Media temporada en juego en Old Trafford
Un triunfo daría una inyección de confianza a la Real para afrontar el tramo final del curso mientras que una derrota ahondaría en su fatiga
Hay partidos que marcan una temporada. En febrero de 2020 la Real venía de perder en Leganés y el asalto copero al Bernabéu con un ... Isak estelar abrió las puertas de la gran final a un equipo que ese día se convenció de que podía hacer grandes cosas. En mayo de 2023 fue el triunfo en el Camp Nou, 32 años después, el que le selló el billete para volver a la Champions. Días en los que nadie daba un duro por el cuadro txuri-urdin y respondió con un puñetazo encima de la mesa.
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Ahora visita Old Trafford con todo en contra y la sensación de impotencia que ha dejado la derrota ante el Sevilla con una segunda parte en la que fue incapaz de inquietar a Nyland. Pero todo gran desafío representa también una gran oportunidad y la Real lo sabe. Ganar en Mánchester supondría cambiar la perspectiva de los dos últimos meses y medio de competición. El fútbol se alimenta de sugestiones y repetir triunfo en uno de los grandes templos europeos es lo suficientemente atractivo como dejarse la piel en el intento. Sabiendo, eso sí, que el United quintuplica su presupuesto y que juega arropado por su afición, por lo que en teoría es quien debería superar la eliminatoria.
El dato
18 partidos
ha jugado la Real en los últimos 64 días con un balance de 9 victorias, 8 derrotas y 1 empate, 25 goles a favor y 24 en contra, tres eliminatorias de Copa superadas y una a doble partido contra el Midtjylland en Europa.
¿Está tan mal la Real? El conjunto de Imanol ha disputado 18 partidos en 64 días, es decir, va a jugar el equivalente a los partidos de una vuelta de Liga en apenas dos meses cuando lo normal es hacerlo en cuatro o cinco. Tantos encuentros acumulados hace que muchas veces se pierda la perspectiva de la realidad y se pueda crear una sensación más negativa de lo que realmente es. Es verdad que a los blanquiazules les falta frescura e ideas en su juego, pero no se puede negar que estén compitiendo, que es lo que distingue a los equipos importantes. Y éste, el txuri-urdin, aún se está formando.
El balance de estos 18 partidos de 2025 refleja un saldo de 9 victorias, 8 derrotas y un empate, el de la semana pasada contra el Manchester, con 25 goles a favor y 24 en contra. En este tiempo ha superado tres eliminatorias de Copa, una de Europa League a doble partido y llega vivo a la vuelta en el doble enfrentamiento contra Real Madrid y United, dos de los clubes más grandes del mundo aunque el segundo esté en horas bajas.
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Entre las derrotas, las que más chirrían son las sufridas en casa ante el Getafe y el Sevilla, aunque habría que tener presente que la Real acumula en sus piernas 12 y 14 partidos más que ellos, respectivamente, y en la tabla solo está a dos puntos del cuadro hispalense –con el averaje ganado– y va por delante del conjunto azulón. Además, contra el Lazio, Betis y Barcelona cayó fuera de casa jugando con diez desde la primera parte y perder ante el Real Madrid –en la Copa– siempre entra dentro de lo previsible.
El técnico no ha tenido más remedio que dosificar a su plantilla y priorizar los objetivos, lo que ha hecho que haya disputado varios partidos de Liga sin muchos de sus titulares. Aún así, ha ganado en este tramo a Villarreal, Espanyol y Leganés en Anoeta y la pérdida de posiciones en la clasificación no le ha alejado demasiado de la zona europea.
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Imanol cuida a sus titulares. El oriotarra tiene el encuentro del jueves entre ceja y ceja y eso se notó en la alineación que presentó ante el Sevilla en la que dio descanso incluso a Remiro, ya que como suele comentar el portero también sufre esa fatiga emocional que supone jugar un partido.
Así las cosas, ante el Manchester United podrá disponer de su once de gala en buenas condiciones, siempre teniendo en cuenta la acumulación de esfuerzos que arrastra la Real desde enero. Aritz y Aihen, que apuntan a ser los laterales en Old Trafford, no jugaron ningún minuto el domingo, lo mismo que Remiro. En la zona ancha también está guardando entre algodones a Sucic y tampoco utilizó a Brais, consciente de la importancia del gallego en la zona de tres cuartos. Zubimendi, Barrenetxea y Oyarzabal jugaron media hora y Kubo solo quince minutos, de manera que nueve de los titulares llegan bien dosificados a la primera final de la temporada. Únicamente Zubeldia y Aguerd vienen de completar el partido ante el Sevilla, aunque hay cuatro días entre uno y otro compromiso y no deben tener problemas para recuperar.
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Nada asegura un buen resultado contra los diablos rojos, pero en innegable que las opciones son mayores con el once titular más fresco. Hace tres temporadas, en la eliminatoria contra el Leipzig, Imanol formó con sus mejores hombres el fin de semana entre la ida y la vuelta y la Real llegó fundida al partido decisivo. Ahora ha optado por reservar fuerzas porque era imposible jugar con los mismos cada tres días con el tute que llevan encima.
Apostar por la experiencia. En la alineación que opondrá ante el Manchester, el técnico apostará por toda la veteranía que tiene en una plantilla tan joven. Remiro, Aritz, Aihen, Zubimendi, Brais o Kubo ya saben lo que es ganar en el Teatro de los Sueños hace dos temporadas y tienen todas las papeletas para repetir presencia allí. Oyarzabal y Zubeldia acumulan muchas batallas encima como para arrugarse en un partido así, lo mismo que un Barrenetxea que lleva seis temporadas en el primer equipo a pesar de su juventud mientras que Aguerd jugó la pasada temporada con el West Ham. Sucic, por su parte, disputó 22 partidos de Champions con el Salzburgo en los que tuvo la oportunidad de conocer campos como los del Bayern, Chelsea e Inter, sin olvidar que jugó con Croacia la última Eurocopa.
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Un once con una edad media de 27 años y con bastantes más experiencias en la mochila para competir ante el United que el que se enfrentó al Sevilla, que no llegaba a los 24 años. En una final como la de Old Trafford será clave saber sufrir en los malos momentos como sucedió en la ida en el Reale Arena.
Solo dos veces en cuartos. La Real no tiene un gran palmarés en Europa. A pesar de que la presente es la vigésima participación en competición continental, solo en dos ocasiones ha superado los octavos de final. La primera fue en la Copa de Europa de 1983 cuando se quedó a las puertas de la final tras eliminar al Celtic de Glasgow en octavos y al Sporting de Lisboa en cuartos. Eran los tiempos de la mejor Real de la historia, aunque aquella temporada se lesionaron hombres importantes como Kortabarria, Zamora y Satrústegui. La segunda fue en la Copa de la UEFA de 1989 donde cayó en cuartos a penaltis contra el Stuttgart después de eliminar previamente al potente Colonia, bastante mejor equipo que sus compatriotas.
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El jueves, los de Imanol tienen la oportunidad de hacer historia. El cansancio y las molestias son inherentes al deporte de alta competición cuando se avanza en el camino, pero siempre se llevan mejor con alicientes como éstos.
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