Odegaard no entiende de maldiciones
El noruego, titular otra vez, brilla por detrás de los atacantes y marca el único gol del partido en una contra letal
Segundo partido como titular, jugando el partido completo, siendo de los más activos y marcando el único gol del encuentro. Martin Odegaard (Noruega, ... 1998) ha caído de pie en el vestuario de la Real Sociedad, al que llegó a principios de julio cedido por el Real Madrid en una cesión por dos años. Fue de los mejores en Mestalla y ayer, sin lugar a dudas, fue el realista más destacado de un encuentro que coloca al conjunto guipuzcoano en el tren cabecero de la Liga. La victoria, además, acaba con 16 años de sequía en Son Moix, un estadio que trae muy malos recuerdos a la afición blanquiazul.
El papel del mediapunta de Drammen en la victoria en Son Moix fue más allá del de ser el goleador -su primera diana en la Liga-. De nuevo un escalón más adelantado que Mikel Merino en el puesto de volante, Odegaard no paró de tirar desmarques para crear espacios y ofrecerse para recibir el balón durante los 90 minutos en los que estuvo en el terreno de juego. A pesar de contar con un físico que puede parecer algo liviano, el centrocampista nórdico es un todo-terreno que abarca muchísimo campo gracias, en buena parte, al gran estado de forma en el que se encuentra, algo que demuestra a diario en Zubieta.
En la primera parte, volcado más hacia su derecha, compartió con Illarramendi la responsabilidad de aportar luz al juego de una Real Sociedad que sufrió en exceso el ambiente pesado de una jornada calurosa y el fútbol directo de un Mallorca que demostró que, a pesar de sus limitaciones, va a ser un hueso duro de roer.
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Al igual que en la primera jornada frente al Valencia, intentó varias veces asociarse con Adnan Januzaj, zurdo como él y otro de los jugadores realistas que está llamado a aportar la creatividad y la chispa en la parcela ofensiva que tanto se echó de menos el año pasado. Una de las jugadas más bonitas de la tarde la protagonizaron ambos, con un gran pase de tacón del noruego al belga que este aprovechó para internarse en el área y filtrar un pase que despejó la defensa rival.
Como un matador
La de ayer es la primera diana que anota Odegaard en España desde que lo hiciera por última vez con el Real Madrid Castilla en noviembre de 2016, ante el San Sebastián de los Reyes. En las dos últimas temporadas, enrolado primero en las filas del Herenveen y después en las del Vitesse, el futbolista noruego marcó 14 dianas, siendo su última temporada en la que destapó el tarro de las esencias anotando 11 tantos y dando 12 asistencias.
A medida que el cuadro blanquiazul fue adueñándose del choque en la segunda parte, la figura del mediapunta nórdico se fue haciendo cada vez más grande. Es uno de los encargados de liderar la presión en campo contrario, lo cual demuestra su importancia no solo en la faceta creativa, si no también en la destructiva. En la capital siempre se le ha echado en cara que es un jugador que pierde el hilo de los encuentros, pero aquí, al menos hasta la fecha, ha demostrado estar enchufado hasta el pitido final del colegiado.
Para muestra, el gol, en el minuto 82. El noruego está listo para salir a la carrera al ver a Moyá blocar un córner, recibe de Oyarzabal y rápidamente busca a Portu, abierto a la derecha. Sigue la jugada atento y recibe en el balcón del área un pase horizontal del atacante murciano. El control de Odegaard rompe a Sastre y le deja, frente a frente, ante Reina. No duda y la coloca, con todo a su favor, con el interior en la escuadra derecha de la meta rival. Una contra de vértigo.
Estuvo, además, muy cerca de marcar el segundo tanto, pero erró. El trabajo ya estaba hecho, no se le puede pedir más.
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