Álvaro Odriozola
Nadie se olvida de andar en bicicletaEl seguimiento a... ·
El donostiarra vuelve a jugar un partido oficial de titular diez meses después y demuestra que va dando pasos para volver a ser el futbolista que fueUno no olvida jugar al fútbol. No importa que haya transcurrido un largo periodo de tiempo desde la última vez. Es como andar en ... bicicleta. Al principio cuesta un poco, te sientes un poco torpe, pero con el paso de los minutos recuperas la normalidad. Este miércoles Álvaro Odriozola volvía a enfundarse la camiseta de la Real después de los dos ratitos que dispuso ante el Inter en Champions y el Valencia en Liga. Esta vez lo hizo como titular, una circunstancia que no se producía desde hace diez meses.
Entonces jugaba en el Real Madrid y como sucedió este miércoles, en aquella ocasión también se trataba de un partido de Copa, frente al Cacereño. El escenario, por tanto, era conocido para el donostiarra. También la superficie en la que se jugó el partido. El estadio municipal Tomás Berlanga de Requena debió recordarle al Z4 de Zubieta, el terreno de juego en el que entrenó y compitió en las categorías inferiores de la Real. Donde se formó como futbolista.
Por eso, el caucho que ahora quieren hacer desaparecer le resultó familiar. Escogió las botas de fútbol con los tacos adecuados para pisar la hierba sintética con fuerza e hizo lo que mejor sabe hacer: subir la banda. Odriozola no se cansó de correr durante los 70 minutos que estuvo sobre el terreno de juego. Principalmente hacia arriba y por el costado derecho. Vivió más cerca de la línea de fondo del campo rival que de la propia.
Tal y como había conformado la alineación Imanol, el equipo estaba más capacitado para salir jugando por la derecha gracias a la amplitud de Odriozola que por la izquierda, porque por el otro costado era Pacheco quien ocupaba la demarcación de lateral. El de Elizondo no se aventuró a explorar la banda y prestó todo su carril a Cho, uno de los realistas más activos ayer.
Odriozola se asoció por su lado primero con Magunazelaia y más tarde con Dadíe para volver loca a la zaga local. El '2' txuri-urdin desdobló continuamente a sus compañeros de banda y recibió el balón al pie y al espacio. Precisamente esas rupturas verticales fueron las que más daño causaron al entramado defensivo del Buñol. El exjugador del Real Madrid, Bayern de Múnich y Fiorentina calculó muy bien sus movimientos. En muchas ocasiones en salida desde atrás se metió por dentro para habilitar el pase al extremo y luego ofrecerse en profundidad.
Centros sin rematador
Colocó buenos centros al área pequeña, pero ninguno encontró rematador. Cho estuvo muy cerca de aprovechar un envío lateral del donostiarra en los primeros compases del encuentro, pero no llegó a contactar con la pelota en última instancia.
Fueron 72 minutos ante un rival de regional, pero por algo hay que empezar. Odriozola se encuentra ante el reto de volver a sentirse futbolista. Las pedaladas de ayer le ayudarán en ese proceso.
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