La puntería de la Real, en modo intermitente

Solo Barcelona (57), Atlético de Madrid (50) y Real Madrid (44), por los pelos, superan la capacidad anotadora de la Real, que lleva 43 dianas en liga. No falta gol. Y tampoco es que el conjunto guipuzcoano tenga que llegar mucho más que esos grandes equipos para marcar. Las estadísticas de LaLiga revelan que la Real tiene el mismo grado de efectividad que el Barça, con un 18% de conversión de los tiros lanzados, entendiendo como 'tiro' cualquier golpeo de aproximación, incluyendo los que despejan defensores, resultan muy desviados o acaba siendo un centro-chut no rematado. La definición del término se presta a la controversia –un tiro no es una oportunidad– pero sirve para medir el grado de incidencia de un equipo sobre el área rival. Sus aproximaciones.

Pues bien, la Real ha generado de media, contando los partidos de liga, Copa, Supercopa y Europa League, 13,2 tiros por partido, cifra superior a la que registra el Barcelona en la competición doméstica: 12,1. Ya lo dijo Imanol. «Isak y Oyarzabal tendrían que estar peleando por el pichichi por las ocasiones que han tenido». Su problema, sin embargo, no ha sido tanto el gol, como la regularidad a la hora de materializar las ocasiones: marcar cada balón tocado un día y no hacerlo ante una infinidad de oportunidades al día siguiente.

El último mes ha deparado dos ejemplos claros. El pasado domingo la Real ganó 1-0 tras lanzar 25 tiros (de los cuales 17 fueron oportunidades manifiestas), pero semanas antes goleó 4-0 al Alavés con solo ocho tiros, y solo cuatro entres los tres palos, todos dentro. Isak se marcó aquel día un hat-trick y esta semana se ha quedado en blanco. El curso ha dejado más casos de jornadas en las que sin generar demasiado, han llovido goles. En el 0-3 liguero al Betis se contabilizaron únicamente 8 tiros por parte de los txuri-urdin; en el 1-4 de Balaídos al Celta, solo 9; y en la victoria en el Coliseum al Getafe, aunque fuera por la mínima (0-1), solo 3.

Ineficaz en Europa

La eficacia quedó probada en esos partidos, aunque son más los ejemplos de encuentros que no dejaron tan buen sabor de boca y en los que se desperdiciaron muchas buenas ocasiones. Por empezar por la Copa, en la derrota 3-1 contra el Betis los de Imanol hicieron 18 tiros, suficientes para equilibrar la eliminatoria pese a la expulsión de Illarramendi. En la Supercopa también debió haber algún gol más (antes del final 1-1 que llevó a los penaltis) en proporción a los 13 tiros.

En liga hay varios casos flagrantes. Por citar solo los más evidentes, en Levante (derrota 2-1) fueron 15 aproximaciones, en Mendizorrotza (0-0) otras 13, en el estadio de La Cerámica (1-1) 12 más, y 11 en la derrota de casa contra el Valencia (0-1).

Aunque para irregularidad de cara al gol, la que ha mostrado la Real en Europa. La media en la competición continental se ha elevado por encima de los 16 tiros por partido. Por destacar solo los días de resultados adversos, el partido que el Nápoles se llevó de Anoeta (0-1), los locales sumaron 14 tiros. En el empate de Alkmaar (0-0) las aproximaciones llegaron a 11. Lo de la igualada (2-2) contra el Rijeka en el Reale Arena fue de escándalo: 27 tiros anotó la Real, con 7 disparos entre los tres palos. En el decisivo encuentro del estadio Diego Armando Maradona, hubo que sufrir hasta el postrero gol de Willian José, pero es que la Real realizó 16 tiros. Y aunque los números fueran más modestos en Turín contra el United, la Real firmó 8 aproximaciones (9 en el choque de Old Trafford), suficientes para hacer algún gol que otro.

Conclusión. La Real Sociedad tiene gol. La Real es una máquina engrasada de generar ocasiones. Pero su puntería funciona en modo intermitente. Como la de todos los equipos, pero un poco más. Letal cuando está bien calibrada, inofensiva cuando sufre ese fallo puntual. Puede viajar tranquila mañana a Granada. El cupo de tiros desviados se llenó contra el Levante. Por pura estadística, las siguientes ocasiones acaban dentro.