Mantener a los mejores
Taco largo ·
La continuidad de los jugadores más jóvenes, con Odegaard a la cabeza, es el reto para ser regulares en el éxitoEl inminente regreso a los entrenamientos, de momento de forma individual, supone un punto de inflexión para el fútbol en esta crisis sanitaria, aunque probablemente ... no el definitivo. Persisten todavía muchas incógnitas sobre si se podrá volver a la competición, tanto por la complejidad de los protocolos sanitarios como por la diferente situación de los contagios por ejemplo en Gipuzkoa o, en el otro extremo, en Madrid y Barcelona, que acogen nada menos que a seis equipos, más de un cuarto de la Liga y entre ellos los dos primeros. A ver si en Alemania consiguen reanudar la Liga el día 16 después de conocerse ayer tres positivos por Covid-19 en el Colonia.
La Real espera como agua de mayo la vuelta a la competición, entre otras cosas para intentar culminar el magnífico curso que estaba completando. La juventud de sus integrantes y la motivación por amarrar la Champions y ganar la Copa debe hacer de los txuri-urdin uno de los equipos que mejor rindan física y psicológicamente en este inédito escenario. La final copera, en este sentido, se ve envuelta en la polémica sobre si jugar ya a puerta cerrada, para disgusto de todos, o aplazarla al año que viene. No hay solución buena a este problema, pero alguna salida hay que dar. El mayor riesgo para la Real, si se aplaza al año que viene, es el peligro de perder a alguno de sus pilares y de no poder seguir con la maravillosa dinámica de juego de esta temporada.
Al noruego le vendría de perlas una nueva temporada como 'sophomore' en la Real antes de volver al Madrid
Aquí está uno de los grandes retos de la Real: dar continuidad a dos temporadas buenas, algo que no ha podido hacer en los últimos tiempos. Quizás en el año en que se jugó la última Champions, el rendimiento del equipo al año siguiente fue bueno, con una clasificación a Europa League y las semifinales de Copa, pero el bajón final dejó mal sabor de boca. Y qué decir de la resaca de la última Europa League, con Eusebio cesado pocos meses después de asombrar con su fútbol de posesión y ataque.
Para seguir a futuro con la actual buena dinámica, el reto será mantener a las jóvenes figuras de nuestro equipo. Nada nuevo. Que Oyarzabal siga siendo el faro, que Isak quiera seguir progresando aquí y, sobre todo, que Odegaard pueda cumplir su deseo de jugar otro año más cedido en la Real. En Madrid analizan si el noruego, quizás el jugador que mejor ha rendido este año después de Messi, debe volver al Bernabéu, sobre todo en función del futuro de Modric. Pero la experiencia dice que jugadores como Odegaard necesitan un segundo año de confirmación tras su explosión futbolística. Un curso como 'sophomore', como dicen en las universidades de Estados Unidos.
A Illarramendi, por ejemplo, le hubiera venido de perlas jugar la Champions con la Real antes de fichar por el Madrid. Y lo mismo a Odriozola, cedido ahora en el Bayern y con futuro incierto. Por el contrario, Griezmann esperó un poco y no le ha ido nada mal. El francés puede ser un buen ejemplo en el caso del 'mago de Dramenn'.
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