Sus números a domicilio, el mejor aval
La Real, sin Monreal ni Zubimendi en la lista, visita el estadio de Granada respaldado por su juego y por sus resultados como visitante esta temporada
Los partidos fuera de casa suponen el mejor termómetro para medir el estado de un equipo. Cuando éste mantiene una trayectoria ascendente los resultados son ... positivos y cuando existen problemas de juego es a domicilio donde más se manifiesta. Ganar a domicilio implica mucho más que jugar bonito. Significa intensidad defensiva, concentración, inteligencia, oportunismo... Todos esos intangibles que sumados se convierten en puntos.
La Real, que trata de abstraerse de todo lo relacionado con la final de Copa, se presenta hoy en el estadio de Nuevo Los Cármenes de Granada –imposible olvidar que allí el equipo femenino levantó la Copa de la Reina– avalada por su excelente trayectoria como visitante esta temporada. No pierde en Liga lejos de Anoeta desde el 9 de enero cuando visitó el Sánchez Pizjuán por 3-2. Esa derrota es una de las tres que ha sufrido en LaLiga. Solo suma una más entre Copa y Europa League. Cuatro en total después de diecinueve salidas. Casi nada.
Su progresión como equipo en los últimos meses no puede desligarse del paso al frente que ha dado fuera de casa hasta convertirse en uno de los conjuntos de LaLiga que más puntos obtiene. Las seis victorias y cuatro empates en trece salidas en Liga le sitúan como el quinto que más puntos saca lejos de su estadio (22), solo por detrás del Atlético y Real Madrid (29), Barcelona (28) y Sevilla (23).
No hace tanto, cuando la Real salía de viaje, siempre le pasaba algo. Jugara muy bien, bien, regular, mal o fatal, acostumbraba a volver sin nada. Le fallaba la fiabilidad. Tenía buenas tardes, hacía cosas interesantes..., pero siempre se le presentaban problemas que acababan tirando por tierra todo su trabajo. Un día era una cosa, otro día era otra, pero rara vez terminaba por completar una actuación redonda, de la que pueda salir satisfecha.
Aquello es pasado. El equipo está tan seguro que es capaz de solventar cuantas dificultades se le presentan para llegar a la meta con los tres puntos.
La cosa no queda ahí porque es el cuarto que más goles consigue fuera de casa en Liga, 20 en trece partidos, a cinco del máximo goleador, el Barcelona, y todavía tiene más mérito que solo Atlético y Barcelona hayan encajado menos goles (9) que la Real (11). En seis salidas en Liga (Martínez Valero, Benito Villamarín, Ramón de Carranza, Mendizorrotza, San Mamés y el Coliséum de Getafe) ha sido capaz de dejar su portería a cero y cuatro veces más en la Copa y Europa League.
Es raro, muy raro, que el equipo se quede sin marcar, solo ha ocurrido una vez en Liga en Mendizorrotza y dos veces en la Europa League en Alkmaar y Mánchester. En el resto de partidos, dieciséis en todas las competiciones, ha visto puerta. Hoy no debería ser distinto por más que el Granada es uno de los equipos que mejor balance tiene como local de la Liga.
El buen rendimiento de la Real a domicilio no se circunscribe solo a esta temporada sino que viene de más lejos. En las tres últimas salidas de la pasada temporada, cuando parecía que las fuerzas flaqueaban y se alejaba el objetivo europeo, el equipo se rearmó para empatar en La Nucía ante el Levante (1-1), ganar en Villarreal (1-2) y sumar otro punto en el Wanda (1-1), con aquel gol de Januzaj, que puso a la Real rumbo a Europa. Esas tres últimas salidas, con una victoria y dos empates, ya marcaban una tendencia clara para el presente curso.
Un campo de grato recuerdo
Esos números como visitante son los que permiten a la Real llegar a Granada instalada en puestos europeos con aspiraciones a sacar de la cuarta plaza de Liga de Campeones al Sevilla. Si la Real gana hoy y el Sevilla no es capaz de superar al Betis en el Sánchez Pizjuán, le habrá igualado en puntos a la espera de que pase por Anoeta antes de que acabe la temporada. Aunque, para ser justos, a la Real le ha ido bien sin mirar la clasificación. Los de Imanol saben de sobra que ha llegado el momento de la verdad, ese en el que tienen que hacer valer todo lo bueno que han demostrado en la presente temporada para hacerse acreedores a un premio importante en mayo. Apenas quedan dos meses y medio por delante, con un partido detrás de otro, y nadie quiere dejar escapar lo que tanto ha costado conseguir.
Granada, además, es una plaza que no se le da mal. No hay un campo más propicio para el realismo en la última década que Los Cármenes. Cuatro triunfos y dos empates en las seis últimas visitas, más la Copa conquistada por el equipo femenino en 2019, convierten Granada en una ciudad especial.
Imanol no podrá contar con Moyá, Zaldua, Aritz y Sangalli, lesionados desde hace semanas, y tampoco llega Monreal. Sin ellos, el once de Imanol se aproximará al teórico titular que pondrá en liza en la final de Sevilla. Gorosabel, Zubeldia, Le Normand y Aihen formarán la línea defensiva; ante la ausencia de Zubimendi Ander Guevara puede tener su opción acompañado por Silva y Merino; y arriba con Oyarzabal e Isak innegociables, la duda seguirá estando en la derecha: Portu o Januzaj. Illarramendi debería tener quizás alguna opción según avance el encuentro para ir recuperando el ritmo de partidos.
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