Una sanción para ponerle aún más emoción

La tripulación de Orio tomó la salida siendo plenamente consciente de esa sanción. Pero no porque Iker Zabala, a quien se le trasladó la penalización impuesta desde tierra, lo hubiera comunicado a su tripulación. El entrenador bermeotarra sólo se lo dijo durante el calentamiento a Gorka Aranberri, al que pidió que no dijera nada a sus remeros. Sin embargo, a poco más de un minuto de iniciarse la regata, el juez de mar se acercó con su motora a la calle 4 para informar a la 'San Nikolas' de esa sanción, provocando el enfado de Zabala.

El ritmo de salida de los aguiluchos fue infernal. En apenas minuto y medio ya le picaban dos segundos a Zierbena, con Getaria y Urdaibai a tres. La amenaza de Orio de romper la regata era evidente.

Sin embargo, Zierbena, liberada del lastre de los cupos, capeó el temporal, se puso a la par de Orio, a la que rebasó por primera vez a 500 metros de la ciaboga, y maniobró con una pocas centésimas de ventaja sobre los de Iker Zabala. Por detrás Getaria, que completó un notable primer largo, viró tercera, aunque Urdaibai maniobró mejor y salió por delante de la 'Esperantza'.

Los registros a mitad de regata ya daban buena cuenta de la velocidad de las traineras, ayudadas por un viento sur que rondó los 20 kilómetros por hora de brankas, pero que en popare cayó por debajo de los 10 facilitando la vuelta. Un cambio decisivo.

Zierbena llegó a ponerse con dos segundos de ventaja unos metros después de completar la maniobra y en Orio, y todo el Paseo Nuevo y el muelle, un escalofrío recorrió la espina dorsal de quienes vestían de amarillo.

Pero a la 'San Nikolas' este año conviene no subestimarla y, como tantas y tantas veces ha hecho este verano, metió una marcha más para acercarse a Igeldo ya en cabeza y superar la isla con tres segundos de ventaja sobre Zierbena, siete sobre Urdaibai, que fue la más rápida de la tanda en popare, y 17 sobre Getaria, a la que la regata se le comenzó a hacer larga.

Los metros finales fueron espectaculares, como el crono de Orio y Zierbena, ambos por debajo de los 19 minutos, algo que antes sólo habían logrado Urdaibai y Hondarribia en 2017 y Castro en 2006.

La segunda tanda comenzó con un viento que rondaba los 11 kilómetros por hora, con lo que las embarcaciones de la segunda tanda contaron con la mitad de la ayuda que las de la primera. Hondarribia comenzó fuerte, con Donostiarra a su estela, mientras San Juan y Lekittarra iban poco a poco cediendo terreno.

Al minuto de regata la diferencia de tiempos entre una y otra tanda era tan evidente que hubo que tachar de las quinielas de la Bandera de La Concha a Donostiarra, que hasta a falta de 500 metros para la ciaboga no se situó como proa de regata. El viento sur apenas llegaba a los 7 kilómetros por hora.

La 'Torrekua II' maniobró en primera posición con tres segundos sobre una fantástica 'Ama Guadalupekoa', pero sus registros superaban en 27 y 30 segundos al marcado por Zierbena en la primera tanda.

Tocaba remontar en la vuelta, donde Donostiarra, Hondarribia y San Juan marcaron los tres mejores tiempos del día por delante de Urdaibai. Sin embargo, la remontada sólo le alcanzó a Donostiarra para colarse en la tanda de honor por delante de Getaria. Escaso premio para un aspirante a todo. Es lo que tiene la Bandera de La Concha, donde aquello de que todo puede pasar no es una frase hecha.