La rotura de una baliza lo condiciona todo

Las ciabogas están siendo decisivas en esta temporada. A Donostiarra se le escapó la bandera en Bilbao por engancharse a una; en Getaria, Hondarribia perdió el liderato y Ares se condenó al descenso al dejar ambas la baliza por estribor; y ayer, una maniobra de Cabo se llevó por delante la boya de la calle 1, provocando que la última tanda tuviera que disputarse en formato contrarreloj tras decidir el Comité Técnico que la reparación de la baliza no aseguraba unas condiciones óptimas para el desarrollo normal de la tanda.

Matrix Hondarribia fue quien más se opuso a la disputa de la regata en las condiciones habituales. Pese a que los responsables del balizamiento lograron recolocar la boya en su posición e improvisar una bandera con la camiseta de uno de los miembros de la motora en tiempo récord, los directivos de Hondarribia se quejaron porque, según ellos, la visibilidad que ofrecía la baliza era mínima y la embarcación no tendría una referencia válida para la vuelta. E igualmente manifestaron sus dudas sobre la alineación de la boya, que por momentos pareció moverse hacia dentro. Y ante las dudas, y ajustándose al reglamento, el Comité Técnico optó por celebrar una contrarreloj, lo que levantó ampollas entre muchos clubes que no estaban de acuerdo con la decisión al considerar que se beneficiaba a Hondarribia, ya que esa calle 1 por la que tenía que remar era, por sus condiciones, la peor.

Las quejas fueron a más, ya que para determinar la calle por la que iba a disputarse hubo que celebrar un sorteo que estableció la calle 4, la que mejores condiciones ofrecía, como solución. Y fue ahí donde los clubes que habían remado por la 1 y la 2 alzaron la voz al considerarse gravemente perjudicados. No obstante, el reglamento era claro y se diputó por esa calle tras casi media hora de retraso que provocó que las condiciones fueran más benignas que en las dos tandas anteriores, con lo que el crono de Zierbena, el mejor tras imponerse con autoridad en la segunda tanda, quedó en una anécdota.

Orio Orialki fue la primera en salir siguiendo el orden inverso a la clasificación. Y los aguiluchos fueron quienes marcaron los mejores tiempos parciales en las tres primeras ciabogas. Mención especial para su segundo largo en el que aventajaron en seis segundos a Urdaibai y en nueve a Donostiarra y Hondarribia, una renta notable que les permitió encarar el largo final con seis segundos sobre la Bou Bizkaia, siete sobre la Ama Guadalupekoa y nueve sobre la Torrekua II, que en ese largo final perdió casi todas sus opciones de pelear por la Liga.

Camino a la meta, Urdaibai y Hondarribia comenzaron a empopar sin piedad, recortando su desventaja respecto a Orio, que fue la primera en completar el recorrido. Tras ella, Donostiarra marcó once segundos más, pero el problema eran la Bou Bizkaia y la Ama Guadalupekoa.

Las referencias eran tan variables como las olas que las traineras iban encontrando por el camino. Hondarribia llegó a las últimas paladas dando la sensación de que no iba a superar el crono de Orio, pero una ola final propulsó a los de Orbañanos, que superaron a la San Nikolas por 16 centésimas. Urdaibai, con la referencia de su mayor enemigo trasladada a Gorka Aranberri por el pinganillo, apretó los dientes y superó el registro hondarribiarra por poco más de tres segundos. Suficiente para aumentar en un punto su ventaja en la clasificación, pero insuficiente para decidir el destino de la Ikurriña de Zarautz que hoy (12.13 h.) se jugarán Urdaibai, Hondarribia y Orio en una tanda de honor que completará Donostiarra, demasiado lejos.

Por detrás, Zierbena fue quinta y Getaria, sexta pero ampliando su ventaja respecto a Kaiku.En la primera tanda Ares se condenó definitivamente al descenso y Lekittarra, pese a una sanción de tres segundos por chocar sus palas con Ondarroa, recortó distancias con Santurtzi para tratar de evitar el playoff.

La calle por la que las cuatro embarcaciones de la tanda de honor iban a tener que remar se decidió por sorteo y tras salir la 4, la que mejores condiciones ofrecía, los clubes que habían bogado por las otras calles protestaron al considerar que había una desigualdad de condiciones evidentes.

Sea como fuere, la contrarreloj se llevó a cabo después de que Zierbena hubiera marcado el mejor tiempo tras imponerse en la segunda tanda. El retraso cercano a la media hora hizo también que las condiciones en las que se desarrolló la contrarreloj fueran mejores, con lo que ya en el primer largo quedó claro que el tiempo de los galipos no iba a ser una referencia válida.

Orio fue la primera en salir y suyos fueron los mejores registros en las tres primeras balizas. Especialmente bueno fue su segundo largo en el que metió seis segundos a Urdaibai, siete a Donostiarra y ocho a Hondarribia. Los aguiluchos realizaron la última maniobra con seis segundos sobre la Bou Bizkaia, siete sobre la Ama Guadalupekoa y ocho sobre la Torrekua II.

Sin embargo, en el largo final Urdaibai y Hondarribia comenzaron a recortar su desventaja aprovechando varias olas y por momentos las tres estuvieron en tiempo similares. No así Donostiarra cuyas opciones fueron cayendo.

Los de Jon Salsamendi fueron los primeros en entrar y tras ellos los de Igor Makazaga, que lo hicieron con ocho segundos de retraso. Hondarribia parecía que tampoco iba a poder superar el tiempo de los aguiluchos, pero una ola en los metros finales propulsó a la Ama Guadalupekoa, que superó a la San Nikolas por 16 centésimas.

Quedaba Urdaibai, que llegó a marcar tres segundos menos que Hondarribia, pero también un segundo más. Una ola lo cambiaba todo. Los remeros de la Bou Bizkaia apretaron los dientes y consiguieron el mejor tiempo al superar a Hondarribia en poco más de tres segundos. Un punto más de ventaja en la clasificación, pero el destino de la Ikurriña de Zarautz es una incógnita.

En la primera tanda Ondarroa fue proa de regata. Mantuvo a raya a Lekittarra que al inicio del último largo enlazó un par de olas que le permitieron remontar los cinco segundos de desventaja y superar a la Antiguako Ama. El problema es que los de Osertz Alday estaban en la calle de Ondarroa y los de Iñaki Errasti la defendieron. El juez de mar avisó en dos ocasiones a Isuntza para que se fuera a babor, pero no lo hizo y ambas embarcaciones terminaron chocando sus palas, lo que hizo que Lekittarra fuera sancionada con tres segundos de penalización.

A partir de ahí Lekittarra perdió el paso y fue Ondarroa la que comenzó a empopar para ganar su tanda con casi ocho segundos de ventaja sobre Lekittarra. Santurtzi, que en balizas exteriores maniobró muy mal, cedió mucho terreno, aunque peor lo hizo Ares que, descolgada, firmó su sentencia definitiva

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