Una portería a cero para seguir construyendo
La Real tiene que continuar haciendo equipo tras quitarse un peso de encima después de sumar la primera victoria
Ya llueve menos en la Real Sociedad después de que el miércoles llegara la primera victoria del curso ante el Mallorca. Los realistas se han ... quitado un peso de encima que era como una losa para la moral del grupo y tras sumar los primeros tres puntos la obligación ahora es seguir construyendo equipo. Cierto es que ni antes éramos tan malos ni ahora vamos a lanzar las campanas al vuelo puesto que el conjunto bermellón es uno de los equipos más débiles en la actualidad, pero lo cierto es que se pueden sacar aspectos positivos que merecen su análisis.
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Primer partido sin errores y cambio de actitud: victoria
Cuando no te disparas al pie, estás mucho más cerca de la victoria. Primer partido sin errores groseros de por medio y la Real suma su primer triunfo de la era Sergio y Bretos. No se cometieron pérdidas en campo propio que generaran contragolpes definitivos, no se realizaron penaltis que permitieran al rival meterse en el partido –pese a esa mano inventada de Barrenetxea– y el equipo fue mucho más contundente ante un Mallorca que, precisamente, basa su juego en el contacto y las segundas jugadas.
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Como ocurriera en los anteriores partidos, la Real saltó al campo a por el triunfo, pero es que ésta vez pudo mantener durante noventa minutos una versión muy competitiva. También se mejoró en actitud y activación sin balón. Atrás queda esa bajada de brazos producida en La Cartuja.
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Segunda portería a cero en los últimos veintidós partidos
Parece una perogrullada sin importancia, pero hay veces en las que obviamos que si no recibes gol, al menos sumas un punto. La Real de los últimos meses se ha visto obligada a marcar dos goles en un partido para ganar el mismo puesto que siempre perforaban su red. Ante el Mallorca se volvió a dejar la portería a cero, algo que solo se ha logrado dos veces en los últimos veintidós partidos oficiales. El Athletic no pudo marcar en Anoeta en las últimas jornada de la pasada temporada (0-0) mientras que el último partido de los realistas con victoria y la portería a cero –sin contar lo del miércoles– se remonta al mes de febrero. Han pasado siete meses. La Real ganó 3-0 al Leganés y desde entonces había recibido 40 goles, o lo que es lo mismo, casi una media de dos tantos que le obligaba a materializar precisamente tres si quería ganar el partido.
Hacerse fuerte atrás, sobre todo en los partidos de casa y ante rivales de menor entidad, es indispensable para que no vuelen puntos importantes de Anoeta, y más con los problemas de acierto que continúa teniendo el equipo en el frente de ataque.
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Oyarzabal y Barrenetxea, un dúo sobre el que pivotar
El ataque de la Real ahora mismo se basa en la capacidad de verticalizar de Barrenetxea y el don de la oportunidad de Oyarzabal. Es un dúo sobre el que pivotar. El donostiarra está en el mejor momento de su carrera no solo por el nivel que está alcanzando, algo que ya demostró el año de la Champions, sino porque también lo está prolongando en el tiempo. Suma un gol, dos asistencias y el penalti provocado ante el Madrid. Y lo mejor, tras casi dos años sin completar partidos, Barrenetxea ha jugado tres veces 90 minutos y ha sido cambiado en otros dos en el 85 y en el 80. No se queda atrás Oyarzabal, el que siempre está, que cosecha dos goles, una asistencia y otra media docena de pases que merecieron terminar con el balón dentro de la portería como los dos maravillosos envíos al donostiarra. Ahora falta que más compañeros se sumen a la causa para que la Real no sea tan previsible en ataque.
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Carlos Soler aporta equilibrio mientras esperamos a Yangel
Sergio solo planteó un cambio respecto a La Cartuja, el de Soler por Marín, pero lo cierto es que la modificación tuvo un impacto directo en el juego del equipo. El valenciano no es que hiciera un partido de otro mundo, pero lo cierto es que simplemente con su presencia dio el esperado equilibrio al centro del campo. Ver al interior repetir pases con sus compañeros, asociarse con Barrenetxea en la izquierda, aportar tranquilidad a Gorrotxategi... En cuanto Soler mejore su condición física va a ser importantísimo mientras Yangel continúa con su puesta a punto.
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Gómez, por fin un lateral empieza a aportar en ataque
Una de las decisiones de la dirección deportiva en verano fue prescindir de un fichaje como Javi López para apostar por Sergio Gómez en el lateral. El catalán va dando pasos para convertirse en ese lateral polivalente capaz de defender pero a su vez ser útil en ataque. ¿Hacía cuánto que no se veía a un lateral subir la banda y generar tanto peligro? El zurdo puso dos balones magníficos a Barrenetxea y Kubo que no terminaron en gol, pero que vienen a refrendar sus dos buenos partidos ante el Real Madrid y el Betis. Además está con un punto de chispa que no se puede desperdiciar en este inicio de temporada.
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Menos pérdidas, pero hay que apretar en las transiciones
El Mallorca solo generó tres situaciones reales de peligro en noventa minutos. El disparo de Samu que terminó en el penalti por mano no punible de Barrenetxea y dos transiciones que, al menos, estuvieron mejor defendidas que en partidos anteriores. En Primera es imposible no conceder nada, pero la Real aprendió la lección del correcalles de Sevilla, donde el Betis le pudo hacer media docena de goles robando y transitando. Remiro solo tuvo que intervenir de verdad para repeler un remate de Joseph en la primera mitad después de que este recortara a Zubeldia con la derecha y rematara con la izquierda. Los bermellones también se plantaron ante el meta con una pérdida de Turrientes seguido de un mal despeje de Aramburu y una pared entre Torre y Muriqi. El balón se le marchó largo a Joseph, Remiro achicó bien, Caleta-Car reculó rápido y Aramburu desbarató la opción de ataque. No está mal la mejora.
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