Martin Zubimendi: «Es importante que la gente sepa que se pueden hacer grandes cosas jugando en la Real Sociedad»
El canterano ha pasado en dos años de jugar contra el Guijuelo en 2ªB a ganar una Copa con la Real y disputar una final olímpica en Tokio
BEÑaT BARRETO
San Sebastián
Jueves, 5 de agosto 2021, 06:45
Martin Zubimendi (Donostia, 1999) concede una entrevista con la misma tranquilidad con la que filtra pases y supera líneas de presión de sus rivales. El ... donostiarra ha pasado de descansar en el camping de Las Landas con la cuadrilla a disputar una final olímpica con la selección. La sencillez personalizada. Atiende amablemente a EL DIARIO VASCO pese al cambio de horario mientras interrumpimos en su descanso.
– Minuto y resultado. ¿Cómo se encuentra?
– Muy cansado, es normal, estoy terminando todos los partidos y al jugar cada tres días cuesta recuperar. Es como si estuviese de pretemporada y no estoy en plena forma, pero estamos todos parecido, hay que aguantar.
– Empezó el campeonato tocado, ¿recuperado al 100%?
– Sí, sí. Ese primer partido no lo pude jugar porque tenía molestias, pero estoy yendo de menos a más para terminar bien. El primer partido que entré no terminé ni de situarme bien en el campo, no me encontraba, pero he ido más.
– Hubo que sufrir hasta el 115' ante Japón. ¿Esperaban esa versión de los nipones?
– La verdad que no nos esperábamos a una Japón tan defensiva y que se cerraba tan bien. En el amistoso ante ellos saltaban mucho a presionarnos, pero esta vez nos esperaron en medio campo. Eso me perjudica porque me cuesta encontrar mucho más espacios a la hora de meter ese pase que rompa la presión, los delanteros y el media punta se metían por dentro y costaba mucho.
– ¿Cómo va de magulladuras? Les están dando bastante leña.
– Yo no sé cómo lo está viendo la gente por la tele, pero la sensación que tenemos nosotros es que no se pita lo que se ve en el campo. O lo que creemos nosotros. Vienen de otros países y otras ligas que juegan a un fútbol distinto, pero no nos está gustando.
– ¿Asimila lo que le está pasando? Hace dos años jugaba contra el Guijuelo en Segunda B y ahora tiene una final olímpica.
– (Suspiro) Sí que lo asimilo, pero a mi manera. Todo va muy rápido y hay veces que ni siquiera piensas todo lo que está pasando, pero cuando echas la vista atrás y le das vueltas te das cuenta de lo importante que está siendo todo esto. Me satisface el ver lo que estoy consiguiendo.
– Están siendo los tres realistas importantes, ¿dicen con orgullo que son de la Real?
– Pues sí, es una suerte que hayamos venido los tres a Tokio, esta convivencia es larga, llevamos un mes y pico concentrados y tener a gente de mi círculo se agradece mucho. En el campo estamos teniendo presencia y estamos los tres contentos con nuestro papel y nuestro juego.
– ¿Solo tiene 22 años y acaba de llegar al primer equipo, pero cree que mandan un mensaje a los más jóvenes?
– Está claro, es importante que la gente sepa que se pueden hacer grandes cosas siendo jugador de la Real. La Real es un lujo de equipo para los que estamos empezando. Te dan oportunidades, confianza, la gente cree en ti y eso te motiva. Una vez que estás en el primer equipo es igual que seas joven, te ponen de titular en cualquier momento y eso me hace estar muy contento.
– Nosotros le conocemos más, ¿pero cree que va creciendo su imagen a nivel nacional?
– No creo que tanto como dices, al final solo llevo un año. Sí que he jugado mucho, pero no he sido titular indiscutible y he ido alternando la posición. Es normal que la gente no me conozca mucho, pero sí que es cierto que con la selección tengo la oportunidad de abrirme para que la gente me conozca y estoy contento en ese sentido también.
– Un reconocido periodista de fútbol internacional le considera como uno de los mejores centrocampistas del futuro.
– (Risas) Le agradezco a Axel Torres las palabras, pero creo que se le fue un poco la boca (más risas). Es demasiado pronto para saberlo, estoy tranquilo y solo pienso en seguir mejorando. No miro más allá.
– Les espera Brasil. Ya que están aquí irán a por el oro, ¿no?
