¿No cambiarían el sistema?
Offside ·
La Real Sociedad se ha quedado sin atacantes para jugar con tres arriba mientras le sobran centrocampistas de nivel como Turrientes, inédito en el derbi ante el AthleticParece atascada la Real Sociedad en este tramo del campeonato. Tanto por sus resultados como por las sensaciones que transmite su juego, muy alejado del ... que esta temporada exhibió en sus mejores momentos en Champions ante el Inter, Benfica y Salzburgo. Hasta cierto punto es normal porque ese nivel de excelencia es imposible de mantener durante diez meses, pero el bagaje ofensivo en el derbi fue francamente pobre. Y preocupa de cara a los compromisos más cercanos ante Osasuna en Copa y el Celta en la Liga de esta semana.
En este momento tiene lesionados a Sadiq y Carlos Fernández, a Kubo con Japón, a André Silva saliendo de un percance en el sóleo y a Momo Cho en el Niza después de ser traspasado hace una semana. Barrenetxea está volviendo de una lesión en el tobillo que le tuvo parado en diciembre y solo Mikel Oyarzabal está al cien por cien. Con estos bueyes tenemos que arar, más la mano que desde el Sanse puedan echar Magunazelaia, Fiabema y Dadie. En semejantes circunstancias habría que preguntarse por la conveniencia de un cambio de dibujo que aproveche mejor los recursos de la plantilla.
Hace dos semanas, en la víspera de ir a Málaga, le pregunté por ello a Imanol en Zubieta y contestó que es algo sobre lo que reflexiona a menudo, no solo porque tenga unas bajas puntuales. Lo que sucede es que ahora se hace complicado jugar con un delantero y dos extremos cuando solo tienes arriba a los mencionados Barrenetxea y Oyarzabal. Ya no se trata de algo táctico sino de una cuestión más numérica.
Desde que Barrene y Kubo no juegan juntos la Real solo ha ganado un partido de seis en Liga, el de Villarreal
Resulta curioso que un futbolista como Turrientes, que ha rendido de manera notable en los 1.000 minutos que le ha dado Imanol esta temporada, no llegara a pisar el césped de San Mamés en un partido tan pobre. Hace dos años el técnico maniobró sobre la marcha cuando se quedó sin extremos tras las lesiones de Oyarzabal y Barrenetxea y lo poco que estaban aportando Januzaj y Portu. Cambió de un dibujo de 1-4-3-3 al 1-4-4-2 en rombo que, más allá de las variantes tácticas, permitió juntar a Rafinha y a Silva en el centro del campo y a Sorloth e Isak arriba. Y la Real fue hacia arriba.
Ahora mismo la única línea que no tiene bajas es la del centro del campo, con los incombustibles Zubimendi, Merino y Brais, más Zakharyan, Turrientes y Olasagasti. Los seis son buenas piezas para mover sobre el tablero pero el sistema hace que solo entren tres y que una cuarta, normalmente Zakharyan, tenga que actuar fuera de sitio, lo que está penalizando mucho su rendimiento. El partido que hizo en San Siro ante el Inter como interior fue muy positivo, aguantando el pulso con Frattesi en uno de los días más señalados de la temporada con el primer puesto del grupo de Champions en juego.
No quisiera olvidarme de Pablo Marín, que el año pasado jugó bien en partidos importantes ante el Manchester United, Barcelona y Real Madrid, y es de suponer que ahora no se ha contado con él porque en la zona ancha no hay necesidad de tirar de abajo. Pero en caso de variar el sistema sería otra alternativa para actuar de interior o mediapunta.
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Es verdad que cuando Imanol optó por el rombo hace dos años tenía dos arietes de más de 1,90 arriba y un artista en la zona de enganche como el mago Silva. Barrenetxea y Oyarzabal son otro tipo de delanteros, menos fijadores y de más movilidad, pero Brais podría ser un buen mediapunta y tanto Turrientes como Zakharyan ofrecerían un buen papel como volantes. Amén de poder dar un descanso a alguno de los tres indiscutibles de esa zona, que empiezan a dar señales de agotamiento.
La lectura de esta temporada nos deja una Real Sociedad explosiva y veloz cuando Kubo y Barrenetxea han coincidido enchufados en las bandas y otra mucho más lenta y previsible cuando solo ha actuado uno de los dos, lo que ha facilitado el trabajo defensivo del rival. De hecho, no juegan juntos desde la lesión del donostiarra en Pamplona el 2 de diciembre y en este tiempo la Real solo ha ganado en Villarreal en Liga, cediendo cuatro empates y perdiendo bien el derbi. ¿No cambiarían el sistema?
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