«Era el domingo o nunca»
«Ojalá no haya que esperar otros 14 años», desea Alfonso Díaz tras ganar con Cabo en Hondarribia |
«Hay que tener los pies en el suelo» es el mensaje que Benigno Silva 'Beni' subraya a la tripulación de Cabo tras su sensacional vuelo el domingo en Hondarribia. A su llegada a Boiro esa noche, decenas de aficionados recibieron a los remeros en la sede social, donde ayer celebraron su undécima victoria seguida en la Bandera Diputación de A Coruña, en la que aventajaron en 15 segundos a Ares. «Esto no para. Quedan las regatas más importantes del verano: Zarautz, la de casa y La Concha. Pero la alegría por ese triunfo y la txapela que me dieron no me las quita nadie», afirma el patrón, Alfonso Díaz.
Los boirenses son conscientes de la gesta firmada el domingo. «Fue un subidón» con el que por momentos soñaron durante su actuación en la segunda tanda. «El bote iba muy, muy rápido», percibía desde la zódiac Silva. «Las sensaciones dentro eran muy buenas desde la salida. El segundo largo fue buenísimo y el tercero, también», asiente Díaz. En la tercera ciaboga, el técnico se percató de que podían optar a la bandera 14 años después de su anterior gesta en el mismo escenario. Solo él y cuatro remeros siguen hoy en el equipo. «Llevábamos casi medio minuto de ventaja a un equipo como Santurtzi y le dije a Alfonso que apretara a los remeros».
«Intentaremos repetir, pero sabemos nuestra realidad y hay cuatro o cinco equipos fuertes»
El patrón trasladó la orden. «Quizá fuimos con más corazón que cabeza y nos perdimos un poco, pero íbamos e íbamos, y ganamos. A mitad de regata recalqué a los remeros que tenía que ser el día. Y mira: lo fue. Tal y como iba el bote, si no era el domingo no lo iba a ser nunca».
El fantasma de Sanxenxo
Sin embargo, hubo un momento en el que perdieron la fe, «cuando vimos que Urdaibai estaba a solo tres segundos en la última ciaboga. Ahí pensamos que no iba a poder ser», recuerda Díaz, «como en Sanxenxo en 2015, que nos quedamos a un segundo» de Hondarribia. Las circunstancias no alimentaron sus esperanzas. Por un fallo en el sistema, hubo que reiniciar la aplicación del GPS y se perdió la referencia entre tandas, y no fue posible comparar la actuación 'txo' respecto a la de Cabo.
«Sabíamos que estaba ajustado y le íbamos preguntando a Beni. Pero, como nosotros, no sabía nada. Al llegar Urdaibai nos dijo que por la tele parecía que ganábamos. Faltaba la confirmación de los jueces». Cuando llegó, añade el patrón, «fue una explosión de alegría. Llevábamos 14 años esperando ese momento. Es la recompensa a tanto trabajo y al hándicap de recorrer al menos 1.200 kilómetros cada fin de semana».
En su caso, con el agravante de que los sábados por la mañana trabaja en una tienda de pinturas y por las tardes viaja a las regatas... del domingo. «Es lo que hay. Todos compaginamos el trabajo». De hecho, se perderá la clasificatoria de La Concha, el «segundo objetivo del año», apunta Silva. El primero no era ganar una regata, sino simplemente ir «holgados en la segunda tanda».
Al margen del nuevo juego de remos que usaron el domingo, en Cabo atribuyen su éxito «a la calle, al viento», pero también «al gran momento físico» en el que llegan a las citas culminantes. «Intentaremos repetir -dice el patrón-, pero hay cuatro o cinco equipos muy fuertes. Conocemos nuestra realidad». También la del remo gallego. «Ojalá se salve Tirán o ascienda alguna. No podemos quedarnos solos en la ACT».