– Sí, sí. Está claro, una vez llegado a la final del torneo nos queda darlo todo. Llevamos un par de prórrogas y el cuerpo se resiente, pero mientras la cabeza esté motivada y con ganas en una final olímpica no se nota el cansancio.
– Todo el mundo daba a España como favorita al oro. ¿Antes de competir pensaban que la final podría ser ésta?
– Bueno, puede ser. Nosotros a Brasil sí que le teníamos bien valorado. No hay más que ver los jugadores que tienen, tenía confianza en nosotros mismos, pero con los empates al principio, victorias agónicas y demás se ha demostrado que llegar a la final es muy difícil. Pero ya estamos aquí y vamos a por todas. Ganar un oro olímpico sería un sueño hecho realidad.
– Costa de Marfil estuvo a dos minutos de dejarles fuera. ¿Aquí nadie regala nada, no?
– No, no, pero así es el fútbol moderno. En la Eurocopa ya se vio que había prórrogas en cada eliminatoria con rivales a priori menos potentes y aquí lo mismo. En los cuartos y en las semifinales ha habido prórrogas y hemos sufrido para pasar. Hoy en día todos los equipos están muy bien trabajados y te plantan sistemas defensivos muy difíciles de batir.
– ¿Qué final esperan? Habrá que mejorar la puntería.
– Está claro, es lo que nos está faltando. El otro día hablaba con Merino, que ya va siendo hora de que la primera que tengamos vaya para dentro para tener algo de tranquilidad. Generamos, pero nos está costando meter ese primer gol que obliga al rival a abrirse, eso genera espacios para nosotros. Tenemos que atacar defensas replegadas y eso siempre complicado.
– ¿El mito Dani Alves, Richarlison, Diego Carlos... ¿les temen?
– No, temer no, porque confiamos en nosotros. Hemos tenido oportunidad de ver algún partido y se ve que tienen calidad y juegan con alegría, pero nos dio la sensación de que defensivamente sí que eran más desorganizados. Les veremos en vídeo para saber por dónde hacerles daño.
– ¿Cómo está Mikel? Le vimos mareado tras esa carrera de 60 metros en el minuto 116.
– Hombre, cansado como el que más. No solo por todos los partidos que lleva, sino porque en los partidos lo da todo y se vacía. Pero conociéndole, no va a tener ningún problema para jugar la final con las pilas cargadas.
– ¿Cree que al hacer ese trabajo sucio no se pone tanto el foco en él, que no se le valora?
– Puede ser, sí, pero para los que estamos jugando a su lado es una bendición. Ahora que está jugando de '9' no para de tirar desmarques al espacio, viene a recibir, defiende, ataca, es muy listo... Está pendiente de su mediocentro para situarse a su espalda. Oyarzabal es eso y todo el trabajo.
«No soy muy de fotos, pero te cruzas con los mejores atletas del mundo»
Detrás de Martin Zubimendi se esconde una persona sencilla, corriente, amable y cercana. Incluso se disculpa tras algunos pequeños problemas para establecer la conexión Tokio-Donostia. El txuri-urdin describe cómo es un día a día en la Villa Olímpica, un sueño para cualquier deportista. «Nos levantamos sobre las 09.00 o 09.30 horas y nos hacemos PCR todos los días, obligatorio. Hay que estar pendiente y alerta porque un positivo te deja fuera del torneo. Luego vamos al comedor a desayunar y te sientes deportista, dejas a un lado ser futbolista y eres olímpico. Estamos todos mirando porque pasan los mejores atletas de todos los deportes y disciplinas. Hasta la hora de comer tenemos libre; damos paseos y es donde se disfruta el ser olímpico. Hay gente que se ve todos los deportes a todas horas y otros descansan para estar en buenas condiciones», transmite orgulloso por lo que está viviendo en la capital japonesa.
En los paseos matutinos se encuentra con la selección de baloncesto de Estados Unidos y uno de los mejores jugadores de la historia como es Kevin Durant. «No soy muy de hacerme fotos. La única foto que me he sacado ha sido con Alexander Zverev y porque Carlos Soler tenía muchas ganas de esa foto. Casualidad ha sido oro olímpico así que no he tenido mal ojo», bromea entre risas un Zubimendi que poco a poco va creciendo. «¿Qué si me piden fotos? Yo no soy tan conocido», remarca a carcajadas.
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