Odriozola, a título por partido

Su temporada va poco a poco terminando y mientras no le llegan oportunidades, el donostiarra regresa a casa y estará mañana en el Reale Arena. Sería una sorpresa que fuese titular y que no esperara su momento en el banquillo. Desde que se marchó en 2018 no ha disputado ni un solo minuto ante la Real. Lejos queda ese 17 de enero de 2017 en el que Odriozola irrumpió de manera fulgurante en La Rosaleda de Málaga. Desde que la Real es la Real los canteranos aprovechan su momento. Las bajas de Carlos Martínez y Zaldua dejaron el lateral derecho huérfano y Eusebio Sacristán no dudó en alinear a un Odriozola que se hizo rápido con el puesto.

Velocidad, desparpajo, capacidad para driblar y repetir esfuerzos fueron sus señas de identidad. Como txuri-urdin consiguió una clasificación a la Europa League hasta que en el verano de 2018 le llegó un tren al que se debía subir. Al menos, en términos económicos.

La breve etapa de Julen Lopetegui como madridista empezó con el fichaje de Álvaro Odriozola. La obsesión del de Asteasu por el potrillo hizo que Florentino Pérez se rascara el bolsillo ante la negativa de Jokin Aperribay por rebajar el precio del traspaso. Con 40 millones de cláusula de rescisión, el magnate blanco ofreció veinte millones más cinco en variables que fueron rechazados en Anoeta. Finalmente, el traspaso se cerró en 30 millones de euros más cinco en variables de los cuales la Real ha recibido dos. Cada veinte partidos de Odriozola como blanco, los donostiarras perciben un 'kilo' hasta un máximo de cinco, según quedó establecido en las negociaciones. Con 48 partidos como blanco, quedarían doce hasta el próximo pellizco. Parece complicado sacarle más rédito.

En esa primera temporada como madridista Odriozola fue una pieza útil para Lopetegui. A lo largo de la convulsa temporada el canterano realista disputó 22 partidos oficiales –14 de Liga, 5 de Copa y 3 de Champions League–, pero la pronta destitución del entrenador, la llegada de Solari primero y el regreso de Zidane después le relegó al banquillo. Odriozola nunca fue del gusto del francés, que tuvo como indiscutibles a Carvajal y Nacho durante sus etapas. Para Ancelotti ahora mismo es un jugador residual si nos ajustamos estrictamente a los datos. Odrizola ha jugado 22 minutos y 8 en las goleadas ante el Elche y Valladolid, 51 en el triunfo ante el Cacereño en Copa, cinco ante el Atlético de Madrid en la misma competición y un minuto en la semifinal del Mundial de Clubes ante el Al-Ahly.

La lógica invita a pensar que el madridista busque un nuevo equipo durante el verano y amplíe así la gran nómina de equipos en los que ha estado. Cedido en el Bayern de Múnich, donde conquistó la Liga de Campeones, la Bundesliga y la Copa alemana, ofrecio mejor rendimiento aún en un nuevo préstamo a la Fiorentina, donde se convirtió en indiscutible. Ese cañón de la banda derecha puso en serios apuros a muchos rivales de la Serie A, pero al término de la cesión regresó a Chamartín.

Ahora, tanto él como el Madrid están absolutamente centrados en conseguir la Champions y la próxima Copa, títulos que le harían mejorar aún más la estadística de títulos por partido. Con contrato hasta el 30 de junio de 2024, el Madrid no le va a ofrecer la renovación por lo que el donostiarra deberá buscar equipo el próximo verano. Tampoco nadie le asegura que en la 23/24 vaya a jugar a las órdenes de Ancelotti, por lo que clubes de primer nivel ya siguen de cerca al canterano. Regreso a casa, aunque no como desearía.