato.
– El sector turístico ha solicitado resolver «el problema del taxi», un servicio que, según denuncian, «no ofrece garantías» y afecta tanto al visitante como al local. ¿Qué medidas se plantean desde el Ayuntamiento?
– El problema del taxi es un problema de los donostiarras. Nos afecta a todos. Hay dos opciones sobre la mesa: una es declarar una zona especial en Donostialdea para que operen taxis de los municipios colindantes y la otra, lanzar más licencias. Ahora, como usuario y como donostiarra, si esto no solucionara el problema no descartaría que se pusiera sobre la mesa la opción de que operen otro tipo de servicios.
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