Sin margen de error en Austria

La experiencia de la pasada campaña con el Rijeka, que podría encarnar el rol del Sturm Graz, es significativa. Quedó cuarto, como se esperaba, pero su victoria ante el AZ Alkmaar fue la que decidió la clasificación de la Real. Por eso es tan importante hacer ahora los deberes.

El conjunto austriaco no renuncia a una buena propuesta futbolística, lo que de partida puede beneficiar a una Real que siempre prefiere rivales que propongan a otros que se les encierren. En su campeonato viven a la sombra del Red Bull Salzburgo, viejo conocido de la aventura europea de la 17/18 con Eusebio, al que es imposible hacerle frente. Pero en la medida de sus posibilidades se han reinventado y practican un fútbol moderno que les ha puesto por delante de los dos clásicos de la capital, el Rapid y el Austria de Viena. Cumplidas once jornadas, ha sumado siete victorias y dos empates, perdiendo tan solo frente al Salzburgo (1-3) y el Hartberg (3-2) hace dos semanas.

Como ocurriera en Alemania hace unos años con la irrupción de Guardiola en el Bayern, que significó una revolución en la forma de entender el fútbol en la Bundesliga, en Austria el fenómeno del Salzburgo también ha reactivado a los equipos del país y el Sturm Graz es ahora su principal alumno aventajado. Cuenta con un técnico joven, Christian Ilzer, que gusta de practicar un juego basado en la presión y en la verticalidad y rapidez de las transiciones. Lo que pasa es que en Europa se encuentran con rivales más dotados técnicamente y eso les hace sufrir.

No obstante, en la primera jornada perdió por la mínima en la visita al Mónaco merced a un gol de Diatta en la segunda mitad, aunque el cuadro monegasco monopolizó el balón y generó casi todo el peligro. Después cayó goleado por el PSV (1-4) en casa en un partido que estuvo más igualado en cuanto a juego y ocasiones, aunque los de Eindhoven impusieron su mayor talento con los tantos de Sangaré –que no jugó ante la Real–, Zahavi, el lateral zurdo Max y Vertessen.

La Real llega en un buen momento después de un balance de seis victorias, cuatro empates y una sola derrota –la del Camp Nou– en sus once primeros partidos oficiales. Es líder en solitario de la Liga y aunque Real Madrid, Atlético y Sevilla tienen un partido menos, solo podrían igualarle si ganan sus compromisos pendientes. Ha firmado el segundo mejor arranque liguero de su historia y ha echado el candado a la portería en seis partidos, demostrando que la mejoría defensiva del curso pasado ha tenido continuidad.

A pesar de las importantes bajas que ha sufrido y que sufre todavía, como la de Oyarzabal, en Europa se las ha ingeniado para empatar ante los dos rivales más exigentes del grupo –PSV y Mónaco– después de empezar perdiendo, lo que tiene mucho mérito. Gracias a esos dos resultados sigue teniendo en su mano ser líder del grupo y clasificarse para las rondas eliminatorias. Hay que recordar que este año el primero accede directamente a octavos, que el segundo se cruza en dieciseisavos con un equipo que cae de la Champions y que el tercero va a la Conference.

El canario ya estuvo en el banquillo ante el Mallorca y hoy reaparecerá, bien como titular o entrando con el partido empezado. El 16 de septiembre, hace un mes, sufrió una lesión en el sóleo de su pierna derecha durante el calentamiento previo al partido en Eindhoven y desde entonces ha estado de baja. A diferencia del curso pasado, la Real ha sobrellevado mejor su ausencia, aunque un jugador de su clase es insustituible.

Imanol podría realizar varios cambios en el once respecto al partido del sábado. En el lateral derecho puede regresar Gorosabel por Zaldua y en el eje de la zaga tampoco está descartado que Zubeldia dé descanso a Aritz o Le Normand mientras que Aihen es fijo en el lateral izquierdo al estar sancionado para jugar el domingo en el Wanda.

En la zona ancha volvería Zubimendi al pivote para formar con Merino y Silva, si es que finalmente se decanta por hacerle jugar desde el principio. Arriba, teniendo en cuenta la lesión de Oyarzabal y que Barrenetxea sigue con problemas en la espalda, Januzaj, Isak y Portu se perfilan como el tridente ofensivo con Sorloth en la recámara.