Cucho supera con facilidad a Remiro en La Cartuja EP
Real Sociedad

Nueve goles muy mal defendidos

La Real es el tercer equipo que más tantos ha recibido en contra y en ninguno de ellos la acción está debidamente ejecutada por los realistas

Beñat Barreto

San Sebastián

Lunes, 22 de septiembre 2025, 07:00

La Real ha demostrado aspectos muy positivos en ataque pese a que ha marcado menos goles de los que ha podido generar. Pero el problema ... no es ese, como sí sucedió por momentos en la Real de Imanol cuando no se conseguía perforar la red rival. El equipo de Sergio en defensa es un conjunto blandísimo al que se le hace gol con muy poco. El rival no tiene que hacer grandes jugadas ni colectivas ni individuales como para superar a Remiro, algo que está poniendo los partidos muy cuesta arriba.

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Los txuri-urdin son el tercer equipo que más goles ha recibido en lo que llevamos de curso, nueve, solo por detrás de Mallorca y Girona. Lo peor de todo es que la mayoría de ellos están mal defendidos. Salvo el penalti de Puado, una batalla entre delantero y portero, el resto son perfectamente evitables. Por no decir cuándo han llegado. Uno en el minuto 6, otro en el 9 y otro en el 11 que te hacen tener que ir a contracorriente, pero es que cuando te rehaces también el Espanyol te marca en el 45, el Madrid en el 43 y el Betis te hace el 2-1 en el 47. Los inicios de cada parte están siendo un suplicio y si la Real no es capaz de frenar esta sangría de goles seguirá estando a años luz de ser un equipo competitivo. Analicemos los goles recibidos porque no tienen desperdicio.

La salida de balón en Mestalla. Eusebio instauró una forma de jugar en la Real que todavía perdura en el primer equipo. Con matices, puesto que Imanol implementó los suyos, los realistas sacan el balón jugado desde atrás para construir sus fases ofensivas. La mayoría de veces sale bien pero cuando Remiro o los centrales no están acertados, el equipo recibe goles como el primero de la temporada.

Si algo tiene el portero de Cascante es un buen juego de pies, tanto para jugar en largo con esos pases que inician contragolpes como para encontrar a los laterales. En Mestalla, en cambio, el meta trató de buscar a Aihen, alto en el carril izquierdo, pero su envío fue defectuoso y fue a parar a Raba, que controló y tuvo todo el tiempo del mundo para poner un pase a la espalda de Zubeldia, que no vio la llegada de Diego López. Marín y Turrientes, muy pasivos, no encimaron al habilidoso delantero. Tampoco Aramburu cerró bien su posición puesto que estaba, al igual que Aihen, estaba muy adelantado. Remiro se quedó a media salida, aunque no pudo hacer demasiado puesto que Diego López estaba solo.

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Arrancan las malas transiciones. En el partido ante el Espanyol comenzaron a verse verdaderamente las costuras a nivel defensivo, y sobre todo en las transiciones. Sergio ha apostado mayoritariamente por Caleta-Car y Zubeldia, que de momento no están siendo consistentes. Ante los pericos fue Sucic quien se quedó dormido en campo contrario. Le robaron la cartera y a los pocos segundos Remiro recogía el balón de su red. El croata no estaba activado, mientras que Sergio y Turrientes trataron de hacer falta sin éxito. El cuero cayó a Milla, que inició un contragolpe mal defendido puesto que Aramburu, Martín y Zubeldia reculan sin saltar al delantero, que descarga a Roberto, solo, para encontrar de nuevo a Milla. Jon Martín no aprecia el desmarque, Zubeldia está estático y llega el primero en el minuto 9. De nuevo a remar.

En el segundo tanto la Primera división le dio la bienvenida a Jon Martín, pese a que luego se rehizo cuajando una gran segunda parte. El lasartearra dejó botar un balón dividido y Roberto hizo una maniobra perfecta para dejar atrás al central, que se vio obligado a derribar al ariete cometiendo penalti. Puado marcó en el minuto 45 para irse 0-2 al descanso.

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Hassan recorre 70 metros. Las malas transiciones defensivas tuvieron continuidad en el Tartiere. Esta vez fue Aihen quién perdió la pelota en área contraria tras recibir un mal pase. Como con Sucic, segundos después llegaría el definitivo 1-0 después de que Hassan se recorriera 70 metros con Gorrotxategi pegado a él. El eibartarra no cortó la acción, pero al menos le llevó a línea de fondo aunque no pudo evitar el centro. El problema está en que Caleta-Car, hundido y ocupando zona del portero, ni se inmuta ante la entrada de Dendoncker, que luego remata francamente bien. Minuto 39, otra vez al filo del descanso.

Muy fácil para Mbappé. Si hay un jugador al que no le puedes poner el gol en bandeja, ése es Mbappé. La pérdida ante el Madrid vino tras un pase atrás de Goti cuando el envío no tenía sentido alguno. A Zubeldia no le dio tiempo a alcanzar el balón, Caleta-Car no hizo falta para no ver la roja y el francés hizo el resto. Casi peor fue el 0-2, con Aritz siendo superado por el galo, que encontró a Guler dentro del área. La endeblez defensiva de Gorrotxategi y Caleta-Car, que solo miraron al turco, es impropia de un equipo de Primera.

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El desastre de La Cartuja. Es lo más reciente, pero también lo más sonrojante. El Betis marcó tres goles a la Real tras un saque de banda, un fallo grosero de Remiro y otra rápida transición. El primero, esta vez en el minuto 6. Lo Celso sacó de banda, Gorrotxategi siguió a Firpo –el lateral– quedándose fuera de la jugada mientras que ni Kubo ni Brais siguieron al argentino. Caleta-Car comenzó su despropósito al ni siquiera encimar a Cucho. Otro desastre. Aunque para regalo el de Remiro, esta vez en el minuto 47, después de que en un córner sacado en corto Fornals, solo, centrara sin oposición. El de Cascante se marcó en propia tras una acción horrorosamente ejecutada. En el tercero, Caleta no corre hacia atrás y con un simple centro el Betis sentencia el partido. O la Real cierra el grifo y se hace fuerte desde atrás, o no hay nada que hacer.

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